Nuevo cable submarino de fibra óptica permitirá a Uruguay exportar internet

Google > ES UNO DE LOS SOCIOS DE ANTEL EN EL PROYECTO QUE LLEVÓ CINCO AÑOS DE TRABAJO

El primer cable submarino que conecta Uruguay con los principales puntos estratégicos de internet del mundo -como lo es Estados Unidos, se inauguró el pasado viernes 18 de agosto. El proyecto comenzó hace cinco años e implicó asociaciones de Antel con empresas internacionales, como Google. Hasta el momento, Uruguay compraba a terceras personas internet y a partir de ahora podrá exportar este servicio al mundo.

Por Anahí Acevedo |  @PapovAnahi

El viernes por la mañana el barco que trabajaba en Playa Brava, Punta del Este, para bajar el tramo final del cable al fondo del mar fue el centro de todas las miradas de quienes se encontraban reunidos para presenciar un momento histórico. Antel inauguraba el primer cable submarino de fibra óptica que une Uruguay con las Américas y que suma a un ecosistema formado por la flamante data center, la red LTE  y la llegada de fibra óptica a los hogares.

En el momento en el que la primera boya bajó, el Himno Nacional uruguayo, interpretado por la Orquesta Juvenil del Sodre, fue entonado en presencia de las autoridades que fueron parte del proyecto: la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse; el presidente de Antel, Andrés Tolosa, y Jayne Stowell, ejecutiva global de Google. Para la ocasión estaba prevista la presencia del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, quien se excusó a media mañana de no poder concurrir.

De esta forma, nuestro país unió vía marina con Brasil y, al mismo tiempo, con Estados Unidos, utilizando la tecnología más avanzada hasta el momento, a través de un cable de una longitud total de 12.000 kilómetros. Los cables de terceros proveedores utilizados hasta el momento cuentan con más de 15 años y se están aproximando al fin de su vida útil. A la vez, la tecnología es más antigua y la capacidad limitada para los requerimientos crecientes actuales.

Este evento fue calificado como un hito “sin precedentes” para Uruguay, dado que este cable tiene la capacidad de satisfacer con creces la demanda local, lo que le permite a la empresa estatal convertirse en un proveedor internacional de servicios de telecomunicaciones.

Los brazos que permiten conectar el data center con el mundo

El nuevo cable submarino permite un mejor aprovechamiento del trabajo realizado en el data center de Antel. Tolosa comentó que este último es el núcleo de una infraestructura digital. “Si no tiene la mejor conectividad hacia Uruguay, que lo hace a través de la fibra óptica, y hacia el mundo, con el cable submarino el data center estaría con los brazos cortados” expuso.

El proyecto tuvo una inversión total de entre 300 y 350 millones de dólares, de los cuales Antel volcó 73, 8 millones de dólares. La empresa estatal, en el tramo que une Uruguay con Brasil, cuenta con dos pares de fibra óptica y está asociada con Google, al igual que con el cable que va hacia Estados Unidos. En el tramo norte, Antel cuenta con un par de fibra óptica y tiene como socios a una empresa brasileña (Algar Telecom) y a la angoleña Angola Cables.

Antel, junto al resto de las empresas, forman un consorcio donde cada una de las partes se comprometió, por contrato, al mantenimiento y a continuar trabajando en conjunto.

Tolosa explicó que cada uno de los socios cuenta con fibras independientes, por lo que cada uno de ellos podrá colocar el equipamiento sobre estas fibras y tener la independencia y posibilidad de aumentar la capacidad si así lo requiere.

“Cada parte de las fibras tiene una gran capacidad, muchísimo más de lo que hoy necesitamos, pero eso es lo que nos garantiza poder seguir creciendo”, dijo.

En este marco, Antel puede vender la capacidad sobrante a otras empresas de países vecinos, como Argentina y Brasil, así como también a Chile, Paraguay y Bolivia, transitando por el país argentino.

Según datos de la Ursec, en 2005 eran 60.000 las personas que tenían acceso a banda ancha. A  fines de 2016, ese número se elevó a un millón.

Igualmente, el presidente de Antel aseguró que importantes multinacionales se instalarán en nuestro país, atraídos por este ecosistema tecnológico y, si bien no quiso comentar el nombre de las mismas, señaló que ya están en negociaciones de desembarcar en el data center para vender servicios a la región y al mundo.

La locomotora del siglo XXI

Durante su oratoria, Cosse manifestó que “desde hace días”, junto a Vázquez, reflexionaban sobre este proyecto que “a muchos les pareció un imposible”. La jerarca definió el hecho como “la locomotora del siglo XXI”, sobre la cual hay que preguntarse qué colocar dentro de sus vagones, e hizo énfasis en que el cable submarino resultará de gran beneficio para la industria de software nacional y generará un gran impacto en los microemprendimientos de esta índole que son llevados adelantes por jóvenes.

En esta línea, resaltó los cambios que viene viviendo el mundo en materia económica y comentó que “es una gran garantía” para el país tener esta infraestructura, así como también dijo que se debe estar “constantemente” pensando en cuál será el próximo proyecto disruptivo a inaugurar dentro de cuatro años.

Durante su oratoria, la ministra remarcó: “El Uruguay es un país confiable en el que tenemos una inquebrantable institucionalidad y una democracia consolidada y fuerte, que lleva 14 años de crecimiento sostenido, que abatió la pobreza, que prácticamente no tiene indigencia, que distribuyó mejor la riqueza y que desarrolla planes de infraestructura que abarcan vialidad, saneamiento e infraestructura social, centros para la primera infancia, mejoras en los hospitales y planes de vivienda”.

Asímismo, expresó: “Estamos asistiendo a un proyecto que nos hubiera parecido un sueño. Es hora de que empecemos a conocer el país que tenemos, a fortalecer los tejidos de confianza entre nosotros. Entiendo que hay que seguir levantando la mira y construyendo el cambio, sentando las bases materiales para los nuevos trabajos de nuestros niños”.


12 mil kilómetros por el océano

Antel tiene el uso exclusivo de dos pares de la fibra, que le permiten una capacidad de transmisión de 40 terabits por segundo. El tramo Uruguay – Brasil (que abarca 2.000 kilómetros de cableado), se complementa con el tramo, recientemente inaugurado, que conecta Brasil y Estados Unidos, y que une las ciudades de Santos y Fortaleza con Boca Ratón en Florida, en el país norteamericano, y el cual mide 10.000 kilómetros más.


¿Bajas en las tarifas?

Tolosa dijo a la prensa que el nuevo cable submarino permitirá que ocurran bajas en las tarifas relacionadas a los aumentos de velocidad y de capacidad. “El esquema es que en este mundo de telecomunicaciones sea más capacidad, velocidad, y menores precios”, expresó.

Además, consideró que si se comparan los precios de la última década en materia de telecomunicaciones, en relación a la variación del Índice de Precios al Consumo, los costos actuales están en la mitad de estos, o aún más abajo. “Esto va a seguir sucediendo, y esta infraestructura así lo permite”, aseveró.  Agregó, además, que esta disminución en las tarifas se notará “año a año”.