Lacalle Pou: “La situación fiscal es mala, por eso mi programa tiene como centro el equilibrio fiscal”

ECONOMÍA | ESPECIAL PRECANDIDATOS

Luis Lacalle Pou, precandidato por el Partido Nacional


Si es electo presidente, el primer paso que va a dar va a ser equilibrar las cuentas. Para eso, descarta aumentar impuestos, y opta por reducir el gasto y ahorrar. En su agenda de gobierno también tienen un papel importante la reforma de la seguridad social y la flexibilización del Mercosur.

Por Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo

¿Qué diagnóstico hace de la situación fiscal del país?

Mala, por eso mi programa de gobierno tiene como centro el equilibrio fiscal; todo el resto de las políticas están subordinadas a eso. El que no diga qué va a hacer con los desequilibrios fiscales, o lo ignora, que es grave, o lo oculta, que también es grave.

¿Qué papel tiene la seguridad social en ese programa?

La creación de una comisión de expertos de todos los partidos, que en el plazo de un año elabore un proyecto de ley para modificar la seguridad social y que sea sostenible. Por eso es muy importante que participen actores de muchos partidos, porque esto no es a cinco años; cuanto más tiempo dure, cuanto más tiempo sea previsible, mejor. Esta comisión de expertos hará recomendaciones que van a ir rumbo a un texto legal, pero como viene con fuerza de otros partidos, se supone que van a estar esas mayorías parlamentarias.

¿Eso incluye al Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas?

Notoriamente, si hay una discusión en la vuelta que dice que hay que elevar la edad de jubilación para cualquier ciudadano –que hay que discutirlo, pero no para los que ya están trabajando-, los militares se tienen que retirar más tarde. Así cambiaríamos la relación activo-pasivo en las Fuerzas Armadas. También convengamos que estas se han reducido en número, con lo cual eso también ayuda a desequilibrar esa relación.

No hay dos opiniones sobre que a Uruguay, con lo que produce, no le queda otra que salir a buscar mercados. ¿Cuál es el mecanismo?

Primero, leer la nueva realidad del Mercosur. Hace unos meses se reunieron Macri y Bolsonaro y dijeron que había que flexibilizar el Mercosur. Nuestro presidente de la República tiene que estar en esas reuniones. Para nosotros es una necesidad vital que el Mercosur se flexibilice, que saquemos la rigidez de la Decisión 32/2000, que es la que nos inhibe de poder negociar bilateralmente con otros países. Es fundamental ese sinceramiento del bloque y hay que aprovechar, porque los presidentes de Argentina y Brasil ya lo hablaron, entonces hay que tener reuniones bilaterales, hay que discutir sobre eso; es la única manera de poder incidir. Nosotros pagamos US$ 270 millones de aranceles, entonces tenemos que salir a la búsqueda de esos acuerdos, y no tenemos que tener solo TLC. Por otro lado, tenemos que tener expertos en negociación, que van a ser nuestros grandes vendedores del país [en los diferentes mercados].

¿Piensa que Uruguay está quedando aislado en la región? Hablaba de la reunión entre Bolsonaro y Macri. ¿Ideológicamente está quedando aislado?

Sí. Si creemos que vamos a estar mejor vinculados en el mundo por ser amigos de fulano o enemigos de mengano, estamos fritos. En 15 años de gobierno del Frente Amplio hay solo un acuerdo, que es el TLC con Chile, que tampoco es gran cosa porque nosotros ya teníamos un acuerdo de complementación económica con ese país. El mundo cambió: perdió peso la OTAN, el eje ya no es del Atlántico, es del Pacífico, los países americanos del Pacífico se han llenado de TLC, Perú es uno de nuestros grandes compradores de arroz, Chile puede ser nuestra ventana al Pacífico ahora que tenemos un TLC, pero hay que ser activos. Hoy estamos aislados en el Mercosur.

Los millennials hacen hincapié en una sociedad más justa. Por ejemplo, en Estados Unidos, Bernie Sanders, con 77 años, ha interpretado ese pensamiento. ‘Somos el 99% de la población que tiene la misma riqueza que el 1% restante’, es la consigna de ese movimiento. ¿Qué reflexión le merece el tema de la redistribución de la riqueza? En el mundo empiezan a haber movimientos enojados con la clase política, como el caso de los chalecos amarillos, el brexit…

El mundo moderno ayuda a que la participación ciudadana sea mucho más horizontal. Desde mi punto de vista es una bendición para la democracia; ahora, tenemos que ir dándonos cuenta, sobre todo las nuevas generaciones, de la responsabilidad ciudadana de esta democracia digital. Yo creo que la gran mayoría de la gente que votó molesta y enojada a favor del brexit, hoy está arrepentida. Ahí tiene que haber una clara definición del liderazgo político, y no siempre sus posiciones van a ser entendidas en tiempo real. O sea, era mucho más fácil en ese momento en Inglaterra sumarse a favor del brexit, que en contra; la responsabilidad indicaba a quien tenía una visión de largo plazo que era un gran error irse de la Unión Europea. A nosotros nos interpela mucho esta realidad nueva, no podemos cobrar al grito.

