Mario Arizti: “El informalismo fue lo más inesperado que nos encontramos”

Mario Arizti, subsecretario de Trabajo y Seguridad Social


Antes de asumir, este gobierno sabía que se iba a encontrar con un panorama complejo en materia económica y con un mercado laboral “deteriorado”, de acuerdo con el viceministro de Trabajo. Sin embargo, dijo que hubo algunas sorpresas, entre ellas, una referida al trabajo informal. “Asusta el alto informalismo”, situación que quedó transparentada con los efectos de la pandemia, sostuvo el jerarca. También habló acerca de las negociaciones salariales y aseguró que el gobierno pretende que no se disminuya el poder adquisitivo.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-A los pocos días de que asumiera el gobierno, llegó la pandemia. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tuvo un rol fundamental por la afectación directa sobre los trabajadores. Se creó el seguro de paro parcial, se tomaron medidas para contrarrestar la situación de algunos colectivos y se estableció el seguro por enfermedad para mayores de 65, entre otras medidas. ¿Cómo evalúa ese proceso y dónde está puesto hoy el foco?

-Cuando asumimos sabíamos que teníamos tres etapas fundamentales en el año: la presentación de la ley de urgencia, el vencimiento de la mayoría de los convenios colectivos en junio y luego el presupuesto. El 13 de marzo se declaró la emergencia sanitaria y, si bien los planes de gobierno no quedaron de lado, se enlentecieron y nos empezamos a preocupar por la pandemia, que tiene efectos económicos.

Desde el inicio ya teníamos un mercado de trabajo bastante deteriorado; la tasa de desempleo cuando terminó febrero de este año fue de 10,5%. Es un guarismo bastante importante, acompañado de indicadores económicos preocupantes, una muy baja inversión pública y privada, un déficit fiscal abultado y problemas de competitividad.

Frente a este panorama, el mercado de trabajo se agravó por la pandemia. Basta ver la cifra del seguro de paro, que llegó a estar en 200.000 –hoy tenemos 20.000 menos-. Es una cantidad demasiado importante, consecuencia directa de la pandemia y el enlentecimiento de la economía más el cierre de empresas.

Ahí pusimos el foco en diferentes medidas, como decís, como el seguro de paro parcial. Este permite que la empresa no despida al trabajador, sino que lo mantenga en planilla por determinado tiempo con la esperanza de que cuando se empiece a reabrir la economía, como está pasando en estos momentos, vuelva a su lugar de trabajo.

-¿Qué impacto tendrá todo esto sobre el desempleo?

-Algún efecto en el desempleo va a haber. En el marco del Consejo Superior Tripartito anunciamos un incentivo para que las empresas recuperen a los trabajadores que están en seguro de paro y las que no tienen gente en seguro contraten nuevos empleados. En ambos casos se les otorgará un beneficio de 5.000 pesos (por cada trabajador reincorporado o contratado).

-¿Será suficiente para evitar la pérdida de puestos de trabajo o se puede pensar en nuevas medidas?

-Una medida aislada nunca es suficiente y todo lo que uno hace puede ser que sea insuficiente, pero lo tiene que hacer dentro de un marco en el que den las cuentas, porque tenemos un déficit importante.

A eso hay que sumarle que en el Consejo Superior Tripartito se formó una comisión por el empleo y la sustentabilidad de las empresas, donde van a participar Economía, Trabajo y los actores sociales. Allí vamos a tratar de diseñar otro tipo de medidas teniendo como foco principal el empleo, que es la preocupación mayor.

El empleo viene sufriendo un deterioro desde 2014 por diferentes circunstancias; la pandemia fue algo notorio. También en los últimos años se viene dando un proceso de automatización que transforma el trabajo. El papel del Inefop pasa a ser fundamental para el día después de la pandemia, por ser un organismo que apunta a la formación para tratar de reinsertar en forma efectiva a las personas al mercado laboral.

-El foco del gobierno está puesto en el empleo, pero las cámaras empresariales advirtieron que no está garantizado que se pueda recuperar.

