CRÓNICAS consultó a Federico Holzmann, vocero de Un Solo Uruguay (USU), acerca de la situación actual del movimiento y abordó diversos temas que son de su preocupación y que implican un involucramiento por parte de la organización. La sequía y la reforma jubilatoria, junto con las políticas de fijación de los precios de combustibles fueron los ejes principales de su discurso y afirmó que la organización no se vincula a ningún partido político.
USU nació en 2018 como un movimiento de protestas autoconvocado, integrado por actores del rubro agropecuario, empresarial e industrial. En sus cinco años de trayectoria ha llevado a cabo distintas movilizaciones en protesta de los temas que conciernen e implican a sus integrantes.
Dentro de su orgánica, el porcentaje de integrantes ha sufrido modificaciones en cuanto a los distintos actores que lo integraban y que perseguían una idea fija que apuntaba a cambiar al anterior gobierno del Frente Amplio (FA), que entendían que “coartaba y asfixiaba” las libertades para el desarrollo empresarial.
Tras ser consultado acerca de la política actual de USU, Holzmann afirmó que “el movimiento no se dice ni de izquierda ni de derecha. Lo que intenta es desprenderse de este tipo de barreras y apuntar netamente a los derechos de la familia, el trabajo y el respeto por el trabajo, el desarrollo familiar y empresarial, entonces es algo que está por fuera de lo que se podría enmarcar como algo ideológico”.
Además, remarcó que a su entender los gobiernos no han demostrado tener diferencias, salvo por determinados aspectos donde el actual gobierno ha trabajado, como la derogación de la ley de “obligatoriedad” financiera que impuso el gobierno anterior. “Ese tipo de acciones dejaron respirar un aire de mayor libertad y este es el único aspecto que nos posiciona cuando hablamos del paso de un gobierno a otro”.
Actualmente, el movimiento se encuentra elaborando un punto de partida en lo que respecta al tema de reservorios de aguas, puntualmente en la captación de lluvias, su almacenamiento y aprovechamiento, junto con diversas instituciones competentes en el tema.
Junto con la preocupación generada por las sequías, también se encuentran abordando la problemática de la caminería rural, solicitando pedidos de informes a las distintas intendencias para ver el destino de los gastos del dinero público.
“Como no se lleva un control estricto de esos costos queremos corroborar que llegan y son optimizados en la caminería rural”, declaró el entrevistado.
Los temas que se encuentran sobre la mesa
En cuanto a la reforma de la seguridad social, el movimiento se posiciona en desacuerdo, argumentando que la misma busca atender un déficit que no logrará solventar, sino que generará un déficit mayor, por lo que el entrevistado entiende que la reforma debe ser llevada a cabo dentro del Banco de Previsión Social (BPS), tanto en las ejecuciones de los gastos como en los pagos de las prestaciones.
Por último, Holzmann puso énfasis en la política de fijación de los precios del combustible y afirmó que “el gobierno demuestra un mecanismo distinto al anterior, que era netamente recaudador, a pesar de no haber abordado grandes cambios”.