La recaudación total bruta de la Dirección General Impositiva (DGI) alcanzó en abril unos 51.288 millones de pesos, lo que implicó un crecimiento de 6,9% medido a valores corrientes, pero descontando el efecto inflacionario, implica una baja de 0,6% respecto a abril de 2022. Por su parte, si se descuenta la devolución de impuestos que realiza la DGI, la recaudación neta registra una caída de 1,7%.
De esta forma, los ingresos del organismo recaudador cerraron tres meses de caídas interanuales consecutivas y acumularon en el primer cuatrimestre del año una baja de 1% en términos brutos y de 1,8% en términos netos.
Al analizar por agrupaciones de tributos en el acumulado del año, se destaca la caída de 3,6% en los impuestos al consumo y de 17,4% del agregado otros impuestos, que no llegan a ser compensadas por las subas de 0,9% de los impuestos a la renta y de 4,5% en los impuestos a la propiedad.
El Impuesto al valor agregado (IVA), el tributo de mayor peso en la recaudación de la DGI representando el 45,5% del total, tuvo una caída de 2,7% en el primer cuatrimestre del año, mientras que el Imesi bajó sus ingresos un 7,6%.
Por su parte, el IRAE registra un crecimiento interanual de 1,3% en enero-abril, pero el Imeba verifica un descenso de 37%. En cuanto al IRPF, en conjunto aumenta su recaudación 1,6%, debido a la suba de la categoría II del tributo (rentas al trabajo), ya que la categoría I tuvo una merma del 1%. En tanto, el IASS aumentó sus ingresos un 3,8% y el Impuesto a la Renta de los No Residentes lo hizo un 1,8%.
Por último, los tres impuestos a la propiedad tuvieron aumentos. El Impuesto al Patrimonio aumentó su recaudación un 4,9%, el Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales un 0,5% y el Impuesto de Primaria un 4,5%.
