El aumento de precios en la economía es el principal factor que explica el fuerte deterioro de la confianza de los consumidores durante el mes de marzo, que tuvo su mayor contracción desde que estalló la pandemia, según el informe de la Cátedra de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores. Todos los componentes del indicador mostraron descensos, destacándose la peor percepción de la Situación Económica del País que cae en sus dos componentes (situación a uno y tres años). Esto demostraría que la población está preocupada tanto por la economía presente como por la recuperación a mediano plazo.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) tuvo una importante caída en marzo de 5,3 puntos, lo que implica la mayor contracción del indicador desde el shock provocado por el estallido de la pandemia en marzo de 2020. De esta forma, con un puntaje de 45,8, el índice sale de la zona de moderado optimismo (más de 50 puntos) en la que permaneció por cinco meses y se sitúa en la zona de moderado pesimismo (entre 40 y 50 puntos).
Medido en términos interanuales respecto a marzo del año pasado, el ICC registra un aumento de 0,4 puntos, mientras que si se considera el promedio anual, el índice es 1,9 puntos mayor.
El deterioro de la confianza de los consumidores se explica por la caída de los tres subíndices que lo componen. De acuerdo al informe, “esto es consistente con los datos de la encuesta de opinión pública realizada por Equipos Consultores divulgada el 13 de abril, sobre el principal tema de preocupación de los uruguayos, donde la situación económica se presenta como la principal problemática, luego de dos años donde la pandemia había ocupado el primer puesto”. En particular, se estima que uno de los temas que más impacto puede haber tenido en la percepción del público encuestado es la inflación, que se ubicó en 9,4% en el año móvil cerrado marzo.
Futuro incierto
La percepción de la Situación Económica Personal descendió por segundo mes consecutivo, obteniendo el cuarto puntaje más bajo desde que se mide la serie. Ambos componentes (situación económica personal actual y a un año) disminuyeron, pero la desmejora fue impulsada principalmente por el primer componente. Ello refleja la preocupación de la población por el aumento de precios y por la consecuente pérdida de salario real.
Por su parte, la percepción de la Situación Económica del País fue el subíndice con mayor descenso (-6,4 puntos) acumulando tres meses de caída consecutiva. Dentro de sus dos componentes (situación económica del país a uno y tres años), ambos cayeron en igual medida, demostrando que la población está preocupada tanto por la economía presente como por la recuperación de mediano plazo.
Por último, la Predisposición a la Compra de Bienes Durables cae y contrarresta la suba del mes anterior. Los componentes del subíndice (electrodomésticos y automóviles y viviendas) desmejoraron ambos en similares proporciones, pudiendo estar relacionada a la sensibilidad que presenta este indicador respecto a la incertidumbre económica. Según se explica, esto mismo se pudo observar en los meses más críticos de la pandemia, donde la población, en momentos de incertidumbre, decide aplazar sus gastos.
Comparación regional
La evolución de la confianza de los consumidores en otros países de la región también mostró fuertes caídas y los cuatro países analizados registraron un peor desempeño respecto al mes de febrero.
Pese a descender a la zona de moderado pesimismo, Uruguay fue el país mejor ubicado, ya que Argentina, Brasil y Chile continúan posicionados en el nivel de atendible pesimismo (menos de 40 puntos).
Brasil tuvo el menor descenso (-0,5 puntos), permitiéndole escalar al segundo lugar de la serie luego de Uruguay. Argentina cayó 2,5 puntos, obteniendo el peor puntaje de los últimos nueve meses y situándose en el tercer lugar de la serie. Chile cae, por segundo mes consecutivo, disminuyendo 0,8 puntos en marzo, permaneciendo dentro de la zona de atendible pesimismo (menos de 40 puntos) y ocupando el último lugar de la serie.