“El sector productivo sigue corriendo de atrás la capacidad de adaptación a la crisis climática”

Carlos Rydström, director de Desarrollo Rural

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declaró la emergencia agropecuaria para los sectores de ganadería, lechería, horticultura, fruticultura y agricultura por un período de 90 días, lo cual se estima que afecte a cerca de 16 millones de hectáreas. En ese marco, CRÓNICAS conversó con el director de Desarrollo Rural del MGAP, Carlos Rydström, quien habló sobre la situación de emergencia, las herramientas utilizadas para mitigarla y las perspectivas económicas del rubro.

Tercer año consecutivo

Desde 2020 hasta hoy, se declaró emergencia agropecuaria todos los años durante primavera, la estación de mayor desarrollo vegetativo. Según Rydström, los criterios que se adoptan para declarar la emergencia se realizan a través del Sistema Nacional de Información Agropecuaria, que reúne datos de Inumet, información satelital y demás sobre el agua disponible en suelo, comparación interanual de precipitación y forraje y proyecciones de temperatura. Estos elementos están comprendidos en distintos niveles, que una vez superados se aconseja declarar emergencia agropecuaria.

El jerarca señaló que “las proyecciones para el próximo verano son poco alentadoras” dadas las condiciones climáticas inusuales que atraviesa el país para la época.

Con respecto a los años anteriores de emergencia agropecuaria, el director indicó que se está trabajando en conjunto con el ministerio, institucionalidad agropecuaria y gobiernos departamentales. “Se han aumentado los montos ejecutados y diversificado herramientas”, comentó y recalcó la rapidez con la que se está reaccionando ante estas situaciones.

Sin embargo, considera que “no es suficiente con este tipo de apoyo porque las pérdidas son más grandes de lo que se puede cubrir”. Rydström se expresó sobre la preocupación del sector y dijo que la problemática supera las cuestiones económicas. “No solo afecta los bolsillos sino la voluntad y motivación de los productores”, afirmó.

Por otro lado, opinó que “el sector productivo sigue corriendo de atrás la capacidad de adaptación a la crisis climática”.

Herramientas para paliar la situación

Rydström se refirió a las cuestiones climáticas y explicó que los factores que afectan la producción agropecuaria están atravesando una “mayor incertidumbre” para esta época del año, con fuertes sequías en primavera y temperaturas heladas a principios de mes.

El director sostuvo que “en 2020 el Ministerio brindaba préstamos en forma de ración, ahora cambió a préstamo de dinero a través de República Microfinanzas”. Esto hizo que a medida que se mejoraba la capacidad de cobro, se agregaron convenios con intendencias para limpiar tajamares, invertir en maquinaria, instalar hoteles de terneros durante la época de incendios forestales y distribuir fardos para mitigar el forraje.

A su vez, calificó de “resiliente” la capacidad del agro para superarse ante situaciones como la pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania en comparación a los altibajos internacionales que hubo durante la época.


16 millones de hectáreas

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, dijo en rueda de prensa luego de declarar la emergencia agropecuaria que se liberarán más de $ 350 millones del fondo de emergencia agropecuaria. “Hay un gobierno solidario para tratar de mitigar los efectos de la sequía”, señaló.

Mattos hizo referencia a los datos comparativos a 2021, declaró que existe un déficit hídrico más acentuado en una época compleja como la que estamos atravesando y resaltó que el panorama es más difícil para los departamentos de Montevideo, Canelones y San José.

Carlos Rydström estuvo de acuerdo con Mattos e hizo hincapié en que más allá de la cifra económica, “estuvieron cerca de los productores mediante la habilitación de pastoreo en las rutas y charlas de preparación para épocas de sequía”.