Según un informe expedido por la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, (CUTI), el pasado año fue un período bisagra en lo que respecta a la industria tecnológica.
El sector experimentó una caída del 6% en su facturación, signado por el contexto pandémico y la recesión económica que impuso la crisis sanitaria.
No obstante, el empleo se mantuvo estable y se evidenció que por primera vez el mercado se concentró a nivel internacional, generando US$ 11 millones más que el comercio interno.
El año 2020 fue un año particular para el país y el mundo, así también como para la economía global, lo que adyacentemente afectó a las industrias uruguayas.
En esta línea, el informe remitido por la CUTI estudió los números que arrojó la industria de las tecnologías de la información en dicho período, y concluyó en que esta sufrió una baja del 6% en su facturación. En este contexto, el presidente de esta cámara, Leonardo Loureiro, reafirmó que esto tiene una clara explicación.
“La caída en la facturación se explica por la incidencia de la pandemia y el impacto
que tuvo en las empresas de TI- tecnologías de la información- que dan servicios a sectores de la economía como el turismo y el entretenimiento. De todos modos, fue de los sectores que mostró más resiliencia ante la crisis mundial de la economía”, declaró el ejecutivo.
A su vez, analizó que dicha situación conllevó una revolución tecnológica abrupta, para la cual el experto considera que Uruguay se encuentra sumamente preparado.
Por otro lado, el comercio internacional se situó como un fuerte impulsor de esta industria, superando por primera vez las ventas nacionales.
Lo anterior atiende a una fuerte apuesta de las empresas a la internalización del sector.
En este escenario, Estados Unidos se situó como el principal cliente, recibiendo el 74% de las exportaciones, seguido por Reino Unido y Chile.
Desde la Cámara se adelantó que, aunque actualmente el papel de las ventas a norteamérica continúa cobrando importancia, hay señales que dan cuentan de una creciente diversificación de los mercados.
En otro orden, una cifra que se comportó de forma estable fue el empleo en el sector, dando trabajo a un estimado de 15.000 personas.
“Las empresas del sector de tecnologías de la información y sus colaboradores han sido esenciales para mantener funcionando buena parte de los procesos productivos y de las relaciones sociales en nuestro país, así como en otras regiones del planeta”, sostuvo el presidente en este sentido.
Loureiro también destacó el valor del análisis interanual para la generación de políticas y estrategias para potenciar dicha industria.
Asimismo, resaltó la importancia de la formación en esta área y aseguró que un incremento en la cantidad de personas formadas para trabajar en las tecnologías de la información tendría un impacto significativo en el PBI del país.
