Influida por la depreciación que mostró el dólar el mes pasado, en junio el IPC tuvo un registro deflacionario, que implicó una baja del dato anualizado a 4,59%, un dato alineado a la meta de inflación de 4,5%, según la información difundida ayer jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El actual nivel de aumento de precios le da un espaldarazo al gobierno pensando en la próxima negociación salarial, y en su intento de disociar los aumentos a la evolución de los precios en la economía.
Las autoridades del Banco Central del Uruguay (BCU), y en particular su presidente, Guillermo Tolosa, han sido enfáticos respecto a que el objetivo de la actual administración no es que la inflación se ubique dentro del rango de tolerancia, sino que la intención es apuntar a la meta propiamente dicha. Actualmente, esa meta está fijada en 4,5%, con una tolerancia de un punto y medio porcentual, es decir, que el nivel de inflación doméstico se ubique entre el 3% y el 6%.
El Índice de Precios al Consumo (IPC), indicador que se utiliza para medir la inflación minorista, registró en junio un leve descenso de 0,09% en comparación con el mes anterior, un dato inferior al aumento de 0,36% que se había observado un año atrás. Ello implicó una baja del dato anualizado que pasó del 5,05% en el año móvil cerrado a mayo, a 4,59% en los doce meses cerrados a junio, ubicándose así, casi en línea con el centro del objetivo. Por su parte, considerando el cierre del primer semestre, la inflación tuvo un aumento de 2,73% en la primera mitad del año.
En tanto, la inflación subyacente (que excluye los precios de frutas y verduras frescas, y combustibles) tuvo un aumento de 0,09% en junio, lo que también implicó un descenso del dato anualizado a 5,43%. En el semestre el aumento de la inflación subyacente estuvo en línea con la evolución del dato general (2,74%).
Así como el dato de déficit fue una mala noticia para el Gobierno en momentos de elaboración del presupuesto (ver nota página 15), este dato de inflación les da margen a las autoridades de cara a la próxima negociación salarial. Una inflación en línea con la meta, les brinda mayor credibilidad a las autoridades económicas en su intento de avanzar en la desindexación de los ajustes salariales (ver nota página 14).
Bajas generalizadas
La caída registrada por el dólar fue un factor clave en el descenso de precios en el mes. La divisa norteamericana tuvo el mes pasado una baja de 1,99% y acumula en el año un descenso de 7,17%. Esta semana, llegó a tocar un piso de 39,55 pesos, su mínimo valor nominal desde junio de 2024.
Fueron varias las divisiones que mostraron descensos en el mes, pero en particular se destacó “Transporte” que con un descenso de 0,97%, que incidió a la baja del IPC en 0,11 puntos porcentuales (pp.). A su interior, se destacaron las bajas de precios registradas por Automóvil o camioneta (-1,80%), Gasoil (-4,84%), Transporte de pasajeros con chofer (-2,64%) y Pasaje de avión (-5,80%).
La segunda división en relevancia para el dato deflacionario fue “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, la de mayor peso en la canasta de precios del IPC, que tuvo un descenso de 0,25% y que incidió en 0,07 pp. a la baja del indicador. Si bien el precio de la Carne y otros productos derivados tuvo un aumento de 1,56%, esta suba fue compensada por las bajas verificadas en Leche, otros productos lácteos y huevos (-0,77%), Frutas y frutos secos (-2,1%), y de Hortalizas, tubérculos y legumbres (-4,2%).
También mostraron caídas de precios, aunque de menor impacto a la baja, las divisiones: Bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos (-0,5%), Mobiliario, enseres domésticos y demás artículos regulares de los hogares (-0,27%), Seguros y servicios financieros (-0,12%) y Cuidado personal, protección social y bienes diversos (-0,11%).
Por el contrario, entre las divisiones que tuvieron subas en el mes, se destacó la incidencia de “Restaurantes y servicios de alojamiento”, que tuvo una suba de 0,53%, que incidió en 0,05 pp. al alza del IPC. Se menciona el aumento registrado en Restaurantes, cafés y similares (+0,64%), compensados por las bajas en los precios de Servicios de alojamiento, Hotel (-2,76%).
Por su parte, “Vivienda, electricidad, gas y otros combustibles” registró un encarecimiento de 0,24%, con un impacto al alza del IPC de 0,03 pp., que se explica mayormente por los aumentos en el precio de Alquileres (+0,37%) y en Leña (+1,81%).
Por último, “Recreación, deporte y cultura” tuvo una suba de 0,53%, también con una incidencia de 0,03 pp., que se explica principalmente por los incrementos en los precios de Entrada al cine (+7,10%) y en Paquetes turísticos al exterior (+1,98%).
Desempleo bajó en mayo a 7,8% porque menos gente buscó trabajo
Pese a un leve descenso del empleo, la tasa de desocupación bajó en mayo a 7,8%, debido fundamentalmente a que un menor número de personas se volcó al mercado laboral en busca de un trabajo, según arrojaron los datos difundidos por el INE.
En concreto, la Tasa de Actividad (la proporción de personas en edad de trabajar con empleo o que lo buscó en el período) bajó de 64,6% en abril a 64,4% en mayo, aunque medido en términos interanuales verifica un aumento de medio punto porcentual respecto a mayo de 2024 (63,9%). Por su parte, la Tasa de Empleo (proporción de personas en edad de trabajar con un empleo) tuvo un leve descenso mensual pasando de 59,5% en abril a 59,4% en mayo, y en términos interanuales verifica un aumento de casi un punto porcentual en relación a mayo del año pasado (58,5%).
De esta forma, la tasa de desempleo bajó desde el 8% de abril al 7,8% en mayo, y en términos interanuales se verifica una baja de siete décimas de punto en comparación con mayo de 2024 (8,5%).
En cuanto a las condiciones de empleo de la población ocupada, se constata que el 9,3% de los trabajadores se encuentra subempleado (trabaja menos de 40 horas semanales y manifiesta su intención de hacerlo más), mientras que el no registro a la seguridad social por el trabajo principal se sitúa en 21,6%.