En la zafra 2024-25 la inversión en equipamiento agrícola aumentó 4%, según el índice de inversión en maquinaria agrícola (Idima) elaborado por Carle & Andrioli.

Desempeño de la inversión

En la campaña recién finalizada la inversión en equipamiento agrícola registró un incremento de 4%, de acuerdo al informe de Carle & Andrioli Contadores Públicos, que desde 2009 elabora el índice de inversión en maquinaria agrícola (Idima).

Con este crecimiento moderado la inversión agrícola recupera su dinamismo. En el ciclo 2023-24, factores climáticos y de mercado habían desmejorado las expectativas determinando una caída de la inversión agrícola de 35% que interrumpió la trayectoria de crecimiento de cuatro zafras.

Evolución indicador Inversión agrícola 

Fuente: Idima - Elaboración Carle & Andrioli con base en datos de la Dirección Aduanas

Los valores importados de equipos agrícolas totalizaron US$ 191 millones en la zafra, mientras que en la campaña anterior habían sido de US$ 179 millones. El informe destaca que el incremento de inversión se registró en el semestre julio/diciembre 2024 (18%), mientras que en el primer semestre de 2025 presentó un leve descenso.

Si se analiza la composición de la inversión, se mantienen los tractores como los de mayor participación (39%), seguidos por las cosechadoras (37%). En la zafra crecieron todos los equipos que componen el índice: cosechadoras 6%, sembradoras 4% y tractores 3%.

El informe del estudio indica que los equipos provinieron principalmente de Brasil y Estados Unidos, que representaron dos tercios de los valores importados. 

El desempeño de la inversión de la última zafra determinó una inversión por hectárea de US$ 77, levemente inferior a la campaña anterior, por el incremento de área sembrada.

Marco productivo

A pesar del ciclo de precios bajos de la agricultura, incidió en la inversión el impulso productivo. La zafra 2024-25 tuvo un escenario de aumento de área y de altos rendimientos. 

En el último ciclo agrícola la superficie sembrada fue de casi 2,5 millones de hectáreas, que aumentó 10% respecto a la campaña anterior y se ubica en niveles máximos históricos. El informe destaca el incremento de superficie de varios cultivos (cebada 42%, trigo 33% y arroz 23%).

Con condiciones climáticas positivas, los rendimientos de los cultivos de verano fueron altos, en particular la soja, que se estima se ubicó 40% por encima de los rindes medios históricos.  

El indicador de productividad promedio ponderado por hectárea (IPPA) que realiza el Estudio Carle & Andrioli muestra el incremento de los rendimientos productivos de la última década. El índice, elaborado a través del método de medias móviles de cinco zafras, considera rendimientos de los principales cultivos ponderados en función del área sembrada.  

Trayectoria productividad agrícola (IPPA)

Fuente: IPPA, elaboración Carle & Andrioli con base en Estadísticas Agropecuarias MGAP

La expansión del área y los mayores rendimientos determinaron altas cantidades producidas. El informe del Estudio destaca el crecimiento de toneladas producidas de más de 20% respecto del ciclo anterior y que ubican a la zafra en el récord de producción agrícola. 

Perspectivas para la nueva zafra

La actividad agrícola presenta oportunidades y riesgos de mercado y climáticos, que inciden en las rentabilidades esperadas y en las inversiones en activos biológicos y en equipamiento. 

El informe expresa que para la campaña 2025-26 las estimaciones primarias prevén que se mantendría la superficie de cultivos de invierno, con descenso proyectado del área de trigo y cebada, y una expansión importante del cultivo de colza. En los cultivos de verano, el arroz, con la caída de precios, podría bajar su área luego del incremento de la última zafra, mientras que la soja, por su ciclo de precios, presenta desafíos y podría ajustar su superficie cultivada.

En relación a la inversión agrícola, el informe indica, que con el impulso de las cosechas obtenidas a pesar del ciclo de menores precios, se podrían tener expectativas que mantenga su dinamismo en la nueva zafra. También destaca que los avances de la ciencia y la tecnología aplicados a la actividad agrícola brindan oportunidades. Se menciona, además, que las nuevas tecnologías incorporadas y la gestión agronómica permiten una agricultura con mayor eficiencia, y que la inversión en innovación tecnológica es clave para mitigar los riesgos del cambio climático e incrementar la seguridad alimentaria.