Daniel Martínez: “No me parece atinado incrementar la carga tributaria global”

ECONOMÍA | ESPECIAL PRECANDIDATOS

Daniel Martínez, precandidato por el Frente Amplio


Aunque es consciente de que el déficit fiscal es un problema a ser atendido por el gobierno, Martínez asegura que está lejos de ser una situación inmanejable. Por otra parte, hace énfasis en la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto público, así como la producción de bienes y servicios del Estado.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

¿Cómo analiza la situación fiscal del país?

La situación fiscal hay que considerarla conjuntamente con los dos principales desafíos que tiene la economía uruguaya, que son dar respuesta a la menor inversión y la caída del empleo. Por lo tanto, deberemos alinear las herramientas disponibles para que la economía retome su nivel de crecimiento potencial, del entorno del 3% anual, dinamizando la inversión privada, y con ello crear nuevos puestos de trabajo. La desaceleración del crecimiento económico se vincula a una situación de la región realmente crítica y otras variables como los precios internacionales. A su vez, es importante tomar en cuenta que la situación fiscal responde también al aumento de recursos destinados a la ampliación de derechos, concentrándose en áreas como la educación, la seguridad, la salud y la seguridad social, que requerían un mayor énfasis presupuestal.

¿Qué medidas propone para que la economía mejore? ¿Y el empleo?

Hoy tenemos nuevos desafíos para que la economía retome su dinamismo. El comportamiento del déficit fiscal en los últimos años muestra tensiones de largo plazo que es necesario atender. Por tanto, tenemos que avanzar en mejorar la evaluación del gasto público y su asignación para cumplir con los objetivos de las políticas.

En definitiva, buscar controlar y eliminar todo gasto superfluo, inciso por inciso, y controlar el resultado positivo de cada gasto –o sea, que este tuvo el resultado esperado-. Con relación a las empresas públicas, debemos hacer esfuerzos por explicitar sus objetivos de rentabilidad y su impacto en el resultado fiscal. Salvando las diferencias, como hicimos en la Intendencia de Montevideo, también en el gobierno nacional nos vamos a meter en cada cuenta para construir solvencia económica.

Es importante impulsar políticas que promuevan el aumento de la productividad global de la economía. Por un lado, entiendo necesario profundizar el camino de promoción de mayores y mejores inversiones. Dicho fomento de las inversiones estará asociado al objetivo de generación de empleos de calidad, en sectores dinámicos y en actividades compatibles con la sustentabilidad ambiental. El empleo es prioritario y, en base al análisis prospectivo de sus transformaciones, apostaremos fuertemente a programas de capacitación en los rubros con más riesgo ante el avance de la tecnificación, como lo son el comercio, las manufactureras, las cadenas exportadoras con problemas de competitividad, entre otros.

¿Está de acuerdo con la importancia de acceder a nuevos mercados? ¿De qué forma?

Los efectos de la revolución tecnológica, la “guerra comercial” y un escenario signado por las incertidumbres, nos impulsan a la cooperación permanente y la apertura al mundo. Como indica el programa del Frente Amplio (FA), la inserción internacional debe estar alineada con la estrategia de desarrollo y nuestra región debe seguir siendo su plataforma de lanzamiento. Es importante seguir haciendo foco en los procesos de integración desde una perspectiva amplia. La inserción internacional debe desarrollar capacidades para integrarse en los eslabones de cadenas productivas intermedias que agreguen valor, en una estrategia que sirva al sector agroexportador, y también ser instrumento de desarrollo de la innovación y que apuntale el desarrollo industrial y de servicios. Uruguay ha construido infraestructura y confianza internacional, elementos que en conjunto con el desarrollo de nuevas capacidades harán posible seguir accediendo a nuevos mercados. En resumen, buscar acuerdos arancelarios y de comercio, pero que a su vez, no minen el proyecto nacional de aumentar el valor agregado e inclusión tecnológica de nuestra producción.

¿Tienen razón los analistas que prevén que será necesario un ajuste?

Varios analistas han alertado sobre el problema del déficit fiscal, y es un tema a atender desde el gobierno. De cualquier manera, si bien es necesario tomar medidas en la dirección de corregir esa trayectoria creciente del gasto, lejos está de ser una situación inmanejable. Para ello, entendemos que se debe encarar una revisión importante de la forma en la que se asignan recursos a las políticas públicas, buscando lograr los mayores niveles de eficiencia posibles. En algunas áreas, tendremos que hacer más con menos.

El déficit fiscal en Uruguay se financia con deuda pública y esta no puede crecer indefinidamente. Además, un mayor volumen de endeudamiento supone más intereses que refuerzan el desequilibrio fiscal.

