Siniestralidad vial en verano: ¿Qué hay que considerar al analizarla?

Columna | AIC Economía

La siniestralidad vial es un problema muy importante a nivel mundial, siendo una de las principales causas de muerte, y cuya incidencia aumenta en grupos etarios más jóvenes. Año a año, esta problemática está en el ojo público, y el inicio de 2023 no ha sido la excepción, registrando 22 fallecimientos en los primeros 16 días del mes, según nota de prensa del diario El País (1).

Por: Ec. Gastón De Lorenzi (*)

¿Cómo evaluar la siniestralidad?

Ahora bien, cabe preguntarse: ¿Cómo podemos evaluar si se está progresando en la materia? ¿Es el número absoluto de siniestros una buena medida para realizar esta evaluación? La respuesta es que no se debe analizar únicamente el frío número de siniestros para ser tajante en si existe un retroceso o un avance en términos de la seguridad vial. Este número debe ser analizado en conjunto con la evolución de otros factores sustanciales que inciden en la siniestralidad, lo que da origen a la tasa de siniestralidad. 

¿Cuál es la tasa de siniestralidad? Es una tasa que pondera los siniestros por dos factores centrales: cuánto tráfico pasó por allí en un momento del tiempo determinado y la longitud del tramo vial que se analiza. En otras palabras, busca realizar una comparación en términos relativos y no absolutos, ya que permite analizar la cantidad de siniestros, ponderado por la cantidad de vehículos que circulan y por la longitud del tramo de ruta considerado (lo que permite comparar tramos viales de diferente longitud).

Por poner un ejemplo muy simplificado que ayudará a reforzar la idea mencionada, consideremos dos rutas. La primera, llamémosle Ruta A, presenta cinco siniestros por día, mientras que la segunda, la Ruta B, presenta 20 siniestros diarios. A priori, uno podría creer que la Ruta B es menos segura que la Ruta A, ya que ha presentado cuatro veces más siniestros en un mismo período de tiempo. 

Sin embargo, conozcamos en mayor medida estas rutas. La Ruta A tiene un kilómetro de longitud y por ella circulan 100 vehículos diarios. La Ruta B posee una longitud de dos kilómetros y por ella circulan 1.000 vehículos diarios. Supongamos que todos los vehículos recorren enteramente el largo de ambas rutas. Ya analizamos que por día la Ruta A presenta cinco siniestros, mientras que la Ruta B presenta 20 siniestros. No obstante, si se analiza la siniestralidad en términos relativos, de cada 100 vehículos que recorren un kilómetro en la Ruta A, cinco participan de un siniestro (se recorrieron 100 kilómetros en total y hubo cinco siniestros), mientras que por cada 100 vehículos que recorren un kilómetro por la Ruta B (que poseía dos kilómetros) en el mismo período de tiempo, solo uno participa (se recorrieron 2.000 kilómetros en total y hubo 20 siniestros).

Más allá del ejercicio presentado, cuyos números son meramente ilustrativos y están sumamente alejados de la realidad, la tasa de siniestralidad permite aislar el factor tránsito y la longitud del tramo, y permite la comparabilidad entre rutas y entre momentos del tiempo. Esto es fundamental, sobre todo para la planificación de políticas orientadas a atender a la seguridad vial y para monitorear el progreso en una materia tan sensible.  

La siniestralidad en enero

Según la nota de prensa de El Observador (2), se afirma que enero ha sido uno de los meses con mayor siniestralidad. ¿Esta mayor cantidad de siniestros representa una mayor tasa de siniestralidad? 

Dado que aún no se poseen datos para evaluar si la tasa de siniestralidad en estos primeros días de enero fue superior a la de otros años, se realizará un breve análisis de datos pasados para comparar el mes de enero con los restantes meses del año. 

Tomando como ejemplo los tramos viales cercanos a los peajes de Pando, Solís, Santa Lucía, Garzón, Manuel Díaz, Cebollatí, Centenario y Cufré, utilizando los datos de tránsito por peajes mensuales de (Corporación Vial del Uruguay) CVU, y combinando los mismos con los siniestros que se dan en tramos viales cercanos a estos entre 2016 y 2020, se observa que la tasa de siniestralidad en heridos (graves y leves) ha sido menor en los meses de enero que considerando los restantes meses del año en conjunto (Gráfico 1).

Gráfico 1: Tasa de siniestralidad por cada 100.000.000 vehículos – kilómetro. Heridos (graves y leves)*

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Unasev y CVU.

* Se seleccionan los siguientes datos debido a la disponibilidad de información

Es importante aclarar que en ningún caso este gráfico muestra una reversión en la tendencia, ya que evaluar esto implicaría otro tipo de análisis de mayor profundidad, sino que, en enero, seguramente explicados por la mayor cantidad de vehículos-kilómetro, la tasa de siniestralidad es inferior a la del resto del año en los tramos considerados para siniestros con heridos, a pesar de que en este mes la cantidad absoluta de siniestros es mayor. La tasa para siniestros fatales muestra un comportamiento relativamente similar. Es relevante aclarar que el ejercicio realizado bajo ningún concepto es extrapolable a toda la red, sino que permite visualizar el cumplimiento de los puntos mencionados previamente para al menos un número reducido de tramos. 

Tinto de verano

Frente a la pregunta de si en enero se presentan mayor proporción de siniestros producto de un mayor consumo de alcohol, los datos históricos del INE y Unasev con relación al porcentaje de espirometrías positivas sobre las realizadas no configuran una diferencia significativa de enero con respecto al resto de los meses (Gráfico 2).

Gráfico 2: Porcentaje de espirometrías positivas – 2016 – 2021

Fuente: INE, Unasev

Por lo tanto, la concepción de que la causa de conducción con alcohol en sangre sea más relevante en enero que en otros meses no parece reflejarse de forma tajante en los datos exhibidos. Quizás la percepción de que hay un mayor consumo de alcohol pueda referir al mismo elemento de que exista una mayor cantidad de vehículos y de kilómetros recorridos, donde la proporción de vehículos con consumo de alcohol no sea sustantivamente mayor en enero que en el resto del año.

En resumen

Para evaluar la siniestralidad y el progreso en la materia se deben considerar los siniestros en términos relativos y no absolutos. Para esto, la tasa de siniestralidad es un indicador útil. A su vez, si bien en los días de enero parecen haber más siniestros, no necesariamente esto presenta como contracara un aumento de la tasa de siniestralidad, ya que existe un mayor nivel de tránsito en dichas fechas. Por último, los datos no parecerían confirmar la concepción de que exista una mayor proporción de conductores con consumo de alcohol en enero que en el resto del año, con las implicancias que este tipo de consumo genera sobre la siniestralidad.

(*) Economista en AIC Economía & Finanzas.

Referencias

(1) https://www.elpais.com.uy/informacion/policiales/hubo-22-muertes-en-accidentes-de-transito-durante-la-primera-quincena-de-2023-una-menos-que-en-2022

(2) https://www.elobservador.com.uy/nota/accidentes-de-transito-en-13-dias-hubo-19-muertos-en-todo-el-pais-2023113172021