De los tres motores del crecimiento económico, uno muestra un buen rendimiento (las exportaciones), otro tiene un desempeño aceptable (la producción agrícola) y el tercero muestra una caída (la inversión), según el análisis de los datos del Producto Interior Bruto (PIB) que realizó el Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay. El “piso” de crecimiento para este año es de 2,7%.
El pasado jueves 12 de setiembre, el Banco Central (BCU) publicó el informe de Cuentas Nacionales correspondiente al segundo trimestre del año, donde se constató un crecimiento de 3,8% en comparación con igual trimestre de 2023, y de 2% medido en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior (ver CRÓNICAS del 13 de setiembre, página 11).
Este desempeño de la economía fue mejor al anticipado por las expectativas que relevó el BCU hace tres meses (3,15%) y también que las estimaciones del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) conocidas al final del mes pasado (3,4%), según destaca el Observatorio en su informe semanal en el que aborda diversos temas de la coyuntura económica.
Otros datos destacados en el informe fueron el crecimiento económico registrado en el año móvil finalizado en el segundo trimestre en comparación con el anterior, que fue de 1,6%, así como el “piso” de crecimiento de 2,7% para el año en curso en el caso en que el PIB no creciera más en la segunda mitad del año, lo que viene a ser el “arrastre estadístico” para el conjunto del año a partir de los datos al segundo trimestre.
Se recuerda que en la última Rendición de Cuentas, el Ministerio de Economía y Finanzas estimó un crecimiento anual de 3%, mientras que de la encuesta de expectativas del BCU surge una proyección de 3,3% para este año. “Esos valores implicarían un crecimiento moderado en la segunda mitad del año y una variación entre cuartos trimestres en torno a 4%”, destaca el Observatorio.
Factores positivos y negativos
Entre los factores que explican el desempeño de la economía, el Observatorio señala “varios de carácter extraordinario”. El primero es el final de la sequía, con impacto positivo en el agro y en la generación de electricidad (juntos explican 2,0 de los 3,8 puntos porcentuales de crecimiento interanual). En segundo lugar, también positivo, se menciona el funcionamiento de la segunda planta de UPM. El tercer factor extraordinario, en este caso negativo, corresponde al final de la obra del Ferrocarril Central. El cuarto, también negativo, la inactividad de la refinería de Ancap entre los últimos meses del año pasado y los primeros del actual. Por último, el quinto factor, positivo, fue la mejor relación de precios con Argentina y la atenuación del desvío de consumo hacia allá. En este último caso, se destaca, por un lado, el aumento de la recaudación del IVA, que ahora supera al del consumo de los hogares, y por otro, la reactivación del sector que incluye a los comercios, los hoteles y los restaurantes, que ahora creció al 4,5% interanual.
Por último, el informe se refiere a la evolución de los tres motores del crecimiento económico que, a lo largo de los últimos años, mostraron desempeños diversos. “Se observa un motor bien encendido, las exportaciones, tras el impacto de la sequía sobre la producción agrícola en el año pasado; otro motor con desempeño aceptable, el consumo de los hogares; y el tercero, la inversión, en caída en comparación con trimestres anteriores de muy buen desempeño asociado a grandes obras”, concluye el Observatorio.