-El Consejo Superior Tripartito fue muy importante. El Poder Ejecutivo presentó lineamientos salariales acordes a la situación que estamos viviendo. Se escuchó a trabajadores y empresarios, introdujimos aportes de los sectores de trabajadores como proteger salarios sumergidos, y también de ambas partes, como tratar de poner foco en el empleo.

-Siempre se ve un buen relacionamiento entre los actores de la negociación salarial. Sin embargo, ¿se podría decir que falta confianza entre las partes al momento de negociar?

-Como MTSS no nos vamos a cansar de promover relaciones laborales colaborativas, y eso es, justamente, tratar de diseñar políticas de común acuerdo y dejar de lado las confrontaciones. La confianza se logra cuando las partes se juntan y buscan puntos de coincidencia. Obviamente que cada uno tiene un rol, protege diferentes intereses y siempre va a haber conflictividad; lo importante es administrarla.

-¿Cómo fue para el gobierno este proceso, en el que hubo tensiones importantes entre los trabajadores y los empresarios?

-Hubo tensiones durante todo junio alrededor de las pautas y llegamos a puntos de consenso; la comisión de empleo y sustentabilidad de las empresas fue uno de ellos. No es un tema menor tener una pauta realista de acuerdo a la situación que estamos viviendo, más allá de que el sector empresarial pretendía otro tipo de indicadores y el sector trabajador aspiraba a la certeza absoluta de que no iba a haber pérdida del salario real.

Lo importante es que quedó un documento donde las tres partes les dicen a los grupos salariales que atiendan los lineamientos que se resolvieron, porque es lo mejor para este momento.

-Para el PIT-CNT, de todas maneras, la pauta salarial es “globalmente insuficiente” porque no mantiene “el poder de compra del salario real de los trabajadores”.

-Hay que mirar un poco el contexto. El salario real en los últimos años ha crecido mucho, incluso por encima de la productividad. Ese es un problema a resolver en el futuro, o sea, tratar de introducir el tema de la productividad en las negociaciones. Y luego, a partir del año 2014, comenzó a decaer un poquito.

Con estas pautas salariales nosotros damos un ajuste nominal –primero un 3% y después, al final del período, va a haber un correctivo-. Podrá haber o no pérdida salarial, pero también está el compromiso de que a medida que la economía crezca, se recupere esa pérdida y no se pierda empleo.

-¿Y si la economía no crece?

-Las proyecciones de diferentes consultoras, del propio Ministerio de Economía, indican que va a haber un crecimiento. Hay muchas variables a tomar en cuenta; el guarismo de inflación es absolutamente importante y el crecimiento del PIB también. Las proyecciones son optimistas, veremos al final del convenio en qué situación estamos, pero el gobierno pretende que no se disminuya el poder adquisitivo del salario.

-Decía que la productividad tendría que incluirse en la negociación colectiva. Es algo que muchos actores vienen diciendo desde hace un largo tiempo. ¿Por qué cuesta tanto?

-Trabajadores, empresarios y el gobierno consideran que hay que meterle estudio y análisis al tema de la productividad, que en definitiva es el factor importante que protege al salario. Hay un problema muy específico de cómo medirla, si hacerlo a nivel sectorial o tomar algún indicador sectorial y luego pactar productividades por empresa.

Esa discusión la postergamos por el efecto de la pandemia, pero es algo a charlar con los actores sociales; tenemos que buscar indicadores y mediciones que sean resultado de un consenso.

Ya los gobiernos anteriores lo habían planteado. Hay muchos sectores en cuyos convenios hay un factor de productividad importante. Este gobierno tiene una responsabilidad de trabajar en este tema y, terminados los efectos de la pandemia, antes de la próxima ronda salarial, debemos ponerlo sobre la mesa.

-Hablaba de los incentivos a los empresarios. El presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, dijo tras la reunión del Consejo Superior Tripartito que la recuperación viene lenta para muchas empresas. ¿Se busca atender esta situación? ¿Qué se puede hacer en este contexto donde es tan necesaria esa reactivación?

