UPM Paso de los Toros: un origen y una respuesta

Un punto de conexión entre el pasado y el futuro

Es a 2016 que hay que remontarse para reconstruir la realidad de lo que es hoy UPM Paso de los Toros. En aquel momento y como resultado de un largo proceso, la empresa comunicaba que estaba considerando alternativas a largo plazo para su crecimiento en Uruguay. Sin embargo, nadie imaginaba que a partir de tal iniciativa se terminaría concretando la inversión más importante de la historia del país y de la empresa.

Son siete los años que han pasado desde que se tomó la decisión por parte de la empresa finlandesa de iniciar conversaciones con el gobierno uruguayo para el desarrollo de una infraestructura logística. Según se manejaba en aquel momento, esto vinculaba al ferrocarril, rutas y caminos.

Apuntar primero a la infraestructura logística era, literalmente, el camino hacia UPM Paso de los Toros. Y tenía que ver, en primera instancia, con la identificación por parte de los inversores de la falta de infraestructura logística como el principal problema que limitaba la construcción de nuevas operaciones industriales al interior del país. Se expresaba que si se lograba en los años posteriores cumplir con una serie de desafíos en este campo, era posible hablar de la instalación de una segunda planta con tecnología de vanguardia y un responsable desempeño ambiental.

Jaakko Sarantola, vicepresidente Senior de la Plataforma de Desarrollo de Negocios en Uruguay, resaltaba en julio de 2016 ante este panorama que “Uruguay podría ser una alternativa competitiva para atender las oportunidades del mercado de la celulosa de UPM en la década del 2020”. En definitiva, las oportunidades de mercado y más expresamente la fuerte convicción de que el crecimiento de la demanda de fibras de celulosa continuaría, eran los elementos que respaldaban la que era en aquel momento solo una iniciativa. Pasando a datos concretos, UPM señalaba que para finales de la década de 2020 se espera que la demanda global de celulosa kraft blanqueada aumente aproximadamente unos 20 millones de toneladas. Esta visión, según se resaltaba, tenía que ver con el ritmo de crecimiento que había tenido lugar hasta el momento.

Si bien la empresa mencionaba que se encontraba valorando diferentes alternativas en el mundo, estaba claro que Uruguay cumplía con las características necesarias para el desarrollo de la estrategia de crecimiento en múltiples tipos de fibras. Es por eso que pensando ya en la capacidad de producción de aquel momento, como en la que se podía llegar en el futuro, se veía la posibilidad de poder atender tanto la demanda industrial como la del consumidor final en materia de papel tisú, embalaje, cartulinas y papeles especiales.


Antes de UPM Paso de los Toros

Más allá de las mencionadas restricciones logísticas de aquel momento, desde la empresa se evaluaban como positivas las condiciones y el desarrollo que había logrado hasta el momento la industria de la celulosa en el país, de acuerdo a sus proyecciones de cara a la exportación. La empresa se había involucrado en el proceso ya en los años 90, cuando se incorporó en forma de socio y fundador a Forestal Oriental, empresa que lideró la expansión de la masa forestal en Uruguay en el marco de la Política Forestal Nacional. Hoy en día, la empresa gestiona alrededor de 250.000 hectáreas con posibilidades de ser plantadas. Incluyéndose en ellas predios propios y de terceros a través del Programa de Fomento.

Ya en el año 2006, instaló su primera planta en Fray Bentos, siendo esta en su momento la mayor inversión privada de la historia del país. Aproximadamente US$ 1.200 millones fueron requeridos para hacerla realidad, lo que representó el 5% del Producto Bruto Interno (PBI) de aquel año. Su puesta en funcionamiento llegó en noviembre de 2007.

Tal planta, ubicada en la ribera del Río Uruguay, ha producido en promedio 1.3 millones de toneladas de celulosa por año y emplea actualmente 800 personas, de las cuales el 99% son ciudadanos uruguayos. El proceso logístico de transporte de su producción se da a través de barcazas que van desde la fábrica hasta Nueva Palmira, donde se encuentra el puerto de aguas profundas que permite pasar la carga a buques transoceánicos con rumbo a Europa y Asia.

UPM, dentro de su diversidad y luego de un marcado proceso de establecimiento en el país, ha incorporado también lo que se conoce como Fundación UPM. La misma, si bien nació en Fray Bentos, junto a la primera planta, con el paso del tiempo ha ido profundizando su labor considerablemente. Con el objetivo puesto en el fortalecimiento de las comunidades, impulsa proyectos y ofrece distintas becas de capacitación educativa en el interior del país. Vale destacar que en los últimos tres años desarrolló 65 proyectos, llegando a tener un impacto en más de 5.000 personas, pertenecientes a 100 comunidades distintas del interior del país.