Uruguay somos todos

Por Alfredo Asti (*) | @AlfredoAsti

En las últimas semanas, el tema de la conflictividad del agro, los productores “autoconvocados” y las respuestas del gobierno han acaparado buena parte de los titulares de prensa y contenido de las redes sociales. El propio movimiento de productores autoconvocados, que originalmente desconoció la institucionalidad de las gremiales agropecuarias y que luego recibió el cálido apoyo de éstas y “sorprendentemente” de otras que nada tienen que ver con su problemática como Andebu, la Asociación de Escribanos y la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este, nominó al grupo como “Un solo Uruguay”, adjudicándose el uso de la bandera patria como símbolo.

Su plataforma va mucho más allá de la problemática del agro e incursiona en temas de políticas públicas, algunas de las cuales son elementos de identidad de un Proyecto de país que la ciudadanía respaldó mayoritariamente en 2004, 2009 y 2014. En esa plataforma se exigen cambios, algunos de ellos contradictorios, que intentan englobar distintos intereses pero que poco tienen que ver con el interés general de la gran mayoría de los uruguayos.

No creemos en la simplificación de un “Un solo Uruguay” sino en un Uruguay integrado e integrador de muchos “Uruguay” que representan nuestra diversidad, con soluciones que atiendan esa diversidad según las condiciones y necesidades de cada sector, que no son iguales y que por lo tanto deben ser tratados en forma diferente, con el concepto que unánimemente reconoce la doctrina sobre la idea de igualdad que recoge nuestra Constitución.

Toda esta movida ha provocado fuertes cuestionamientos a la política y a los políticos en particular.

Nos resulta muy peligroso e inaceptable renegar de la política en general o de simplificarla con el “son todos iguales”. Esa forma de hacer política es temeraria y provoca descreimiento en la sociedad. Es fundamental comprender que la política es la garantía del funcionamiento democrático, y para quienes trabajamos en ella con convicción, es el vehículo para crear una sociedad mejor como tanto anhelamos.

Esto le ha servido a la oposición política y de algunas corporaciones para tratar de recuperar el peso que han perdido en los últimos años, intentando también recuperar el Gobierno o por lo menos un rumbo favorable a sus intereses. Somos conscientes que esto no empieza recién, pero creen que han encontrado una “ventana abierta” que no tenían respecto a movilización social y lamentablemente auguramos por delante una campaña electoral muy sucia que está mostrando desde hace rato sus hilachas.

Entonces, la oposición entabló una campaña de enchastre con fines electorales. Aprovecha situaciones de descontento, de sensibilidad para hacer politiquería barata, tratando de generar una sensación de crisis generalizada incluso haciendo comparaciones con el 2002, desconociendo los avances y negando todos los cambios positivos a favor de la sociedad en su conjunto y en especial de los más vulnerables. Es una oposición que solo critica sin proponer; su único objetivo es ganar las elecciones, en muchos casos, cueste lo que cueste. El pasado lunes, un grupo de “productores” increpó al presidente de todos los uruguayos justo a la salida de un ámbito de trabajo donde se presentaron medidas concretas para sub- sectores coyunturalmente afectados, como tanto se había reclamado. Este episodio fue otra muestra clara de que detrás de legítimos reclamos de algunos pequeños y medianos productores que no la están pasando bien, hay intereses político partidarios a los que no les importa que este gobierno desde que tomó el tema no solo los ha recibido y escuchado como reclamaban y propuesto la conformación de mesas de diálogo para el intercambio, sino que ha actuado presurosamente en proponer soluciones concretas. El surgimiento del movimiento de “autoconvocados”, su presencia en las redes, con textos, audios y videos que se han dado a conocer, los respaldos de personas, políticos, colectivos, empresas y medios de comunicación que nada tienen que ver con el campo, son un ejemplo claro y cercano en el tiempo de que se está embarrando la cancha.

Entre los reclamos y declaraciones del movimiento se expresa que no se ha tomado ninguna medida para apoyar al agro que, según quienes reclaman, está en crisis generalizada junto al resto del país. La llamada crisis del agro es difícil de sostener si alguien se toma el trabajo de comparar el precio de la tierra que desde 2004 a la fecha ha cuadruplicado la renta agraria que cobran los propietarios de ésta, la que llegó a ser mayor aún entre 2012-2014, y que solo puede explicarse porque es buen negocio su explotación.

