Uruguay aprovechó fortaleza institucional y logró una exitosa colocación de deuda

Claves > Bajas tasas de interés internacionales y percepción positiva del país

Pese al contexto de incertidumbre, el Gobierno uruguayo logró captar el interés de inversores internacionales al colocar deuda por unos US$ 2.000 millones, una parte en dólares y otra mayoritaria en unidades indexadas (UI). El Gobierno atribuyó la emisión a la gestión de la crisis sanitaria y económica, aunque también se destacaron ante los inversores internacionales las fortalezas institucionales y la estabilidad que presenta el país.

En un contexto global plagado de incertidumbres por la pandemia del Covid-19 y donde los mercados internacionales juegan a la segura, el Gobierno uruguayo logró realizar una “exitosa operación” de emisión de deuda por aproximadamente US$ 2.000 millones, según anunció en conferencia de prensa la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche.

La funcionaria explicó que el país esperó el momento oportuno para salir al mercado de capitales y destacó que se trata de la emisión en dólares a la tasa más baja de la historia de Uruguay. Además, el país fue el primero de los considerados emergentes en emitir en moneda local en este 2020.

En concreto, se emitieron unos US$ 2.000 millones -máxima cifra de emisión autorizada por decreto-, de los cuales US$ 1.500 millones corresponden a efectivo (US$ 1.100 millones equivalentes del nuevo bono en UI y US$ 400 millones del bono en dólares). Los restantes US$ 500 millones corresponden a canjes de deuda.

Detalló que la emisión del nuevo bono global en UI tiene vencimiento final en el 2040 (amortizable en 2038, 2039 y 2040) y que la reapertura de bono global en dólares, con vencimiento en 2031, es amortizable en 2029, 2030 y 2031.

“Esto es un reconocimiento a cómo Uruguay ha gestionado la crisis”, destacó Arbeleche.

Previo a la emisión, el Gobierno había realizado una presentación ante potenciales inversores, donde se destacaban los números macroeconómicos, la institucionalidad uruguaya, la estabilidad democrática, el respeto a las leyes y la baja percepción de corrupción. Además, se detalló el manejo realizado de la pandemia tanto a nivel sanitario para contenerla, como económico y social para mitigar los efectos negativos.

Bien metida

En diálogo con CRÓNICAS, el gerente de inversiones de Unión Capital AFAP, Ignacio Azpiroz, destacó que la emisión fue bien recibida por los mercados internacional, y evaluó que “hubo apetito” de parte de los inversores por la deuda uruguaya. “Incluso están viendo de ampliar el monto, o sea, inicialmente era un monto de UI al 2040 equivalentes a US$ 750 millones, y estarían ampliando ese monto”, analizó.

Por su parte, Santiago Hernández, gerente de inversiones de SURA, señaló que desde la perspectiva del gobierno y del país, “es muy positivo que la mayor parte de la operación fuese en moneda nacional y que sea en UI”. Esto permite continuar desdolarizando la deuda, y endeudarse en la moneda de sus ingresos, apuntó. Además, se obtuvo un reperfilamiento de plazos, generando liquidez y prefinanciamiento para las necesidades del gobierno, que le permite mantener una posición estratégica para aprovechar aún mejores momentos en el futuro.

Hernandez señaló, además, que a pesar de que se está enfrentando una peor situación económica que al inicio del año por la contracción económica, aumento del desempleo, incremento de la inflación en el corto plazo y la valorización del dólar, el Estado puede endeudarse a un costo más bajo que previo al comienzo del año. “Esto se debe a dos grandes motivos: la baja de las tasas internacionales -principalmente impulsadas por la baja de la Reserva Federal- y la buena percepción sobre Uruguay. Esto determinó un menor costo de financiamiento para el país e indica que los resultados muestran confianza en Uruguay”, detalló el experto.

Por otro lado, las fuentes de financiamiento continúan diversificándose, profundizó Hernández, ya que los títulos fueron adquiridos por inversores locales e internacionales. La demanda de inversores a nivel internacional es producto de la baja de tasas, que lleva a que los inversores busquen alternativas más rentables, pero que transmitan seguridad. “La gestión de la pandemia está relacionado con ello, porque si bien Uruguay tiene grandes desafíos, está mejor parado en relación con otros países de la región”, afirmó.

En tanto, Azpiroz sostuvo que “lo que más tiene Uruguay es un respaldo institucional y político muy fuerte”. Eso, en su opinión, diferencia al país de sus vecinos. “De manera muy clara, el spread que está pagando Uruguay es un poco el premio a su excelente comportamiento en los mercados”, remarcó.


Los frutos de una política de Estado

El economista Pablo Moya, de la consultora Oikos, opinó que esta emisión de deuda es “un beneficio del país en general”, lo que incluye al sistema político, la institucionalidad del país, su sistema legal, y la estabilidad macroeconómica, entre otros. En ese sentido, estimó que hubo “un respaldo al Uruguay en su globalidad” y “al manejo continuado de una política de Estado” de estos últimos años.

“Si bien hay un sobrestock (…) de dólares, no van a todos los países. Van a los que mantienen esa institucionalidad y ciertas fortalezas económicas”, remarcó.

Por su parte, el director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Agustín Iturralde, consideró que si bien Uruguay no hizo los deberes en otros temas, en esto sí, lo cual llevó a una deuda mucho mejor perfilada.

Explicó que esta emisión refleja una fortaleza, pero también una debilidad del país.

La fortaleza es que Uruguay sigue siendo creíble, le siguen prestando dinero y a buenas tasas. La debilidad, sin embargo, es que se sigue necesitando aumentar el endeudamiento para financiar el gasto público. “Si no encaramos un camino de sostenibilidad fiscal, en un momento se puede cortar. Falta mucho, Uruguay está muy bien, y lo que creo que es claro es que no es sustentable estar permanentemente aumentando el endeudamiento”, advirtió.

En ese sentido, concluyó que “se debe aprovechar esta fortaleza de Uruguay para corregir los problemas de forma gradual, paulatina, sin hacer locuras, pero hay que hacerlo”.


Economía caería 3,75% en 2020 y repuntaría 3,55% en 2021

La actividad económica uruguaya registraría una caída de 3,75% en 2020 producto de la crisis generada por el Covid-19, de acuerdo a la mediana de las respuestas de la Encuesta de Expectativas Económicas que elabora el Banco Central (BCU). Las respuestas brindadas oscilaron entre una caída mínima esperada de 2,58% a una recesión de 4,5%.

Para el 2021 se espera que la economía repunte 3,55% según la mediana, y las respuestas extremas fueron de un piso de 2% de crecimiento a un techo de 5,5%. Para 2022 se espera un crecimiento de 2,5% (mediana) con respuestas que van del 0,86% al 4%.

Como promedio de crecimiento para los próximos cinco años, los expertos e instituciones consultadas esperan un crecimiento de 2,5% según la mediana, con respuestas que van desde un mínimo de 1,96% a un máximo de 3,5%.

Este año, el déficit fiscal aumentaría según la mediana de la encuesta a 7,3% del PIB, mejorando en 2021 a 4,5% y en 2022 a 3,7%.