La actividad industrial en América Latina se contrajo en el segundo semestre de 2016

Columna> Cámara de Industrias del Uruguay

En 2016, la producción industrial mundial comenzó acelerar su crecimiento, si bien dicho comportamiento difiere entre las economías avanzadas y los países emergentes. En efecto, en el último trimestre de 2016, la tasa de crecimiento interanual de la producción industrial mundial ascendió a 2,7%, luego de alcanzar un incremento de 2,3% en el trimestre anterior, alcanzando el mayo ratio desde fines de 2015.

El dinamismo de la actividad industrial mundial obedece al proceso de recuperación de las economías industrializadas, ya que las economías emergentes desaceleraron su dinamismo. No obstante, las tasas de crecimiento continúan siendo significativamente más elevadas en los países en desarrollo que en las economías industrializadas, principalmente por el efecto de China.

Aún con este repunte, la incertidumbre geopolítica y los potenciales cambios en los tratados comerciales a nivel internacional configuran un escenario de elevados riesgos para los próximos trimestres.

En el promedio de 2016, la producción manufacturera de la Unión Europea aumentó 1,5% en relación al promedio de 2015, mientras que en el caso de Japón y Estados Unidos se observó una contracción en la producción del 0,4% y 1,2% respectivamente.

En tanto, la producción manufacturera de China creció 6% con respecto al año anterior, mostrando similar dinamismo al del 2015.

En cuanto a la región, la producción manufacturera tuvo un desempeño negativo en 2016, destacándose la fuerte caída observada en la industria de Brasil (-6,2%), luego de haberse contraído significativamente también en 2015 (-9,8%).

La actividad industrial de Argentina disminuyó 4,6% en relación a 2015, luego de haber permanecido relativamente estable en 2015.

Con respecto a Uruguay, de excluir del análisis a la refinería y a las ramas donde se encuentran las empresas ubicadas en Zonas Francas, Pepsi y UPM (ramas CIIU 1549 y 2101), surge que la actividad industrial cayó 0,9%, luego de haber disminuido 4,5% el año anterior. Es decir, la producción industrial uruguaya se redujo al igual que en la región, pero a un ritmo menor.

Considerando las zonas francas, en 2016 la producción industrial disminuyó 1%, después de haber crecido 3% en 2015, por el impulso del inicio de actividades de Montes del Plata.

Los magros resultados del sector industrial también se repitieron en el resto de los países de América Latina. En el caso de Chile la actividad industrial se redujo 0,9% en 2016, mientras que la producción industrial peruana mostró una caída del 1,5%.

Colombia y México fueron los países que registraron tasas positivas en 2016 (3,2% y 1,3% respectivamente en relación a 2015).

Economías industrializadas

En el último trimestre de 2016, mejoró la performance de la producción industrial en las economías desarrolladas respecto a los trimestres previos, registrando en promedio un crecimiento interanual del 1,4%, lo que implicó un aumento de 0,9 puntos porcentuales en relación al incremento del tercer trimestre de 2016. Esta aceleración se encuentra liderada por los países del este asiático y Europa, ya que la producción industrial de Estados Unidos mostró un crecimiento muy moderado.

El aumento de la producción industrial de Europa ascendió al 1,6% en el cuarto trimestre del 2016, destacándose los incrementos de Italia (2,8%), Reino Unido (1,9%) y Alemania (1,2%). En contraposición, Francia la producción industrial sigue estancada (0,2%). Cabe destacar el buen desempeño de la actividad industrial en el Reino Unido, a pesar de las expectativas de desaceleración como consecuencia del “brexit”. Por su parte, la actividad industrial de Rusia aumentó apenas 1% en el último trimestre del año, lo que implicó que continuara mostrando una recuperación inestable luego de la caída del precio del petróleo.

En lo que respecta a Estados Unidos, la mayor fortaleza del dólar afectó la competitividad de los productos norteamericanos, lo que debilitó las exportaciones de manufacturas de dicha economía. La mayoría de las actividades industriales mostraron una contracción en su producción, a excepción de vehículos automotores, computadoras y productos electrónicos.

Por su lado, luego de un largo período de contracción de la producción industrial en el este asiático, en el último trimestre de 2016, se observó una suba del 2,9%, estimulada por el buen comportamiento de Japón (2,7%). El sector automotriz y electrónico, así como sectores productores de maquinaria y equipos fueron los responsables de este desempeño.

Economías en desarrollo

Como se comentó anteriormente, en el último semestre del año pasado, el incremento de la producción industrial en las economías emergentes se fue desacelerando. El menor dinamismo de China, así como la contracción de la producción industrial de América Latina, en particular de Brasil, fueron los factores que incidieron en este peor desempeño del sector manufacturero.

Si bien la producción industrial de China continúa expandiéndose, el crecimiento del último trimestre de 2016 fue menor que el trimestre previo anterior. Esta desaceleración tan prolongada –desde el año 2013- se explica en gran medida por la contracción del principal sector de producción de China, la fabricación de metálicas básicas.

En lo que refiere a América Latina, región que ha enfrentado recientemente una severa baja de la demanda global, con menores precios de los commodities y turbulencias políticas internas, la producción sigue cayendo, aunque a una tasa menor (-1,9% en el tercer trimestre de 2016 y -1% en el último trimestre del año).

Argentina se encuentra atravesando una profunda contracción en su producción industrial, registrando una caída del 4,9% en el cuarto trimestre de 2016, aunque el descenso fue menor al registrado en el tercer trimestre (-7,1%). En Brasil, la actividad industrial se redujo 7,6% en el último trimestre de 2016, acelerando el ritmo de caída en relación al trimestre anterior, y en un escenario donde la crisis política y económica está lejos de resolverse.

También Chile tuvo un magro desempeño industrial en 2016, particularmente en el segundo semestre del año.

A diferencia de lo sucedido con los países vecinos, en el último trimestre de 2016 la producción del núcleo industrial de Uruguay aumentó 3,6% en relación a igual período del año anterior, luego de haber aumentado 2,7% en el tercer trimestre, completando una recuperación del 3,1% en el segundo semestre del año.

La producción manufacturera de Perú también aumentó en el segundo semestre del año pasado (2,7%), al igual que ocurrió en Colombia y México (2,2% y 1,9% respectivamente).

Perspectivas para 2017

A pesar de que se prevé que la producción industrial mundial continúe expandiéndose en 2017, el crecimiento global continúa siendo muy débil debido a la incertidumbre generada en Europa por el “brexit” y la futura salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico. Por el contrario, un nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y Canadá podría generar un contexto más favorable para determinadas ramas industriales.

Por su parte, el crecimiento de la producción industrial de los países en desarrollo y emergentes se encuentra afectado por las débiles señales de China. A pesar de que la producción industrial de dicho país continúa expandiéndose, la tasa de crecimiento parece consolidar su debilitamiento en relación a los trimestres previos.

En lo que refiere a la región, la crisis económica y en particular la crisis política que atraviesa Brasil -que no ha logrado resolverse- podría demorar aún más la recuperación económica del país vecino.

En síntesis, a pesar de que es esperable que la producción industrial mundial continúe mostrándose al alza en 2017, la incertidumbre geopolítica, así como las potenciales modificaciones en los acuerdos comerciales a nivel global podrían generar nuevos riesgos para el desempeño de la actividad manufacturera mundial. Considerando este escenario internacional y regional, y las dificultades de competitividad que presenta la economía nacional, no aparecen elementos que modifiquen las proyecciones de la Dirección de Estudios Económicos respecto al comportamiento de la producción industrial uruguaya, pronosticando una caída del 1% para el cierre del año.