Ali Dibadj, CEO de Janus Henderson Investors, realizó una actualización sobre los tres impulsores macroeconómicos que darán forma a los mercados en la segunda mitad de 2025: el realineamiento geopolítico, los cambios demográficos y en los estilos de vida, y el regreso del costo del capital. Estas “tres grandes fuerzas macroeconómicas” son en las que deben enfocarse los inversores, según recomienda la firma, para atravesar los cambios y posicionarse a largo plazo.
Si 2024 fue el año de las elecciones, 2025 es el año de los cambios de política. Los aranceles sacudieron a los mercados y dejaron claro que el riesgo geopolítico debe ser incorporado en las decisiones de inversión. Las tensiones entre Estados han aumentado, las normas internacionales de conducta se han debilitado y los tiempos para la escalada de conflictos se han acortado.
En tal sentido, tanto las empresas como los inversores deben estar preparados para tácticas que incluyen sanciones, aranceles, fluctuaciones monetarias, ciberataques y espionaje. El año pasado los países estuvieron expuestos a tres veces más eventos de riesgo geopolítico que en 2010, una tendencia sistémica que se intensificará este año. Este contexto ofrece mucho para analizar y anticipar, especialmente para inversores activos como nosotros.
El aumento del riesgo en materia de seguridad y la fragilidad de la alianza de la OTAN están llevando a los gobiernos a enfocarse en la resiliencia, con énfasis en infraestructura nacional, defensa y seguridad. Europa, en particular, busca reducir su dependencia externa y fortalecer sus capacidades industriales y de defensa, mientras que en todo el mundo los países están aumentando su gasto militar y sus adquisiciones.
A nivel comercial, el impulso por una “autonomía estratégica” está llevando a proteger las cadenas de suministro, con gobiernos que incentivan la producción nacional y restringen el acceso de adversarios a bienes y tecnologías críticas. Esta fragmentación de los vínculos económicos, y la desconfianza que genera, está produciendo un realineamiento geopolítico aún más profundo al anticipado.
Todo ello implica que los desarrollos deben ser monitoreados y analizados activamente, considerando la geopolítica como una variable clave en las decisiones de inversión. Identificar a los futuros ganadores en esta transición ofrece oportunidades atractivas para los inversores activos.
Muchos de nuestros clientes ya están explorando nuevas formas de diversificar sus asignaciones en acciones y renta fija fuera de EEUU, especialmente en Europa, Reino Unido, Japón, Australia y ciertos mercados emergentes. Al mismo tiempo, están reformulando sus posiciones en EEUU para enfocarse en oportunidades de mayor calidad que han emergido con la reciente volatilidad, en todos los niveles de capitalización bursátil.
El regreso del costo del capital
En renta fija, el rendimiento ha vuelto. Los tres billones de dólares añadidos a la deuda estadounidense han tenido un fuerte impacto. Y aunque el alejamiento de la Unión Europea de la austeridad liderada por Alemania debería favorecer el crecimiento, también implicará mayores niveles de endeudamiento, lo cual podría mantener las tasas de interés altas por más tiempo. Creemos que los inversores en renta fija pueden beneficiarse de tasas elevadas, siempre que estas se mantengan en un entorno ordenado. Los mayores rendimientos ofrecen puntos de entrada atractivos, y tanto nuestras conversaciones con clientes como los datos de flujo del sector, muestran que se están realizando asignaciones significativas.
Asimismo, hay interés por diversificar fuera de EEUU hacia oportunidades de renta fija de alta calidad y valoraciones atractivas, como las que se encuentran en Europa, Australia y algunos mercados emergentes.
No obstante, también hay un componente de cautela, con inversores que prefieren refugios más seguros como los bonos con grado de inversión, de corta duración y activos titulizados. Para quienes buscan una diversificación mayor, el crédito privado está generando interés, especialmente los préstamos respaldados por activos y los préstamos directos fuera de EEUU, por los beneficios de diversificación que ofrecen.
Cambios demográficos y en estilos de vida
Cuando introdujimos este impulsor macroeconómico, el enfoque estaba puesto en las decisiones que las personas tomaban en su vida y trabajo tras la pandemia de covid-19. Hoy, se trata de cómo las personas y los países están utilizando la innovación y la tecnología para mejorar la calidad de vida y la productividad.
Nuestros equipos tecnológicos ven a la tecnología como la ciencia de resolver problemas, y el mundo presenta hoy múltiples desafíos que abordar. También consideran que la próxima gran ola de inteligencia artificial (IA) aún está en sus primeras etapas, lo que abre oportunidades significativas a futuro. La tecnología y la IA están revolucionando también el sector de la salud, con una aceleración de la innovación en biotecnología que podría traducirse en grandes avances para la vida de las personas.
En la gestión de activos, la innovación también está cambiando el tipo de productos de inversión que las personas consideran. Hemos conversado con clientes en todo el mundo sobre cómo quieren aprovechar estas innovaciones para fortalecer sus carteras y acceder a temáticas estructurales de largo plazo. Esto nos llevó a expandir nuestra oferta de fondos cotizados (ETF) desde EEUU hacia Europa, Asia-Pacífico, América Latina y Medio Oriente, así como a lanzar un fondo tokenizado innovador que permite el acceso a bonos del Tesoro estadounidense mediante tecnología blockchain. Estos desarrollos reflejan nuestro enfoque en cerrar la brecha entre las finanzas tradicionales y las descentralizadas, ofreciendo nuevos caminos de acceso a productos de inversión.