-El gobierno, desde que se instaló la pandemia, ha tratado de buscar medidas focalizadas, no solamente para trabajadores dependientes sino para los informales, y también apuntando a las propias empresas.

Hay sectores más complicados que otros, como el transporte escolar, y remitimos recientemente un proyecto de ley exonerándolo de aportes patronales porque fueron los primeros perjudicados. Otros sectores que también fueron muy castigados, como los restoranes, van abriendo de a poquito, se están reactivando. Eso se reflejó en el número de seguros de paro.

Quiere decir que las empresas están abriendo con los protocolos necesarios y tomando personal. Es difícil establecer la velocidad y el gobierno trata de buscar políticas focalizadas con respecto a diferentes colectivos.

-Estamos en un momento en el que se empiezan a vencer los seguros de paro y a prorrogar en los sectores más complicados, pero esto implica un costo. ¿Cómo va a impactar eso en la economía?

-Sí, implica un costo. Las prórrogas del seguro de desempleo se deben otorgar con cautela y con la expectativa cierta de que se retome el trabajo. Obviamente que es un gasto muy importante, de millones, pero es un instrumento muy eficiente.

-Decía que el mercado de trabajo ya venía deteriorado desde hacía algunos años. ¿La situación que encontraron al asumir era la esperada o hubo sorpresas?

-Sabíamos que la economía desde el 2014 venía enlentecida, que la inversión pública y privada era muy baja, el déficit fiscal era abultado, la inflación prácticamente en todos los períodos anteriores había estado fuera del rango meta y se habían perdido más de 55.000 puestos de trabajo.

Como sorpresa podría decir que asusta el informalismo, que es alto. Quedó transparentado con los efectos de la pandemia el trabajador informal, el que no tiene cobertura. El informalismo fue lo más inesperado que nos encontramos.

-¿Se pondrá énfasis en resolver las observaciones de la OIT?

-Tenemos la esperanza de llegar a algún tipo de acuerdo, que se haga un debate parlamentario importante. La Ley de Negociación Colectiva fue observada por la OIT y el gobierno anterior presentó un proyecto de ley en noviembre con el objetivo de levantar esas observaciones. Ese tema hay que solucionarlo; viene pendiente del período pasado y no se puede mirar para el costado. Habrá diferentes opiniones, todas respetables, y buscaremos las coincidencias sin perder el rol que tiene cada uno, porque el gobierno tiene que gobernar y cumplir con las leyes.


El teletrabajo “llegó para quedarse”

-Los cambios en las formas de trabajo que está generando la pandemia como el teletrabajo, el trabajo parcial, la menor presencialidad, ¿se deberían incluir en futuras negociaciones?

-La pandemia nos obligó a exhortar al gobierno y a las empresas a hacer teletrabajo. Antes se venía discutiendo sobre tener una ley para regularlo, pero por imperio de los hechos la gente empezó a teletrabajar. Hay que someter el proyecto a consulta de los actores sociales para que hagan sus aportes y luego vendrá el debate parlamentario. Esperemos ser eficientes y poder tener una ley de teletrabajo, que es un tema que llegó para quedarse.

-¿Qué implica la regulación?

-La regulación significa darles certezas al trabajador y la empresa de cómo se distribuye el tiempo de trabajo y cómo se trabaja en forma remota, es decir, otorgar protección y seguridad jurídica.


Una coalición “fuerte” pese a la salida de Talvi

-¿Cómo vio la salida del excanciller Ernesto Talvi? ¿Afecta la estabilidad de la coalición?

-Como integrante del gobierno y de un Ministerio que compartimos con otro partido, me parece que la coalición está fuerte y hay un excelente diálogo. La salida del canciller no pone en tela de juicio el funcionamiento de la coalición y desde el punto de vista del MTSS, el ministro (Pablo Mieres) es líder del Partido Independiente, yo soy del Partido Nacional, tenemos un excelente relacionamiento y trabajamos a la par.