Fed aceleró el ritmo de aumento de tasas de interés, buscando tener más flexibilidad a futuro

Mercados han mostrado gran volatilidad por temor a recesión económica

Más endurecimiento monetario ahora para tener mayor flexiblidad en el futuro, fue la opinión que mayoritariamente reflejaron las autoridades de la Reserva Federal (Fed) estadounidense en su reunión de mayo. En dicha instancia, el banco central aprobó un aumento de medio punto porcentual en la tasa de interés y adelantó que mantendría ese ritmo de subas en las próximas reuniones. Los mercados financieros han registrado una importante volatilidad, debido al temor de una recesión económica.

El banco central estadounidense enfrenta un delicado desafío: tratar de enfriar la inflación más alta en 40 años, sin que eso lleve a una recesión económica.

En su última reunión de mayo, la Fed acordó aprobar aumentos a un ritmo de medio punto porcentual en sus tasas de interés durante las próximas reuniones para acelerar el endurecimiento de su política monetaria y tener un mayor margen para graduar la intensidad de los aumentos durante el resto del año.

«La mayoría de los participantes consideró que los aumentos de 50 puntos básicos probablemente serían apropiados en las próximas dos reuniones», señalan las minutas (actas) de la reunión del pasado 3 y 4 de mayo. En ese sentido, se explica que «muchos participantes consideraron que acelerar la eliminación de la política acomodaticia dejaría al comité bien posicionado a finales de este año para evaluar los efectos del endurecimiento de la política en la economía».

Tras el aumento de la tasa de interés en medio punto porcentual en mayo, las minutas de la reunión confirman el apoyo de la mayoría de los miembros de la Fed para continuar con ese ritmo de aumentos, al menos durante dos reuniones más. “Señalaron que una postura restrictiva de la política bien podría volverse apropiada dependiendo de la evolución del panorama económico», señalan las actas.

Equilibrista

Respecto al mercado laboral, una de las principales variables analizadas por la Fed para tomar sus decisiones, se entiende que la demanda de trabajadores sigue superando su oferta.

En materia de inflación, estiman que cerrará 2022 en 4,3% y en 2023 se desaceleraría a 2,5%.

El objetivo de la Fed para su indicador de inflación preferido, el índice de precios de gastos de consumo personal del Departamento de Comercio, es del 2% anual. La medida subió a un 6,6% interanual en marzo, mientras que el índice de precios al consumidor del Departamento de Trabajo subió un 8,3% en abril.

Tras la reunión de inicios de mes, los mercados financieros han registrado una importante volatilidad, con desplome de los principales indicadores bursátiles debido al temor de que una recesión económica pueda estar a la vuelta de la esquina. En ese sentido, el pasado lunes 23 el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, sugirió que “podría tener sentido” una pausa en los aumentos de tasas a partir de setiembre, si es que las presiones sobre los precios se reducen.


BCE: “No tenemos que apresurarnos ni entrar en pánico»

A diferencia del camino adoptado por la Fed, el Banco Central Europeo (BCE) busca avanzar con mayor cautela en el camino del endurecimiento monetario, aunque dentro de la entidad existen voces discordantes.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, aseguró que la entidad no tiene apuro en retirar los estímulos e insistió en que no hay consenso para un aumento de medio punto de las tasas de interés, como el que resolvió la Fed en EEUU a comienzos de mayo.

En la última reunión del BCE, se había acordado un calendario en el que se apuntaba a dos incrementos de 25 puntos básicos en la tasa de interés, aunque hay un grupo de funcionarios dentro de la entidad (denominados los “halcones”) que apuestan a una política monetaria más agresiva.

Pero Lagarde enfatizó que el endurecimiento monetario debe realizarse gradualmente.

«No creo que estemos en una situación de un aumento incontrolado de la demanda en este momento», argumentó Lagarde en declaraciones a la agencia Bloomberg, y agregó que “definitivamente es una inflación alimentada por el lado de la oferta”. En ese sentido, afirmó que el BCE debe moverse en la dirección correcta. “No tenemos que apresurarnos ni entrar en pánico», sentenció.