Inumet trabaja en la generación de “un modelo numérico de mesoescala” adecuado a nuestra región para mejorar la predicción meteorológica

Medioambiente

En el contexto de cambios históricos en el clima a raíz del calentamiento global, el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) realiza esfuerzos para mejorar la predictibilidad de fenómenos cada vez más frecuentes, mientras mejora sus herramientas tecnológicas disponibles y redobla la comunicación con la población.

Natalie Pareja, directora nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, analizó el cambio gradual de las condiciones climáticas en el país. El clima del Uruguay se considera del tipo templado, húmedo y sin estación seca.  Más allá de las variaciones interanuales debidas a la variabilidad climática natural, la temperatura media anual es de 17,5ºC, oscilando entre cerca de 20ºC en el noreste, y unos 16ºC en la costa atlántica. Esta media se ha elevado alrededor de 0,8ºC en los últimos 65 años. 

El cambio climático

Según datos brindados por el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), si observamos con perspectiva histórica, se destacan años extremadamente fríos como 1984, 1988 y 2016, y años extremadamente cálidos como el 2017. En cuanto a las variaciones interanuales de las lluvias, se destacan años muy lluviosos como el 2002, donde se superaron los 2.000 mm acumulados promedio, y años extremadamente secos como 2008, donde apenas se alcanzaron los 700 mm, condicionados ambos extremos por episodios cálidos de El Niño (ENSO) en el caso 2002, y por un episodio frío del ENSO en el 2008. 

Las proyecciones a futuro, muestran un aumento en la temperatura media anual. Para el horizonte cercano (2020-2044) los modelos proyectan un incremento entre 0.5°C y 1.6 °C con respecto a 1981-2010, sin grandes diferencias entre escenarios. Para el horizonte lejano (2075-2099) los modelos proyectan entre 1.5°C y 5.5 °C de incremento, respecto a 1981-2010, En cuanto a extremos, es posible mencionar que las olas de calor en nuestra región, aumentarán en número y duración para fin de siglo XXI. 

Fenómenos como los ciclones y anticiclones, predominan en el invierno, con una duración entre cinco y siete días. Según Pareja, estos son frecuentes y se vinculan “a la infraestructura y la propiedad dañada” a lo largo de la zona costera. Las proyecciones futuras muestran una tendencia positiva gradual con una mayor ocurrencia de eventos extremos (precipitaciones, tormentas extratropicales, olas de calor y de frío). El fenómeno interanual con mayor impacto en las precipitaciones de Uruguay es El Niño, que tienden a aumentar en frecuencia a medida que aumenta la temperatura global. Además, los eventos extremos relacionados con La Niña podrían también volverse más frecuentes, particularmente los eventos de sequía de tres meses en un horizonte a corto plazo.

Infraestructura

Natalí Bentancor, directora de Servicios Meteorológicos del Inumet, dijo a CRÓNICAS que se han dado muchos avances tecnológicos “que permiten mejorar el proceso de predicción”, aunque “hay que comprender que los pronósticos son probabilidades de que un fenómeno ocurra, y tiene su grado de incertidumbre y error”. Agregó que el instituto cuenta con “una red de estaciones automáticas y convencionales” que permite realizar la vigilancia meteorológica, además de “sistemas de teledetección” como imágenes de satélite y descargas atmosféricas. El instituto también está trabajando en la generación de “un modelo numérico de mesoescala” para la predicción meteorológica, mejor ajustado a nuestra región, aunque “es algo que tomará un tiempo”. De todas formas, para Bentancor, este modelo no soluciona el problema de la predicción en su totalidad, ya que “la atmósfera tiene un comportamiento bastante complejo”. 

Por último, mencionó que “estaría faltando un radar meteorológico y radiosondeos” para conocer el perfil vertical de la atmósfera en un punto y horario determinado. Diego Plada, director del Inumet, dijo a CRÓNICAS que se realizó un fideicomiso con el Inumet y Presidencia a través del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), para la compra de radares, en proceso actualmente. Uno sería colocado en el pueblo salteño Biassini, el segundo en la villa Ismael Cortinas del departamento de Flores y un tercero en la localidad Pirarajá de Lavalleja. 

Comunicación a la población 

Plada opinó que en los últimos años “se trabajó mucho” en la comunicación al público, gracias a mejoras en las página institucional, la difusión en redes y la aplicación de Inumet, así como mayor cantidad de notas de prensa que comparten los pronósticos. Bentancor agregó por su parte, algunas cosas a mejorar. “Faltaría hacer hincapié en que una alerta es un pronóstico, y se realiza cuando las condiciones pueden adquirir cierto grado de peligrosidad. Por otro lado está el pronóstico del tiempo diario, que es información útil para tomar decisiones”. En cuanto a la respuesta de la población ante las alertas, Bentancor dijo que “sí hay un grado de cumplimiento elevado”, aunque notaron que en general, “la población en ocasiones desconoce la diferencia de las alertas que emite el organismo oficial y la información que surge de redes sociales o medios de comunicación”. Como autocrítica, mencionó que “falta realizar encuestas de satisfacción a los usuarios” para contribuir a la mejora continua. 

¿Cómo trabajan los organismos meteorológicos con el gobierno? 

Plada explicó que en el Sinae trabajan múltiples organismos que integran el sistema de respuesta, “desde bomberos, la policía y el ejército, hasta las intendencias, Inumet”. Bentancor sumó que el procedimiento interno de Inumet estipula los pasos a seguir ante fenómenos meteorológicos adversos que puedan derivar en alerta meteorológica, siempre y cuando los fenómenos meteorológicos tengan un alto grado de predictibilidad. La comunicación se realiza de forma interna entre 72 y 12 hs antes de cada evento, se mantiene el contacto con Dinagua cuando las alertas puedan derivar en inundaciones, y con el Mides en caso de olas de frío y de calor. Según Plada, el Inumet también trabaja con el Ministerio de Ganadería y Agricultura (MGAP) a través de la Dirección Nacional de Emergencias, para articular las emergencias agropecuarias. También trabajan con el Laboratorio de Energía Solar de la Universidad de la República para el novedoso “índice de radiación ultravioleta”, con el que generan información que intercambian con el Ministerio de Salud. En cuanto al relacionamiento con el Poder Ejecutivo, Plada mencionó que es bueno y que el Inumet está “conforme con las receptividad” en la Rendición de Cuentas. “En el rubro funcionamiento se logró un ahorro importante en los últimos años, sin perjudicar al servicio”. Exactamente, dicho ahorro fue de $8.592.924 pesos uruguayos, lo que representa un 17,85% del rubro.