“Si hay una discusión en la vuelta que dice que hay que elevar la edad de jubilación para cualquier ciudadano, los militares se tienen que retirar más tarde”.

¿Qué idea tiene para insertar a Uruguay en este nuevo mundo del trabajo, para los cambios que se vienen? ¿Qué medidas propone?

La globalización es la gran oportunidad de un país como el nuestro, todavía de excelencia, o que tiene esa adormecida excelencia en la educación, en la producción, en las relaciones humanas, en la amabilidad, en la institucionalidad que siempre nos destacó del resto de América. Esas potencialidades están ahí, un poco de brazos caídos, pero están. La globalización acerca, iguala tamaños, te exige y te permite moverte rápidamente, y está hecha para que Uruguay se beneficie. Mis hijos van a trabajar, ojalá en Uruguay, pero no sé para qué lugar del mundo. Seguramente parte del laburo lo van a hacer en sus casas, otra en una oficina o a cielo abierto, no sé en qué trabajo. Ese es el mundo que vamos a tener, donde va a estar en discusión la jornada laboral –no solo de cuánto tiempo hablamos, sino también de qué se compone-. Nosotros nos vamos a tener que actualizar, entonces la formación quizás sea parte de la jornada laboral. Las herramientas que tienen que tener las nuevas generaciones son más de adaptación que de repetición o memorización; son más una máquina procesadora de adaptarse a temas nuevos lo antes posible, que lo que nos enseñaron a nosotros, que era el conocimiento de la historia, de la literatura.

¿Ve algún margen para aumentar impuestos?

No hay. El que aumente un impuesto, que sepa que va a cerrar una empresa. Tenemos récord de concordatos, tenemos 50.000 personas que perdieron el trabajo en los últimos cuatro años. ¿Alguien piensa que Uruguay aguanta más impuestos? Yo creo que nadie lo puede sostener, que es muy difícil sostener eso.


El shock de austeridad

Los cinco capítulos del programa de Lacalle Pou tienen en común la palabra shock. ¿La razón? Que “no queremos seguir con la autocomplacencia o con la negación por parte de un gobierno que deja que las cosas pasen, que se pierden miles de empleos y cierran empresas, y está como si nada”, afirmó. Las políticas de shock implican que “antes del primer día ya estamos prontos para hacernos cargo”.

Consultado sobre su propuesta de shock de austeridad, el precandidato explicó que ningún gobierno puede avanzar en políticas proactivas si no lo hace en el ahorro y el equilibrio fiscal. Para esto, dijo, hay dos caminos: o el tributario y tarifario, o el del ahorro y de reducción del gasto. “El primero es totalmente negativo y nocivo, y va a generar más cierre de empresas y más desempleo, con lo cual elegimos bajar el gasto”. Junto con su equipo de técnicos, llegó a la conclusión de que es posible un ahorro en la administración que está sobre los US$ 900 millones al año, y sin afectar ninguna actividad esencial y ninguna política social del Estado. “Simplemente gastando mejor, menos, y mejorando la gestión”, puntualizó.

Para mejorar la gestión, justamente, pretende crear una Agencia de Evaluación y Monitoreo de las Políticas Públicas. Ese es uno de los cambios institucionales que quiere implementar a fin de llevar adelante ese shock de austeridad. También lo es la gobernanza de las empresas públicas, así como la liberación de la importación de combustible. Acerca del tiempo que demandaría apreciar el impacto de esas transformaciones, respondió que es optimista. “Por ahora somos los únicos que hemos dicho que vamos a ahorrar, dónde vamos a ahorrar y cuándo”, pero “prefiero no payar, porque en campaña electoral algunos empiezan a hacer eso y después no se hacen responsables”, sostuvo. Igualmente, aunque optó por no estimar un plazo, expresó que cree que los resultados pueden ser bastante rápidos.


PERFIL

Edad: 45 años.

Profesión: Abogado.

¿Con quién vive? Con mi mujer y tres hijos.

¿Cuáles son sus hobbies? Tenía muchos, ahora tengo pocos: surfear, entrenar, pero ya es más en la mente que en la acción.

En el 2019 espera… ser confiable para la ciudadanía y que opte por nosotros para el cambio.