Ahora, es imprescindible calibrar los tiempos y las diferentes variables de cualquier corrección fiscal, en particular en un contexto de desaceleración. El sector público tiene un peso muy importante en la economía uruguaya y una contracción brusca del gasto puede tener importantes efectos recesivos, evidentemente no deseados, además de costos sociales, y como país tenemos que seguir apostando a crecer con inclusión hacia mayores niveles de igualdad.

De todas formas, el escaso peso de nuestra economía en la del mundo nos hace sujeto de variaciones que son imposibles de predecir hoy.

“El déficit fiscal en Uruguay se financia con deuda pública y esta no puede crecer indefinidamente”.

¿Hay margen para aumentar impuestos?

Uruguay tiene una carga tributaria acorde a su nivel de desarrollo. El énfasis debe ser recuperar los niveles de inversión y el empleo que permitan que la economía retome el crecimiento, junto con la moderación del crecimiento de gastos. En ese contexto, no me parece atinado incrementar la carga tributaria global. Esto, evidentemente, no implica que no vayamos a buscar eficiencias por el lado de los ingresos, ya sea combatiendo la evasión como eliminando tratamientos desiguales en materia tributaria.

El programa del FA habla de incorporar una contribución de las grandes herencias e incrementar los impuestos directos en cuanto al patrimonio, tal como dijo Óscar Andrade para esta edición. ¿Se refiere a eso cuando habla de eliminar tratamientos desiguales?

No, me refiero a continuar mejorando la eficacia tributaria. Como decía, no me parece atinado aumentar la carga tributaria global.

¿Cree necesario mejorar el gasto público? ¿Cómo?

La eficiencia del gasto público, y la producción de bienes y servicios por parte del sector público, deben mejorar. Hay tareas pendientes en materia de compras públicas y posibilidades de mejoras en la eficiencia de las propias empresas públicas. Al mismo tiempo, la mejora en la calidad del gasto evaluando en forma permanente las políticas, será la clave.

Por otro lado, creo que mejora la eficacia del Estado el que se hagan públicos los contenidos y los resultados de las acciones de políticas que se llevan adelante. En la Intendencia de Montevideo pasamos a hacer públicos online todos los actos administrativos, y eso facilita también el control ciudadano.

Debemos seguir avanzando con los compromisos de gestión que vinculen la asignación de recursos al logro de resultados y al cumplimiento de metas definidas con anterioridad. Esto es especialmente importante, porque algunos desafíos que nuestro país tiene que encarar seguramente demanden recursos que solo pueden provenir de una reasignación de los mismos que tenga la evaluación de resultados como condición previa.

En el mundo, ni el socialismo ni el capitalismo han sabido resolver el problema de la redistribución de la riqueza. ¿Qué piensa al respecto?

En primer lugar, en la historia contemporánea no hubo una sola forma de capitalismo, el abanico es amplio, desde modelos exitosos de sociedad de bienestar a esquemas económicos neoliberales que han desplazado a millones. En el campo del socialismo también el abanico ha sido amplio, incluso tendríamos que entrar en la discusión sobre ejemplos que se autoadjudicaron el término y distaron mucho de ser modelos socialistas. Puedo hablar de la izquierda y el modelo progresista en Uruguay, y si hay algo que demostró el FA es que se puede crecer, y al mismo tiempo redistribuir la riqueza, como lo venimos haciendo durante 15 años. Si pensamos en la gran disminución del índice de Gini en los últimos años, esta tuvo como resultado que hoy la distribución del ingreso sea la más equitativa de las últimas tres décadas.

¿Cómo ve el futuro del trabajo? ¿Qué medidas propone para los cambios que se vienen?

Algo ya adelanté en esta entrevista… el futuro del trabajo es una de nuestras principales preocupaciones, por eso tenemos a nuestros equipos trabajando en profundidad en el tema. En las próximas semanas realizaremos eventos de perfilamiento programático donde el empleo será uno de los temas a ser desarrollados, vinculados con lo que tiene que ser una visión nacional de desarrollo dentro de la cual se incluirán propuestas para afrontar este gran desafío. Lo que sí es claro es que estamos en un punto de inflexión en la velocidad del cambio de la humanidad, por lo que nada de lo que hoy sucede se va a mantener por mucho tiempo, y para eso debemos prepararnos.


PERFIL

Edad: 62 años.

Profesión: Ingeniero.

¿Con quién vive? Con mi esposa, Laura Motta.

¿Cuáles son sus hobbies? Andar en bicicleta y leer historia.