Sebastián da Silva, senador del Partido Nacional
“A nadie se le ocurre dejar a Orsi sin presupuesto”, contestó el senador Da Silva consultado sobre lo que será la discusión presupuestal en el Parlamento, que estará enmarcada en un contexto de tensiones entre oposición y oficialismo. En entrevista con CRÓNICAS, el legislador nacionalista apuntó a Cabildo Abierto y criticó al diputado Álvaro Perrone, quien, a su entender, está destruyendo la base electoral de su partido. Además, Da Silva dijo que Gabriel Oddone, para la oposición, es el ministro a sostener y reconoció que, cuando asumió en la pasada legislatura como senador, se propuso ser el Mujica de la derecha.
Por Mateo Castells | @teocastells
Menú: El entrevistado degustó en la cava de La Corte salmón salvaje de Alaska, acompañado de puré de papa y Coca-Cola light. Para la sobremesa, optó por un café.
-La discusión por la Ley de Presupuesto estará enmarcada dentro de una tensión en el ámbito parlamentario, luego de dos interpelaciones y el episodio entre usted y el senador Viera, además del desmarque que ha tenido Cabildo Abierto de la oposición. ¿Esto dificulta la posibilidad de concretar acuerdos?
-La discusión presupuestal tiene impacto más que nada en la gente que se está matando entre ellos. Esa discusión, por ejemplo, le importa a la Asociación de Fiscales porque le asigna más o menos viáticos. Para mí es más importante la ejecución que la asignación presupuestal. Los grupos de presión se acostumbraron a escribirnos. El presupuesto tiene una parte relacionada con el Estado en su funcionamiento, que es la parte que menos le cambia la vida a la gente, una parte más pública que es la discusión tributaria y después están los cangrejos debajo de la piedra, que son los complicados. A nadie se le ocurre dejar a Orsi sin presupuesto, esperemos que lo valore. Por otro lado, Álvaro Perrone, con sus actitudes, está destruyendo la base electoral de Cabildo Abierto (CA). Hoy la Cámara de Diputados está siendo perronecéntrica y ese giro está destruyendo a CA. Los que votaron a CA en esta elección son los retirados militares y una derecha muy conservadora. Y eso se nota porque nosotros vimos los coletazos.
-¿Eso que señala cree que impacta en la conformación de una coalición de cara a 2029?
-Esa destrucción de la base electoral de CA no destruye a los votantes. Los votantes están y reaccionan. Y el Partido Nacional (PN) tiene la representación de una derecha popular, que a medida que avanza el mundo dicotómico se manifiesta más claramente. Son personas que laburan, que pagan impuestos y que no quieren que venga un Estado a meterse en la cabeza de sus hijos con cosas raras del género cuando tienen cuatro o cinco años. Entonces, lo de CA nosotros lo miramos así. Tampoco imaginamos otra cosa.
-¿No esperaba ese desmarque de CA después del resultado electoral?
-Me parece que hay situaciones personales que alejan la perspectiva política. ¿Cómo puede ser que cientos de retirados militares estén de acuerdo con Perrone?
-¿A qué se refiere específicamente?
-Hay un antes y un después en el episodio de Irene Moreira. Y CA entra en una vorágine, siendo un partido que fue un aluvión en su momento, pero la política destruye esas cosas. El CA que yo conozco, Perrone no lo puede representar. Entonces, ahí se da ese fenómeno. En definitiva, el ansia de protagonismo de Perrone está destruyendo el electorado de CA. Y eso impacta con el arco de los que estamos más a la derecha en el PN porque lo recibimos todos los días.
-En lo que refiere a la discusión del presupuesto, el PN ya ha manifestado que no apoyará el incremento de nuevos impuestos. ¿No hay disposición de ceder ante estos temas?
-Las tensiones en el Parlamento son por temas pasionales. Aratirí o María Dolores son temas pasionales, no como el Impuesto Mínimo Global. El más complicado es el impuesto “Susana Giménez”. Ese sí es un tiro en el pie.
-Imagino que se refiere al gravar con IRPF a las ganancias de capital de uruguayos en el exterior…
-Sí. Porque van a gravar a residentes uruguayos que tienen tres o cuatro residencias en Miami y ahora vamos a ir a cobrarles. Es una estupidez. El IVA a las importaciones es más complicado. A mí esas discusiones me sorprenden por parte de quien viene, porque CPA Ferrere, el Centro de Investigaciones (Cinve) y el mismo Gabriel Oddone fueron grandes imanes en atraer inversión y conocen desde adentro el funcionamiento de esto. Me extraña que tengan tan poca perspectiva. Hay mucha inmigración virtuosa en Maldonado para generar empleo y con esto se pueden calentar e irse. Si el ministro de Economía fuera Alejandro Sánchez, lo puedo entender, pero no de Oddone.
-¿Oddone sería un ministro de la coalición?
-Sí. No debería haber mayores matices, más que el corsé de la perspectiva de género del “los, las y les”, que es un “bla bla bla progre” que harta a todo el mundo y harta hasta al propio Oddone. Después, Oddone es, para nosotros, el ministro a sostener.
-¿Cómo está el relacionamiento hoy en día en la Cámara de Senadores con los legisladores oficialistas?
-Bien.
-¿No hay fracturas en el vínculo luego de lo que ocurrió en la interpelación al ministro Fratti?
-No. Acá hay dos formas de ver esto. Una, que es como lo ve la generación de cristal, con una gran vulneración, y la otra es como gente grande, que asume los errores y va para adelante. Yo voy por la vida tratando de tener buenas relaciones personales y más temprano que tarde las cosas se van a volver a arreglar.