Como lo ha expresado el gobierno y nuestra fuerza política, no tenemos dudas, que en la actual coyuntura, hay problemas sectoriales (pero no una crisis generalizada) que se deben tratar de solucionar con diálogo y medidas concretas que no afecten al resto de la sociedad. Tampoco tenemos dudas que el gobierno intenta buscar esas salidas y jamás podremos admitir que se diga que ha estado ausente.

El apoyo por parte de este gobierno a favor del agro no comenzó este año a raíz del surgimiento de este movimiento, forma parte de un proceso de más de una década de aplicación de políticas públicas, en pro de todo el sector productivo del agro y de su gente, mediante medidas generales y diferenciadas según la realidad de cada subsector, y consistentes con las políticas públicas de Desarrollo.

Hagamos un breve repaso de algunas políticas y medidas de carácter general y particular que apoyaron al agro, a su gente y al Interior en su conjunto:

Carácter general con impacto en el agro

  • Promoción de Inversiones con prioridad para micro y pequeñas empresas
  • Inserción internacional y apertura de nuevos mercados
  • Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad y marca Uruguay Natural.
  • Descentralización y regionalización de la Educación Terciaria. Plan Ceibal (y su conectividad).
  • Descentralización de políticas públicas. Aumento del presupuesto nacional destinado a gobiernos departamentales y municipios.
  • Electrificación Rural y Conectividad de comunicaciones en todo el país.

Medidas de apoyo directo al agro

  • Trazabilidad sin costo para todos los productores.
  • Planes de uso y manejo de suelo.
  • Ley de riego
  • Innovación e investigación para preservar la inocuidad y calidad de los alimentos.
  • Fondo lechero y arrocero.
  • Dirección de Desarrollo Rural: Planes de apoyo por 47 millones de dólares a 7.714 productores familiares menores de 500 hectáreas. Créditos concedidos sin garantías y con control social local. Subsidio al fomento del asociativismo.
  • Inversiones y Transparencia en el Instituto Nacional de Colonización.
  • Subsidios de Seguros Agrícolas contra fenómenos climáticos que provocan daños a los cultivos.
  • Disminución de tributos para pequeños productores familiares: exoneración de 50% de aportes patronales al BPS, exoneración de Impuesto Primaria y Contribución Inmobiliaria Rural.
  • Fondo de Emergencia Agropecuaria.

Y ahora las nuevas medidas a favor del sector:

  • Fondo de Garantía Lechero – permite reperfilar las deudas con el sector financiero, pero también con las industrias lácteas y proveedores de insumos y servicios agropecuarios.
  • Se extenderá por el período Enero – Marzo de 2018 la rebaja del 15% de la tarifa de energía eléctrica para el sector lácteo y 3 meses a determinar para sector arrocero.
  • Devolución de IVA que grava al gasoil que consumen los productores que tributan por Imeba, para los productores lecheros, arroceros, hortifrutícolas y ganaderos.
  • Proyecto de ley que reintegra bonificación del 18% en la Contribución Inmobiliaria Rural para 2018 y 2019 para todos los propietarios de padrones rurales que exploten padrones que en su conjunto no excedan de 1.000 hectáreas índice Coneat 100 y 10 % de reducción adicional a quienes sean además contribuyentes de Imeba.
  • Congelación o disminución de todas las rentas del Instituto Nacional de Colonización para los vencimientos abril-mayo de 2018”.

Las mesas de diálogo son un nuevo instrumento para atender las distintas problemáticas, entendidas como una forma válida de avanzar en soluciones que sirvan al sector sin afectar al resto de la sociedad ni los equilibrios macro, y procurando la continuidad del crecimiento del país con equidad e inclusión. Sin embargo, el movimiento de los productores “autoconvocados” luego de insistir en participar, ser especialmente convocados y participar, ahora deciden dejar de hacerlo.

Las respuestas de parte del grupo a las propuestas concretas del gobierno hacia el sector han sido contradictorias. Algunos sectores, como los productores pequeños y familiares las han recibido de buen grado, mientras que otros las han rechazado por considerarlas insuficientes y limitadas. No queremos englobar a todos los productores en estos cuestionamientos y vemos que muchos de ellos no se sienten representados por la Institucionalidad de algunas gremiales agropecuarias.

Seguimos y seguiremos apostando a ese diálogo propuesto por el presidente Vázquez como única forma de buscar soluciones para el bienestar de todo un país, integrado e integrador.

                                                         (*) Diputado de Asamblea Uruguay – Frente Amplio