Conrado Rodríguez: “Si logramos que Sanguinetti sea candidato, seguro que va a haber un cambio de gobierno”

Conrado Rodríguez, diputado de Batllistas – Partido Colorado


Dirigentes del sector Batllistas del Partido Colorado (PC) se reunieron con Julio María Sanguinetti para solicitarle formalmente que sea precandidato. Entrevistado por CRÓNICAS, Conrado Rodríguez, uno de los diputados que presenció el encuentro, opinó que la postulación del expresidente aseguraría un cambio de gobierno, aunque esto no necesariamente implicaría un triunfo de los colorados.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-La semana pasada le pidieron a Sanguinetti que sea el precandidato de Batllistas. ¿Cómo fue la charla?

-Fue un pedido más formal hecho por el comando de Batllistas, es decir, los cuatro legisladores más algunos dirigentes, que tuvimos una charla y una jornada de trabajo con él para planificar las actividades de febrero y de marzo, lo que tiene que ver con las giras y las cuestiones programáticas, y obviamente que ahí salió el tema de la candidatura.

Lo que nosotros le transmitimos fue lo que nos dicen nuestras agrupaciones y la gente en la calle, que están pidiendo que Sanguinetti sea candidato a la Presidencia. Él tomó nota del pedido y no hizo ninguna referencia; lo único que dijo fue que sobre fines de febrero, a más tardar a principios de marzo, iba a haber una definición en cuanto a la candidatura de Batllistas. Todos estamos expectantes y esperanzados de que acepte, pero todavía no ha tomado la decisión.

-En mayo del año pasado CRÓNICAS le consultó a Sanguinetti si era posible que fuera precandidato y dijo tajantemente que no, más allá de que sí estaba a disposición para ayudar al partido. ¿Qué cambió durante este tiempo, que hoy hay grandes posibilidades de que lo sea?

-Lo que cambió fue que desde que él reapareció en la escena política pública electoral, el PC no ha dejado de crecer. La posibilidad de que el partido pueda tener una muy buena votación y la oportunidad cierta de lograr un cambio de gobierno, hace que todas las agrupaciones de Batllistas quieran impulsar la candidatura de Sanguinetti. Nosotros queremos armar un encuentro entre los referentes de todas las agrupaciones del sector en todo el país para discutir el tema y pedirle formalmente que acepte ser candidato. La idea es hacerlo a fin de mes o a principios de marzo.

-Por lo que dice, si Sanguinetti no es candidato se corre el riesgo de que el partido vuelva a perder electorado.

-Esa es una preocupación que nosotros tenemos, incluso se lo dijimos en esa reunión, que todo el crecimiento que obtuvimos a partir de su reaparición, puede llegar a bajar si él no acepta la candidatura. Nosotros estamos esperanzados con lo que se está viendo en la calle con los militantes y los dirigentes pidiéndole que acepte; pensamos que tenemos una chance.

-¿Sorprendió el movimiento que se generó y la reacción de la gente?

-A mí personalmente no me sorprendió porque sé cuál es la consideración de la gente sobre Sanguinetti y que lo ven como una persona que aparte de su estatura intelectual y su claro rol de liderazgo político, es alguien que da certezas. Estamos en un momento bisagra de la historia del país en el cual si no hay una persona con un liderazgo político claro, contundente, comprobado, se puede llegar a dificultar el cambio de gobierno. Si logramos que Sanguinetti sea candidato, lo que es seguro es que va a haber un cambio de gobierno.

-Un cambio de gobierno no necesariamente significa un triunfo del PC.

-Nosotros vamos a ver hasta dónde llegamos, vamos a trabajar fuertemente para lograr el mejor resultado para el PC, y después el tiempo dirá. Si no logramos ser la primera opción de la oposición, lo que está claro es lo que avista Sanguinetti de que hay que ir abonando el camino para una coalición de los partidos de oposición, para darle sustentabilidad a un futuro gobierno. Yo estoy de acuerdo con él en eso porque refleja la realidad, es decir, ningún partido va a tener mayoría parlamentaria por sí mismo, entonces para aprobar las leyes que necesita el país, se tienen que hacer acuerdos programáticos puntuales en determinadas temáticas, para lograr que eso tenga una viabilidad de cambio hacia el futuro.

-En un evento organizado por Búsqueda, Sanguinetti dijo que Luis Lacalle Pou era un “prepresidente” al que habría que “ayudar” en un eventual gobierno. ¿No cree que eso sea dar la elección por perdida?

