“El crecimiento sigue siendo lento y desigual, con crecientes divergencias”, advierte el FMI

Probabilidad de “aterrizaje suave” de la economía aumentó, pero pronósticos de crecimiento son bajos

Si bien la resiliencia de la economía mundial “ha sido notable”, según el experto del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, “el crecimiento sigue siendo lento y desigual, con crecientes divergencias”. La crisis del sector inmobiliario en China, la volatilidad de los precios de las materias primas que podría aumentar en un contexto de shocks climáticos y geopolíticos, expectativas de inflación a corto plazo que han aumentado, y reservas fiscales que han mermado, son los principales riesgos en el escenario económico.

En un contexto de elevadas tensiones geopolíticas se celebran esta semana las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que tienen lugar en la ciudad de Marrakech, Marruecos, hasta el próximo lunes 16.

El conflicto en Israel y la continuidadde la guerra en Ucrania generan perspectivas sombrías para el escenario internacional e implican importantes obstáculos para lograr acuerdos internacionales en áreas claves.

El evento congrega a ministros de finanzas, gobernadores de bancos centrales y altos ejecutivos de banca comercial del mundo. En esta oportunidad, vuelven a África tras 50 años. La última vez, había sido en la ciudad de Nairobi, Kenia, en 1973, el mismo año de la Guerra de Yom Kippur en el Medio Oriente, que igual que la violencia actual, ese conflicto tomó a Israel por sorpresa en un momento de fragilidad económica global.

En ese marco, el FMI presentó su último informe Perspectivas Económicas Globales (informe WEO, por sus siglas en inglés), donde se advierte que la economía global avanza “a paso lento” y con un incremento de las divergencias.

“La economía mundial continúa recuperándose de la pandemia, la invasión rusa de Ucrania y la crisis del costo de vida. En retrospectiva, su resiliencia ha sido notable. Pese a la perturbación que causó la guerra en los mercados de energía y alimentos y el endurecimiento sin precedentes de las políticas monetarias para luchar contra una inflación no vista en décadas, la actividad económica se ha ralentizado, pero no estancado. Aun así, el crecimiento sigue siendo lento y desigual, con crecientes divergencias”, señaló Pierre-Olivier Gourinchas, consejero económico y director del Departamento de Estudios del FMI.

Proyecciones

De acuerdo a las últimas proyecciones del organismo, el crecimiento mundial se desacelerará de 3,5% en 2022 a 3% este año y a 2,9% en 2024, lo que implica una leve revisión a la baja de 0,1 puntos porcentuales para 2024 con respecto a los pronósticos de julio. “Estas cifras están muy por debajo del promedio histórico”, advirtió el funcionario del FMI.

En materia de inflación, se destaca su desaceleración a nivel general, pasando del 9,2% alcanzado en 2022, a un 5,9% este año y llegando a 4,8% en 2024. Sin embargo, se advierte que en la mayoría de los países es probable que la inflación no regrese al nivel fijado como meta hasta el 2025.

De acuerdo al FMI, las proyecciones parecen consolidar un escenario de “aterrizaje suave” de la economía global, en el que la inflación se reduce sin una gran desaceleración de la actividad.

Sin embargo, se advierte que comienzan a aparecer “importantes divergencias y la actividad en algunas regiones permanece muy por debajo de las proyecciones anteriores a la pandemia”.La desaceleración es más pronunciada en las economías avanzadas que en las de mercados emergentes y en desarrollo. Entre las economías avanzadas, las perspectivas de crecimiento de EEUU se han revisado al alza, dada la resiliencia de su consumo y su inversión, mientras que la actividad de la zona del euro se revisaron a la baja. También muchas economías de mercados emergentes han mostrado una inesperada resiliencia, con la excepción de China, que afronta dificultades crecientes derivadas de su crisis inmobiliaria y el deterioro de la confianza.

Evaluación de riesgos

Si bien se entiende que algunos riesgos extremos (como una grave crisis bancaria) se han moderado desde abril, las autoridades del FMI advierten por un deterioro de la situación.En particular, la crisis del sector inmobiliario en China podría intensificarse, lo cual supondría un complejo reto para las políticas.

Por otra parte, la volatilidad de los precios de las materias primas podría aumentar en un contexto de shocks climáticos y geopolíticos, lo que supone un riesgo grave para la desinflación. Entre junio y setiembre, los precios del petróleo subieron aproximadamente 25% como consecuencia de los amplios recortes de la oferta por parte de los países de la OPEP+, mientras que los precios de los alimentos siguen siendo altos y, si se produce un recrudecimiento de la guerra en Ucrania, podrían sufrir nuevas perturbaciones.

Relacionado a lo anterior, la inflación general y la subyacente siguen siendo demasiado elevadas, y las expectativas de inflación a corto plazo han aumentado considerablemente por encima de su nivel fijado como meta.

Las reservas fiscales han mermado en muchos países debido a los elevados niveles de deuda, los costos crecientes de financiamiento, la ralentización del crecimiento y el desajuste creciente entre las mayores exigencias sobre el Estado y los recursos fiscales disponibles. Esto hace que muchos países sean más vulnerables ante las crisis.

Por último, pese a la contracción de la política monetaria, las condiciones financieras se han relajado en muchos países. El peligro es que se produzca una brusca revisión del riesgo, en especial en los mercados emergentes, que resultaría en un mayor fortalecimiento del dólar de EEUU, provocaría salidas de capital e incrementaría los costos de endeudamiento y las tensiones por sobreendeudamiento.


FMI recortó proyección de crecimiento de Uruguay a 1%

El FMI mejoró su previsión de crecimiento para América Latina en cuatro décimasde punto respecto a sus estimaciones de julio, estimando ahora que el PIB regional crecerá un 2,3% este año, lo que, no obstante, implica una desaceleración respecto al 2022, cuando se registró una expansión de 4,1%. Para 2024 también se espera un crecimiento de 2,3%.

La mejora en el pronóstico se debe al mayor empuje de las economías más fuertes de la región, México y Brasil. Este último tendría un crecimiento de 3,1% del PBI (un punto más de lo estimado en el mes de julio) mientras que para el año que viene se espera una ralentización con un 1,5% de expansión.
En tanto, para México se espera un crecimiento de 3,2% este año (seis décimas más que lo estimado en julio) y de 2,1% en 2024.

Sin embargo, no todas son buenas noticias ya que Argentina tendría una caída del 2,5% en el PIB este año, aunque se estima una recuperación para el año que viene del 2,8%.

Para Uruguay, el FMI espera un crecimiento de 1%, lo que implica un recorte de medio punto porcentual respecto al 1,5% esperado en julio, y para 2024 se estima un aumento del PIB de 3,2%, una décima menos que lo esperado en su pronóstico de julio.