Según un reciente informe de la Cepal, Uruguay se ubica entre los países más avanzados de América Latina en digitalización, principalmente en gobierno digital y transformación productiva. Sin embargo, persisten debilidades en tecnologías emergentes e infraestructura digital a nivel sectorial. Leonardo Loureiro, directivo de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), advirtió entrevistado por CRÓNICAS que “hay cosas para hacer y mejorar” e hizo un llamado a aprovechar los activos digitales existentes para cerrar las brechas internas.
Por Lucía Arregui | @luuarregui
Un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ubicó a Uruguay entre los países con mejor desempeño en políticas de digitalización en la región. De acuerdo con el estudio, el país integra el “Grupo 1” junto a Argentina, Brasil, Jamaica, El Salvador y Colombia, que presentan un desarrollo superior al promedio tanto en sus agendas digitales como en sus estrategias sectoriales.
Uruguay destaca en dimensiones como gobierno digital, gobernanza e infraestructura digital, aunque aún muestra rezagos importantes en salud digital y, especialmente, en tecnologías emergentes. “Uruguay está muy bien posicionado, pero claramente hay un espacio de mejora”, señaló Loureiro.
Tecnologías emergentes: lo que se hace “para afuera”
El informe muestra que el país tiene un puntaje nulo en la dimensión de tecnologías emergentes. El entrevistado explicó que esto se debe a que, si bien el ecosistema tecnológico local está trabajando con inteligencia artificial, blockchain y computación cuántica, esos desarrollos están orientados al mercado internacional. “No hay un uso intensivo de la tecnología en sectores distintos al de tecnología”, explicó.
Esa desconexión representa un riesgo competitivo, puesto que, “si los otros están más avanzados en el consumo de tecnología, tienen mejores márgenes, pueden negociar mejores precios. Todo eso impacta en las otras áreas de la actividad económica”, advirtió.
Programas pequeños, impactos limitados
“Hubo un proyecto en el gobierno anterior que lo lideró la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), que se llamó ANDE Digital, pero son pocos recursos que se destinan como para incentivar la incorporación de la digitalización en las distintas empresas como las pymes y las mipymes”, señaló.
Además, sostuvo que Uruguay cuenta con varios “activos digitales” —como la facturación electrónica extendida, los medios de pago digitales o el e-commerce—, pero que no siempre son aprovechados. “Si las empresas tuvieran mecanismos como para poder aprovechar esos activos digitales que existen y digitalizarse a sí mismas, con poco esfuerzo y gran impacto podrían empezar a digitalizarse aún más”, afirmó.
Para eso, consideró clave que existan programas estatales que apunten a “no reinventar la rueda”, sino a integrar lo que ya funciona: “¿Cómo estás usando la facturación electrónica, los pagos electrónicos, el e-commerce que hoy está extendido en todo el país? Ese tipo de cosas, empezar a incorporarlas dentro de las empresas”, detalló.
Probar en casa, exportar después
El especialista indicó que muchas empresas del sector tecnológico que históricamente tuvieron foco en el mercado internacional están comenzando a trabajar más con industrias locales. “Estamos en un proceso de transformar más servicio en producto. Entonces, es bueno crear productos nuevos y probarlos en una empresa cercana”, puntualizó.
Como ejemplo, explicó que, si una empresa tecnológica quiere desarrollar una solución para el sector lácteo o el turismo, puede ser útil comenzar aplicándola en el mercado nacional antes de escalar: “Imaginen que si yo quisiera generar un producto que después tenga un mercado muy grande en el sector lácteo, debería lograr ver cómo trabajar con Conaprole y las otras empresas lácteas del país”. Esa experiencia, agregó, puede luego trasladarse a otros países o sectores especializados.
Falta conexión entre sectores
Tras ser consultado sobre los principales cuellos de botella que enfrentan hoy las empresas tecnológicas uruguayas en términos de digitalización sectorial, identificó la falta de articulación entre el sector tecnológico y el resto del aparato productivo. “No hemos logrado convencer a nuestros colegas empresarios de otros sectores de la importancia de la digitalización”, admitió. Y añadió que “lo que falta es más trabajo en conjunto entre todos los sectores de actividad económica”.
Mirar hacia la región
Según los datos del informe, Chile es uno de los países que ha logrado impulsar la transformación digital en sectores estratégicos gracias a la inversión de ingresos extraordinarios. Loureiro comentó que “hay ejemplos interesantes de otros países” y mencionó que en el país andino hay apoyo “muy fuerte” a actividades como la agricultura, vitivinicultura, turismo y la industria del salmón. “Esto ha generado una transformación digital en sus propios procesos”, expresó. En su opinión, tomar este tipo de experiencias puede ser útil para acelerar los avances en Uruguay.