Impacto de la guerra en los mercados no se prolongará mucho tiempo más, según analista de JP Morgan

El pico de inflación global previsto para marzo se retrasará algunos meses más

Con un conflicto bélico en plena actividad, las fake news y la viralización de múltiples imágenes sobre situaciones desgarradoras siembran una sensación de incertidumbre que se transporta a los escenarios de negociación y mercados internacionales. La directora ejecutiva de JP Morgan y estratega en mercado global, Gabriela D. Santos, desplegó tranquilidad con sus predicciones para la economía global: “El impacto geopolítico termina siendo de corto plazo hasta que ajustamos expectativas, por más que continúe el conflicto”.

Ante escenarios como este, la respuesta habitual de inversores y comerciantes es paralizar sus movimientos por miedo a perder.

Con este trasfondo, JP Morgan Servicios Financieros y Nobilis compañía financiera organizaron una videoconferencia sobre la situación de los mercados globales, en la que expuso Gabriela D. Santos, directora ejecutiva de JP Morgan y estratega en mercado global.

Según explicó, históricamente, a través de la comparación con otros conflictos bélicos se ve que la afectación a los mercados persiste en los primeros días. Esto es, cuando no hay visibilidad acerca de lo que va a pasar, hasta que se ajustan las expectativas. Cuando sucede esto último, el mercado suele acomodarse y se enfoca en otros temas.

“El impacto geopolítico termina siendo de corto plazo hasta que ajustamos expectativas, por más que continúe el conflicto”, reafirmó Santos.

Este nuevo conflicto nos encuentra al final de un largo proceso de globalización, que impacta de forma heterogénea en distintos escenarios. Junto a ello, un deseo de “traer la producción para casa”, que se reafirmó cuando -durante la pandemia- se vieron los riesgos de las grandes cadenas globales de producción.

Commodities

Desde otra perspectiva, hay una pregunta latente: ¿Cómo será afectada la producción de los commodities que produce Rusia para el mundo?

Desde energía, hasta metales industriales y preciosos, pasando por fertilizantes, todo ello constituye la producción que se exporta en grandes porcentajes al resto del mundo y que desde hace algunas semanas su suministro ha quedado en jaque. Es en este ángulo que se enfocan los mercados, en estudiar cómo se trasladan los conflictos geopolíticos a la economía y el crecimiento de utilidad de las empresas. En otras palabras, qué pasará con los commodities y cómo impactará eso en la producción global, el consumo y los precios.

En este sentido, Santos evaluó que al ser conscientes de que muchas de las estrategias que han usado -principalmente desde Europa-, como forma de «sanción» hacia Rusia, pueden tener un impacto negativo sobre sus propias economías es que se han evitado sanciones directas sobre el sector energético o a bancos que están muy involucrados en este tipo de comercio.

“Si pensamos en los mercados, tenemos que ser un poco fríos. Nos preocupa mucho como seres humanos, pero para los mercados el enfoque es siempre cómo un evento puede impactar las expectativas de crecimiento económico y de utilidad”, reflexiona Santos.


¿Qué esperar y cómo prepararse?

Es muy probable que sigan subiendo los precios de la energía y de los alimentos, según estimó Santos en su exposición, motivo por el cual aventura que el pico de inflación mundial que se preveía ocurriera en marzo posiblemente se postergará por algunos meses, hasta que se encuentre más estabilidad y normalización en las cadenas de producción.

Esto baja las expectativas de crecimiento para la economía global, pero no quiere decir que cause una recesión económica o una crisis.

Por esta línea, mencionó algunas de las formas de proteger las inversiones, entre las que destacó la diversificación de la cartera. No obstante, esto siempre debe ir ligado a un estudio de la situación.

Además, recordó que lo psicológico juega un rol muy importante en momentos de volatilidad.

«Los momentos de volatilidad vienen y pasan. El impacto de salir del mercado para perder los peores días lleva a que se acaban perdiendo también los mejores días», explicó la analista.