Ante suba de tasas, el oficialismo defiende que “canales de transmisión de la política monetaria funcionan positivamente”

Director en el BCU por el Frente Amplio cuestionó su efectividad y costo parafiscal

Foto: BCU

La mayoría del directorio del Banco Central (BCU) interpretó que los canales de transmisión de la política monetaria están funcionando positivamente, ya que los aumentos de la tasa de interés muestran efectos sobre el horizonte de la política. Sin embargo, el director en representación del Frente Amplio, Ignacio Berti, volvió a votar negativamente el aumento de tasas, entendiendo que ha quedado evidenciado  “que esta vía no ha sido eficaz para la obtención de los fines buscados”. Asimismo, mostró “su preocupación por el costo parafiscal asociado al mayor pago de intereses y por la evolución del tipo de cambio”.

La última reunión del Comité de Política Monetaria (Copom), celebrada el 6 de julio pasado, volvió a dejar en evidencia que dentro del BCU hay dos opiniones contrapuestas respecto al rumbo que debe adoptar la entidad en el actual escenario económico, según surge de las minutas (actas) del encuentro. Por un lado, la posición oficialista que interpreta que se debe ratificar el compromiso con bajar la inflación, ingresando en la fase contractiva de la política monetaria y continuando con la política de aumento de la tasa de interés. Del otro, el director en representación de la oposición, que sigue votando en contra de dichas subas, argumentando que estas no han sido eficaces para obtener los fines buscados.

Desde que en agosto del año pasado el BCU comenzó a desandar su política monetaria expansiva –aplicada para mitigar el impacto económico de la pandemia-, Berti ha votado en contra de los aumentos en la tasa de interés argumentando que dada la coyuntura económica era “conveniente priorizar el nivel de actividad económica y el empleo” (minuta de la reunión del Copom del 11 de agosto de 2021). Desde entonces, en cada una de las seis reuniones posteriores en las que se determinaron subas de tasas de diversa magnitud, el director por la oposición ha votado por la negativa a los aumentos.

Funciona o no funciona

En la última reunión, el directorio del BCU aprobó el aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en medio punto porcentual, llevándola de 9,25% a 9,75%, estimando que “recién llegó al nivel de neutralidad” en la reunión anterior (mayo), y adelantando que habrá “nuevos ajustes en las próximas reuniones”.

Esta decisión fue votada en mayoría por el presidente del BCU, Diego Labat, y el vicepresidente Washington Ribeiro. Del análisis del escenario local se destaca positivamente “la reactivación económica y el empleo”, aunque se “evaluó con preocupación la rigidez de las expectativas de inflación de los agentes”. Aún así, señala que se “verificó que los canales de transmisión de la política monetaria funcionan positivamente, en el sentido y con la cadencia esperada dado que los efectos de cada variación de la TPM tiene efectos en el horizonte de política monetaria”.

Sin embargo, en línea con la opinión expresada en anteriores oportunidades, Berti no acompañó la propuesta y votó negativamente la decisión de suba de la TPM.  Según argumentó en el texto divulgado por las minutas, esta medida “no ha sido eficaz para la obtención de los fines buscados”. Asimismo, expresó “su preocupación por el costo parafiscal asociado al mayor pago de intereses y por la evolución del tipo de cambio en Uruguay que no ha seguido las tendencias internacionales”.


Menor dinamismo global y peores perspectivas de crecimiento

Al analizar el contexto económico mundial, el Copom advierte por el deterioro que implica “la prolongación de la extensión de la guerra en el este europeo, la disrupción en la cadena productiva de suministros consecuencia principalmente del cierre de importantes centros industriales y logísticos por la política interna actual de confinamiento en China, y la persistencia de la inflación global que conduce a los bancos centrales a implementar una política monetaria más contractiva de lo previsto algunos meses atrás”.  Estos factores, agrega, están impactando negativamente sobre el dinamismo económico global y hace que las proyecciones de crecimiento estén siendo corregidas a la baja.

En este escenario, los precios de los commodities se mantienen en niveles elevados tras el shock que provocó el estallido de la guerra a fines de febrero, y no se prevé una reversión en el corto plazo.

Por último, en cuanto a la región, se destaca que Brasil mostró un crecimiento mayor al esperado en el tercer trimestre, pero se advierte que continúan las perspectivas de inflación alta y una gran incertidumbre fiscal y electoral. Por otro lado, en Argentina la inflación se aceleró y continúan agravándose los desequilibrios macroeconómicos.