Si bien se mantiene priorizado el objetivo de bajar los niveles de inflación, y se reafirmó que el Banco Central del Uruguay (BCU) “consolida la fase contractiva de política monetaria”, las debilidades que se evidencian en materia económica en el escenario internacional y local, llevaron a la entidad a mantener incambiada la tasa de política monetaria en 9,25%. El BCU señala que “el escenario esperado permitiría alcanzar la meta de 4,5% en los próximos 12 meses”.
Aunque posiblemente a las autoridades del BCU les hubiese gustado un aumento en “el precio del dinero”, las incertidumbres planteadas en el escenario internacional y un arranque de año en materia económica menos dinámico de lo esperado, llevaron al Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad a optar por la cautela y mantener incambiada la tasa de política monetaria en 9,25%. La decisión, adoptada por la unanimidad del directorio, tiene “el objetivo de continuar la convergencia de la inflación hacia la meta de 4,5% anual”, y “profundiza el sesgo contractivo de política dado el descenso de las expectativas de inflación”.
De acuerdo a lo señalado a través del comunicado publicado luego de la reunión del pasado martes 27 de mayo, la inflación se ubicó en abril en 5,36%, encaminándose a cumplir los dos años seguidos dentro del rango de tolerancia (3%-6%), un “período que representa la totalidad del Horizonte de Política Monetaria (HPM)” (24 meses). No obstante, se manifestó que “la inflación núcleo se ubicó en torno al techo del rango, lo que sugiere que aún persisten rigideces que dificultan una desinflación más equilibrada”.
En cuanto a las expectativas de inflación a dos años, se comentó que el pronóstico de los analistas se redujo de 5,8% a 5,5%, mientras que el de los mercados financieros bajó de 6,1% a 5,3%.
“Las proyecciones de inflación del Banco Central a corto plazo muestran un descenso algo mayor al anticipado en la reunión anterior del Copom, lo que en el escenario esperado permitiría alcanzar la meta de 4,5% en los próximos 12 meses”, destaca el comunicado.
Efectos contrapuestos
A nivel global, las proyecciones de crecimiento, que ya habían sido revisadas a la baja, continúan afectadas por la persistente incertidumbre de políticas. Por su parte, a nivel doméstico, los indicadores de corto plazo muestran que la actividad económica de Uruguay “mantiene un dinamismo menor al analizado en la reunión anterior”.
“A los efectos de adoptar la decisión de política monetaria, el Copom evaluó elementos que operan de manera contrapuesta. Por un lado, el descenso de las expectativas, la revisión a la baja de la inflación y del crecimiento económico de corto plazo. Por otro lado, la inflación núcleo elevada y persistente, así como las expectativas que continúan significativamente por encima de la meta”, describe el comunicado.