Los demás riesgos se ubican dentro de la denominada “zona verde” en el mapa de probabilidad-impacto. En particular, se destaca una eventual desaceleración de la economía china que provocaría efectos recesivos sobre la economía mundial e impactaría en una fuerte caída de los precios de nuestros productos de exportación. Este riesgo tiene baja probabilidad de materialización por la capacidad de recuperación demostrada y los elevados grados de maniobra del gobierno chino.Por su parte, un endurecimiento de las condiciones financieras en Estados Unidos tiene asignada una probabilidad baja, dados los anuncios realizados por la Fed respecto a que mantendrá condiciones monetarias laxas en los próximos años.Por último, el BCU identifica un riesgo de “estancamiento y deflación en los países europeos”, que en caso de concretarse podría afectar las ventas uruguayas a esos mercados. SI bien tiene una probabilidad “media” de ocurrencia, el impacto sería bajo para la economía uruguaya dado el menor peso relativo que tiene Europa como destino de las exportaciones locales. En cuanto a los riesgos domésticos, se identifican tres relevantes: la pérdida del grado de inversor, el desanclaje de las expectativas de inflación y una expansión del coronavirus más allá de lo previsto en el escenario base. A la pérdida del grado inversor se la asigna una baja probabilidad de ocurrencia debido a que gobierno ha implementado medidas para reducir paulatinamente el déficit fiscal y asegurar la sostenibilidad de la deuda a largo plazo. Además, tendría un impacto reducido sobre el nivel de actividad. En cuanto al desanclaje de las expectativas de inflación, si bien tendría un efecto bajo sobre la actividad, sí podría traer aparejado un desvío significativo en la senda prevista para la inflación. Eso, además, podría determinar aumentos nominales de salarios en la próxima ronda de negociación colectiva mayores a los lineamientos del gobierno, lo que puede traer “consecuencias desfavorables sobre la inflación no transable y la competitividad del sector transable”. No obstante, el BCU le asigna una baja probabilidad de materialización.Por último, se advierte que la expansión del coronavirus a nivel doméstico tendría un “alto impacto potencial sobre la actividad”. “Si el ritmo de contagios continúa acelerándose, podría llegar a ser necesaria la implementación de algún tipo de medidas que limiten la movilidad de la población y/o determinen el cierre temporal de algunas actividades”, fundamenta el informe, que advierte que dada la evolución de los casos este riesgo ha aumentado su probabilidad de materialización, llegando a una probabilidad media.El BCU identifica cinco riesgos externos: Estados Unidos, Europa, China, la región y geopolítico; y tres domésticos: la pérdida del grado de inversor, el desanclaje de las expectativas de inflación y una expansión del coronavirus más allá de lo previsto en el escenario base.