Uruguay reconocido por prestigiosas organizaciones por su calidad democrática

Por Berta Sanseverino (*) | @bsanseverino

En el año 2016 nuestro país fue destacado por diversas organizaciones que analizan aspectos de la calidad democrática y bienestar de los países en la región y en el mundo. En todos ellos Uruguay ha tenido una puntuación destacada, ocupando los primeros lugares en la región y calificando muy bien a nivel general.

Inclusión social

Americas Quarterly es una publicación enfocada en Latinoamérica que publica anualmente un “Índice de Inclusión Social”. En él se analizan las políticas de protección a sus ciudadanos que implementan los países sin importar su raza, género u orientación sexual, para lo cual no solo se tiene en cuenta variables económicas sino 23 factores que incluyen la participación civil y política de minorías y el acceso al empleo y la vivienda. Por tercer año consecutivo, Uruguay encabezó dicho índice en el año 2016.

El informe reconoce como estrategias importantes el apoyo a la comunidad LGBT, el empoderamiento de las mujeres, el acceso al empleo y la vivienda, sin importar género y raza, y el apoyo de los derechos civiles y políticos.

Algunas de las políticas destacadas son la ley de matrimonio igualitario (2013), la legalización de la adopción para parejas del mismo sexo (2009), la ley de cambio de sexo registral (2009). Pero además, se destaca el clima general favorable a la inclusión de la sociedad uruguaya, así como su cultura democrática. Se plantea como uno de los aspectos a mejorar la situación de discriminación de la población afrodescendiente; aunque se reconoce la aprobación de importantes leyes y medidas, hay pautas culturales discriminatorias que aún hay que superar.

Democracia plena

La prestigiosa publicación The Economist publica un Índice de Democracia elaborado por su Unidad de Inteligencia. En su edición del año 2015 concluyó que Uruguay es la única democracia plena de América Latina y lo ubicó en el puesto 19 a nivel mundial.

En el informe se evalúan 165 Estados en base a cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, el funcionamiento del gobierno, la participación política y la cultura política. Luego de analizar estos elementos se categorizan los países en democracias plenas, democracias imperfectas, regímenes híbridos y regímenes autoritarios.

El puntaje de Uruguay fue de 8,17 sobre 10, puntuando 10 en proceso electoral y pluralismo, y en libertades civiles, y con una puntuación baja de 4,44 en participación política.

Anteriormente, en el año 2013, The Economist había elegido a Uruguay como “mejor país del año” destacando la aprobación del matrimonio igualitario y la regulación del mercado de marihuana.

Baja corrupción

La ONG Transparencia Internacional elabora todos los años un informe en el que analiza el estado de percepción de la corrupción en distintos países. En el “Índice de Percepción de la Corrupción” de 2016 Uruguay aparece como el país con menor índice de corrupción en América Latina, ocupando el puesto 21 a nivel global.

Se reconoce a nuestro país como el país con menos corrupción de la región y el de tradiciones democráticas más arraigadas. Esto es favorecido por el sistema de partidos fuertemente basado en lo programático, que desalienta las prácticas clientelistas, especialmente después de la aparición del Frente Amplio y el quiebre del bipartidismo.

Las áreas sobre las que el informe considera que hay que prestar especial atención son el control de las empresas públicas y el sector financiero. A su vez considera que hay que fortalecer la institucionalidad de control de transparencia.

Calidad democrática

La Fundación Bertelsmann es una organización alemana que organiza cada dos años el informe “Índice de Transformación”, en el que se analiza la calidad democrática, la economía de mercado y la gestión política en 129 países en desarrollo. En el informe presentado en 2016, Uruguay ocupa el cuarto lugar.

Dentro de los desafíos se consideran la reforma de la educación y de la administración pública, y la inversión en infraestructura.

Desarrollo democrático

La Fundación Konrad Adenauer elabora el “Índice de Desarrollo Democrático de América Latina” en el que mide el desempeño de las democracias latinoamericanas en base a criterios vinculados a las particularidades históricas, culturales, sociales y económicas de la región.

El desarrollo democrático es evaluado en base a cuatro dimensiones: la democracia de los ciudadanos (el clima de respeto de derechos y libertades), la democracia de las instituciones (el comportamiento de las instituciones y el sistema político), la democracia social (el desempeño en relación al desarrollo humano) y a democracia económica (la evolución de la gestión económica).

Uruguay ocupa el segundo lugar detrás de Chile. Alcanza el mejor puntaje en adhesión política, derechos políticos, libertades civiles, bajo nivel de corrupción, estabilidad institucional, población bajo la línea de pobreza y menor brecha de ingreso. Una de las debilidades que se encuentran, particularmente en la dimensión de respeto de los derechos políticos y libertades civiles es la baja representación de género en el gobierno.

Prosperidad

El Instituto Legatum es un think tank inglés (laboratorio de ideas) que elabora anualmente el “Índice de Prosperidad Legatum” en el que analiza la prosperidad de la población de 149 países, la que define como no sólo la acumulación de bienes materiales, sino el disfrute de la vida cotidiana y la esperanza de una vida mejor en el futuro. En el Índice de 2016, Uruguay encabeza el ranking en Latinoamérica y ocupa el puesto 28 a nivel general.

El informe destaca la posición de Uruguay en la dimensión libertad personal, en la que ocupa el sexto lugar a nivel general, y el gran salto en calidad económica y ambiente de negocios. Por otra parte, plantea preocupación sobre la situación del medio ambiente.

Progreso social

El “Índice de Progreso Social” elaborado por la organización Social Progress Imperative ubica a Uruguay en el puesto 28 empatando con Costa Rica y sólo superados por Chile como país de la región.

El índice se elabora a partir del estudio de tres dimensiones: necesidades básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades.

Nuestro país alcanza muy buenos puntajes en las dimensiones de nutrición y cuidados sanitarios básicos, acceso a educación básica y derechos personales, mientras que debe mejorar en seguridad personal, calidad medioambiental y acceso a educación avanzada.

Fortalezas y debilidades

El estudio de estos análisis permite destacar la fortaleza de nuestra democracia, de la cultura democrática de nuestros ciudadanos, la transparencia de nuestras instituciones y los avances en el bienestar de nuestra población. Pero también se señalan distintas áreas a mejorar, que se encuentran en sintonía con las preocupaciones principales de nuestros ciudadanos.

(*) Diputada de Asamblea Uruguay – Frente Amplio