-Yo creo que eso fue quitado totalmente de contexto. En ese momento cuando se lo presentó a Sanguinetti se dijo que era precandidato, y él aclaró que no estaba como precandidato sino como expresidente, y que Lacalle estaba como “prepresidente”. Pero ese calificativo Sanguinetti se lo da a todos los que están en la compulsa electoral, entonces no hubo una referencia hacia ayudar a alguien específicamente en base al resultado que pueda obtener el PC. Los que conocen a Sanguinetti saben que cuando está en la cancha es para ganar, entonces realmente se lo malinterpretó pero no fue lo que él transmitió. Sanguinetti siempre procura que el PC gane y si está en esta nueva trinchera es porque quiere ayudar al partido a que crezca lo más posible y que pueda integrar un gobierno de coalición.

-¿Qué piensa de la posibilidad de que sea candidato con 83 años?

-Yo categorizo a las personas según sus pensamientos y su aptitud para el cambio. Sanguinetti es un reformista, toda la vida lo ha sido, tiene la capacidad de innovar y de cambiar, así que yo no creo que [la edad] sea un obstáculo. La gente sabe que Sanguinetti da certezas, que tiene un liderazgo político claro y que es un reformista, es decir, que cuando está en el gobierno hace reformas importantes para el país.

-Decía que Sanguinetti hizo crecer al partido, pero ¿qué fue lo que determinó su caída? ¿La ruptura de Vamos Uruguay? ¿La salida de Pedro Bordaberry?

-La caída del PC fue un proceso histórico que comenzó con la crisis del año 2002. Yo creo que paso a paso la gente está analizando que el PC manejó de buena manera la crisis y logró que Uruguay saliera de esa situación. Además, fue una crisis importada básicamente de Argentina, pero también de Brasil, entonces la gente ha ido reflexionando sobre lo que han sido los gobiernos del PC y por eso hay una revalorización del propio partido y especialmente de Sanguinetti, que ayudó muchísimo a que Uruguay pudiera salir adelante.

Después, en su momento había un grupo que tenía una mayoría [Vamos Uruguay] y cuyo líder [Bordaberry] decidió no hacer más política. Puede ser que las encuestas reflejaran esa situación, pero lo que está claro es que el compromiso y la gestión del PC para salir de la crisis y apuntalar al Uruguay nuevamente en una senda de crecimiento, son muy bien vistos en la actualidad por muchísima gente que en su momento no los veía.

-¿Por qué al PC le cuesta el surgimiento de nuevos liderazgos? Tras la salida de Bordaberry ha costado la renovación al punto de que hoy uno de los que está liderando es Sanguinetti, que ya fue dos veces presidente.

-Naturalmente se va a dar en el correr del tiempo que dirigentes políticos vayan tomando posiciones de mayor responsabilidad. La realidad es que en el último tiempo existía un liderazgo, sobre todo en un sector del PC bastante importante, como el de Pedro Bordaberry, y había otros liderazgos como el de Tabaré Viera. Pero nosotros sentimos que el momento actual necesita de un líder político que la gente reconozca en cuanto a que da certezas porque tiene una experiencia para mostrar.


“Toda esa expectativa que había surgido en la fundación del Partido de la Gente ya no es tal”

-En sus apariciones públicas, Sanguinetti ha marcado una distancia con Edgardo Novick y ha cuestionado su proyecto político. ¿Qué opinión le merece esa actitud?

-Yo estoy de acuerdo porque Novick dijo muchas veces que quería unir a la oposición, incluso a través de un mismo lema, pero al formar un nuevo partido terminó dividiéndola. Es un proyecto político que no tiene un asiento en una ideología concreta, en una historia o en una experiencia comprobada para que la gente pueda saber hacia dónde va cada uno de los políticos que integran su partido.

-¿Cree que tendría que haber aceptado ingresar al PC en su momento?

-A mí nunca me quedó clara su filiación política anterior, porque si bien apoyó alguna candidatura colorada, como la del expresidente [Jorge] Batlle, también sé que apoyó a Luis Lacalle Herrera. Pero en definitiva, para lograr esa unidad de la oposición tendría que haber ingresado a alguno de los partidos tradicionales y haber tenido su perfil desde ahí.

-De todas maneras, en una eventual coalición, que es lo que ustedes proyectan, ¿no cree que van a necesitar sus votos?

-Si el día de mañana ese proyecto político es avalado por la gente, será un interlocutor legítimo para sentarse a una misma mesa con el resto de los partidos. Mientras tanto me parece que es notorio que toda esa expectativa que había surgido en la fundación del Partido de la Gente ya no es tal.