Desafíos para el sector logístico

Columna | Logística

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El tema de los desafíos para el sector logístico es extenso y difícil de abarcar integralmente. No obstante, se pueden describir algunos desafíos importantes, sin que signifique ser exhaustivos.

Por: Ing. Civil Álvaro Olazábal (*) | @OlazabalAlvaro

Desafíos en ordenamiento territorial, infraestructura y logística

Constatar mejor las relaciones que existen entre el ordenamiento territorial, la infraestructura y la logística, permite apreciar la eficacia de las inversiones y, además, identificar algunos factores que potencien un posible estancamiento o limitantes para el crecimiento. 

El desarrollo de actividades logísticas en un puerto, en un aeropuerto o en una zona franca, puede ser afectado negativamente si la infraestructura de transporte hacia y desde esas plataformas no brinda un servicio eficiente, o si las características del ordenamiento territorial impactan sobre la eficiencia de la circulación vial al generar lentitud, congestión, interferencias, inseguridad, entre otros.

En Montevideo y Canelones ha habido importantes inversiones portuarias y aeroportuarias que hoy son soporte fundamental para la logística de las cargas del comercio exterior uruguayo y de la distribución regional a través del tránsito/trasbordos por nuestro país. 

A estas inversiones se le suman importantes inversiones en rutas nacionales que posibilitan el acceso y salida al puerto capitalino y al aeropuerto internacional de Carrasco. Algunos ejemplos de las inversiones realizadas son las de la ruta 1, el puente de la Barra de Santa Lucía, los Accesos a Montevideo, la rambla y viaducto portuario, las de las concesiones de las rutas 5 y 8, el anillo perimetral, las de las rutas 101 y 102 y demás. Este esfuerzo de inversión pública y privada en infraestructura nacional, ha sido uno de los factores que ha potenciado a la logística portuaria y aeroportuaria, y también, a la materialización de una importante inversión logística privada en Montevideo y Canelones en los entornos adyacentes de las mencionadas rutas, al posibilitar buenos accesos, movilidad, circulación eficiente y conectividad con el puerto, con el aeropuerto y con los pasos de frontera.

Vemos hoy que el desarrollo de actividades productivas, logísticas, residenciales, rurales, en los entornos de las mencionadas rutas como también del puerto y del aeropuerto, se ha intensificado y densificado, y esto potencia la posibilidad de que se generen impactos negativos en el funcionamiento de la logística del puerto, del aeropuerto y de las instalaciones privadas adyacentes a las mencionadas rutas.

Lo anteriormente dicho es un ejemplo de que hay desafíos relacionados con el ordenamiento territorial, la infraestructura de transporte y la inversión logística ya instalada o a instalarse en el futuro, que es necesario abordar en forma integral, de manera de identificar a tiempo actuaciones que eviten perder la eficacia de las inversiones realizadas, así como que surjan situaciones restrictivas al crecimiento económico y logístico que se ha venido impulsando, o de pérdida de eficiencia y de competitividad de las empresas instaladas.

Logística y competitividad

Como en cualquier sector, en el logístico, la competitividad se construye, no es algo estático sino dinámico. La experiencia internacional muestra que, en el proceso de construcción de competitividad, la cooperación y la colaboración entre los diferentes actores públicos y privados que participan en la actividad logística es clave, y debe prestársele atención si se quiere mejorar. 

Las empresas del sector logístico podrían mejorar su competitividad desde una lógica de clústeres, o sea, conformando un conjunto en el que compiten y colaboran al mismo tiempo, pero buscando que la pertenencia al conjunto mejore las posibilidades de desarrollo de sus ventajas competitivas.

Los procesos de mejora de la competitividad del sector logístico desde la lógica de clústeres, son de mediano y largo plazo. Son procesos complejos, necesitan constancia y coherencia, pero la experiencia internacional muestra que la implementación de estrategias en ese sentido da resultados positivos de mejora de la competitividad. 

Una razón importante para que las empresas formen parte activa de un clúster es que pueden obtener significativas ventajas competitivas al realizar acciones conjuntas. Para ello, es importante encontrar puntos focales comunes y estratégicos que ayuden en ese sentido, así como a través de la creación y fortalecimiento del capital social de la actividad.

Un estudio del Instituto de Competitividad de la UCU realizado en el 2022 para el Inalog, señaló algunas áreas específicas de mejora para el desarrollo de la actividad, como ser: el fortalecimiento de las redes y asociaciones existentes, la expansión de la capacidad de innovación a todas las subáreas de la actividad logística, el aconsejable desarrollo de líneas de financiamiento específico para el sector, una mayor interacción y cooperación público-privada en la elaboración de estrategias de mediano y largo plazo para la actividad como en la búsqueda de soluciones para las trabas o problemas que afectan al sector en el corto plazo, y el cuidado del ambiente competitivo.

Logística y globalización

Todos percibimos la dinámica del mundo globalizado, donde el paradigma es la velocidad. Las innovaciones tecnológicas, la digitalización de los procesos, la robotización y la automatización, son algunos ejemplos del progreso actual y de la velocidad de los cambios. 

También con la globalización, el escenario de actuación de la logística ha dejado de ser solo local, ampliándose al regional y al global. Estos escenarios exigen una buena comprensión de qué tipo de actuación se debe reflejar en ellos, al existir distintos territorios, infraestructuras y características logísticas. 

Además, las cadenas de suministros presentan características de mayor integración de sus actores, alta eficiencia, baja fricción en procedimientos y flujos de mercancías e información, mayor previsibilidad, trazabilidad y seguridad, y exigen contar con indicadores de tiempos, costos y calidad, para poder responder a las demandas de los clientes y ser más competitivas.

Este amplio escenario de innovación plantea desafíos de capacitación, profesionalización, inversión, estandarización, previsibilidad y trazabilidad, nunca vistos antes y mucho más exigentes dada la velocidad de los cambios. 

Uruguay se ha ido adecuando a un rol logístico cada vez más abierto a actuar regional y globalmente. No obstante eso, no todos los actores públicos y privados han realizado las acciones estratégicas necesarias con igual velocidad y calidad.

Logística, regímenes promocionales y organismos públicos

Los diferentes regímenes promocionales en Uruguay para la inversión en general y para desarrollar actividades logísticas y cadenas de suministros eficientes, son un factor de diferenciación y fortaleza del país como centro de distribución regional.

No obstante esto, siempre está latente la posibilidad de cambios en los países de la región, en cuanto a ajustes de sus normas que debiliten nuestra diferenciación regional o limiten el crecimiento de nuestra logística. Reflexionar sobre nuestras normativas, de manera de identificar si eventualmente son necesarios y factibles ajustes o innovaciones para reforzar y mantener nuestra diferenciación regional y potenciar el crecimiento de la actividad logística, es un desafío a encarar. 

Alcanzar una buena coordinación entre las oficinas públicas relacionadas con la logística, tanto en temas de estrategias y políticas como en lo que corresponde a temas administrativos y de control, incrementaría la eficiencia de las cadenas logísticas. Reformas que eviten la duplicación de tareas y trámites, y que posibiliten disponer de indicadores de desempeño que permitan evaluar procesos y gestiones, impactarían positivamente en la eficiencia y competitividad de las cadenas de suministros.

Conclusiones

La velocidad de los cambios a nivel regional y global plantea un escenario logístico amplio y complejo que requiere atención permanente en múltiples aspectos relacionados con el sector público y el sector privado individualmente, y con ambos conjuntamente, si queremos tener una más eficiente logística.

(*) Presidente del Instituto Nacional de Logística.