Gerardo Amarilla: “El objetivo es mejorar las actividades productivas para afectar en menor medida la calidad de las aguas”

EDICIÓN ESPECIAL | DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Subsecretario de Ambiente


A partir del desarrollo de diversas actividades económicas, las aguas han sufrido una gran afectación a nivel ambiental. Este inconveniente, junto al problema de los residuos, genera diferentes retos para quienes deben tomar las medidas en materia de medio ambiente. Hacia el futuro, el foco estará puesto en las posibles soluciones a estas y otras dificultades.

-¿Qué análisis hace de la situación de Uruguay en materia de medio ambiente?

-Uruguay tuvo pocos impactos ambientales durante el siglo XX, más allá de algún desarrollo muy puntual de industrias en el área metropolitana de Montevideo y algún desorden en la ocupación de la costa en los departamentos como Canelones, Maldonado o Rocha.

Fue en el siglo XXI donde comenzaron a notarse afectaciones en determinados lugares del territorio: en muchas cuencas de arroyos y de ríos. Comenzaron a verse impactos que se daban también por una presión importante de una agricultura que tuvo un crecimiento muy exponencial en el territorio y ello llevó al uso intensivo del suelo. Claramente se afectó la calidad del agua. La más visible y notable fue la cuenca de Santa Lucía, que tiene especial interés porque de allí se provee el agua potable para el 60% de la población del país.

También otras cuencas como la de San Salvador, el Río Negro, pero ahí vimos un impacto que se dio en las primeras décadas del siglo XXI, y algunas presiones importantes vinculadas a emprendimientos de la industria del papel a partir de la extensión de la actividad forestal y eso generó una tensión sobre el ambiente. Posteriormente, algún emprendimiento de actividad de minería de gran porte que planteaba un proyecto de dimensiones muy importantes para lo que es nuestro territorio.

-¿Cuáles son los mayores desafíos ambientales en el contexto actual?

-Los principales desafíos tienen que ver con mejorar la calidad del agua. Las aguas subterráneas han tenido una gran afectación a partir de diferentes actividades y descuidos.

El tema de residuos es también un problema serio que tenemos que abordar como sociedad, poniendo bastante pienso, pero sobre todo una buena coordinación de la sociedad con los gobiernos (nacional, departamentales o municipales) y los actores privados que son los que muchas veces ponen los productos en el mercado y tienen que cooperar para su mejor gestión, reciclaje, retorno y reducción.

-¿Qué metas se han fijado para cumplir en lo que resta de la administración?

-Hemos trabajado en diferentes cuencas como Río Negro y Santa Lucía para tratar de mejorar la calidad de las aguas. Allí hay varios proyectos para intentar mejorar la acción del hombre y las distintas actividades productivas o habitacionales para afectar en menor medida la calidad de las aguas y mejorar su estado.

Vinculado a esto, el proyecto de buscar una fuente alternativa de agua potable para Montevideo y su área metropolitana acudiendo al Río de la Plata, intentamos culminarlo en este período. Eso va a generar una mejora en la calidad de aguas y una reducción en la presión que tenemos hoy sobre el Santa Lucía.

Tenemos un gran desafío que tiene que ver con la mejora de gestión de residuos especiales. Hemos avanzado con los residuos de obra y de construcción. Vamos a avanzar con un plan para los residuos electrónicos, domiciliarios y comerciales. Estamos trabajando con varios departamentos en diferentes proyectos de mejora en la gestión de los residuos urbanos y en la selección de residuos de origen y los distintos circuitos de reciclaje.

Uruguay tiene varios ítems de exportación vinculados a la producción agropecuaria y la carne, cereales, soja, arroz, madera, lácteos. Hay que tratar de lograr certificaciones ambientales que nos permitan mejorar los mercados en donde colocamos esta producción y el valor de la misma: preservar y cuidar nuestro Uruguay Natural.