-Entonces, hoy hay una fractura…
-La gente está podrida de los políticos hablando de sí mismos. Ya está. En este caso, Viera y yo, ya nos pedimos disculpas.
-Usted se cruza con Viera en los pasillos del Palacio y se saludan.
-Nos saludamos.
-¿Cómo define su forma de hacer política?
-Cuando asumí la legislatura pasada tenía dos objetivos claros: ser el senador del campo, que es un lugar lleno de prejuicios y de estancieros con camionetas 4×4 y ser el Mujica de la derecha, porque Mujica era un fenómeno comunicando. Como él era de una izquierda no ideologizada, yo no soy de una derecha rancia y miliquera. Yo soy el mismo vestido de senador que manejando o trabajando en campaña. Eso tiene ciertas afectaciones, porque a mí, como soy de los pocos que paga impuestos dentro del Senado, sé lo que le cuesta a la gente pagar impuestos para pagarme el sueldo.
-¿A qué se refiere?
-No dejamos de tener un sistema político profesional que vive por y para la política. En mi caso, por determinación propia, sigo haciendo todo lo que hago a nivel laboral. Los usos y costumbres del Parlamento no van con mi forma de ser. Yo no tengo chofer, por ejemplo. Siempre trato de salir de la referencia copernicana, porque el mundo gira mucho más lento ahí adentro de lo que gira afuera. Y trato de llegar afuera, para poder meterlo ahí adentro. Y después, yo tengo una forma frontal de ser.
-¿La gente que lo puso donde usted está hoy, cree que busca y aprueba esa forma de ser que lo caracteriza?
-Sí. La gente lo que quiere es que lo representen. Si te autopercibís representante de la sociedad, no representás a nadie. Ahora, si te autopercibís representante de los talleristas o los repuesteros de la calle Rondeau, por ejemplo, representás a alguien. Mucha gente se ve representada en lo que yo hago. Obviamente no son los sindicalistas o los animalistas. Ese es el corte del algoritmo. Yo represento a un sector de la sociedad y al resto no los represento, los enfrento. Esa es la diferencia, que es de perspectiva.
-¿Usted cree que sus actitudes, más allá del insulto a Viera, apuntan a lo que espera la sociedad de un senador? Me refiero, por ejemplo, a cuando en la campaña electoral llevó a alguien disfrazado de Tribilín haciendo alusión a Orsi.
-Sí. Y cada día más. Son los mismos que festejan cuando le dicen “conchuda” a Laura Raffo. El uruguayo no está exento de todo esto. ¿Por qué está bueno que las murgas destruyan con miles de personas riéndose de cosas personales y yo no puedo poner a Tribilín en un acto?
-Una cosa es lo que canta una murga en un tablado y otra la que hace y dice un senador de la República. ¿No identifica esa diferencia?
-No, porque el objetivo es el mismo. Cuando Tabaré Vázquez le dijo pompita de jabón a Lacalle Pou, era lo mismo.
-¿Cree que el tiempo le va a dar la razón con respecto a su postura sobre María Dolores?
-Absolutamente. María Dolores es un santuario a Mujica y lo justificaron diciendo que el precio que pagaron por esa compra es porque la estancia tenía riego e inventando una cantidad de colonos que nunca van a ir. Hoy se están dando gran parte de las cosas que se anticipaban en la interpelación. Hoy Colonización empezó a generar injusticias en María Dolores.
-¿A raíz de qué afirma eso?
-A raíz de que empieza a favorecer a unos en detrimento de otros. Hay que esperar a que se confirmen las resoluciones del directorio para saberlo.
-Dentro del PN hay voces que se han manifestado a favor de María Dolores, como el intendente de Florida, Carlos Enciso. ¿No hay consenso sobre el tema dentro del partido?
-Está bien eso. En este tema, la indignación es mayor cuando entendés de qué se trata y lo que cuesta el desarrollo, llevarlo a punto y el tiempo, además de las limitaciones.
-¿Cómo está el PN hoy en su interna?
-Álvaro Delgado está cada día más parecido a mí. Está un poco más opositor, lógicamente. La interna está bien, inclusive con una unión fuerte cuando aparecen temas importantes, como María Dolores, que no hay fisuras.
-¿Le gustaría que Lacalle Pou tenga más presencia?
-Estamos todos grandes, seríamos unos inmaduros si estuviéramos llorando todos los días a Luis.
“Reconozco que Oddone, Sánchez y Orsi, tienen bien claro lo que no pueden hacer”
-Más allá de lo que han sido las críticas a este gobierno en su rol opositor, ¿qué le reconoce positivamente?
-Reconozco que Oddone, Alejandro Sánchez y Orsi tienen bien claro lo que no pueden hacer, pese a que algunas cosas se les fueron colando en el presupuesto. Este gobierno se ha caracterizado por errores escolares. Y esos errores desembocaron en dramas de telenovela. Ellos llegaron con un lema de campaña que era imposible de discernir, que era la revolución de cosas simples, y están tratando de hacer las cosas simples. No sé si la revolución o la involución.
“No digo que esté mal lo del MGAP en el presupuesto, pero es corto y falta más”
-¿Qué valoraciones hace de lo asignado en el presupuesto para el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)?
-Faltan medidas que generen una revolución. Sobre el riego había un consenso y ahora no hay nada. Yo voy a proponer que, por lo menos en dos años, el MGAP termine el estudio para la represa de Palo a Pique, en Treinta y Tres. También está el problema de la garrapata en los montes forestales y no hay nada en el presupuesto. No digo que esté mal lo del MGAP en el presupuesto, pero es corto y falta más. Hay que proponer cosas y cambiar otras. Si con la ley se puede hacer énfasis en un plan para la garrapata o el riego, cambia el tema.