Las tasas de actividad, de empleo y de desempleo, no evidenciaron cambios significativos durante el mes de marzo, según la información oficial divulgada por el INE. La tasa de desempleo se ubicó en 8%, un nivel en el que se ha mantenido –con oscilaciones– durante los últimos tres años. Al cierre del primer trimestre se observa un aumento de la falta de trabajo asociado a una caída del empleo, pero que puede leerse como un comportamiento estacional por el fin de la temporada turística.
El mercado laboral no mostró cambios relevantes durante el mes de marzo, según la información derivada de la Encuesta Continua de Hogares que releva el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de desempleo (que mide la proporción de la población que no tiene empleo pese a haberlo buscado en el período de referencia) se ubicó en marzo en 8%, marcando una leve suba de una décima de punto, respecto al 7,9% registrado en febrero. Este incremento se explica por la caída que mostró la tasa de empleo (que mide la proporción de personas ocupadas en relación a la población en edad de trabajar), que pasó de 59,4% en febrero a 59,3% en marzo. Por su parte, la tasa de actividad (proporción de personas en edad de trabajar que tiene trabajo o lo buscó) permaneció estable en el mes, manteniéndose en un nivel de 64,5%.
Medido según la región, el incremento del desempleo se registró exclusivamente en Montevideo, donde pasó de 6,6% a 7,1%, mientras que en el interior del país bajó de 8,8% a 8,6%.
Medido en términos interanuales el desempleo registra una baja de un punto porcentual en comparación con marzo de 2024 (9%), lo que se debe al aumento de un punto porcentual de la tasa de empleo (58,4% en marzo del año pasado), que permitió compensar el aumento de tres décimas de punto en la tasa de actividad (64,2%).
Mirada larga
Visto con una mirada de mediano plazo, luego de la tendencia al alza del desempleo que se observó desde el año 2015 y que se acentuó en 2020 como consecuencia de la pandemia, el indicador mostró un descenso marcado desde el segundo semestre de 2021, cerrando diciembre de ese año en un mínimo de 7%. Sin embargo, luego de tocar ese piso, volvió a repuntar y desde entonces oscila –con alguna variación– en el entorno del 8%.
Pese a ello, esos datos de desempleo esconden a su interior una “buena noticia”. La estabilidad se explica por un aumento sostenido de la tasa de empleo, que permitió compensar el mayor número de personas que se volcaron al mercado de trabajo en busca de un empleo.
Por su parte, si se observa el cierre del primer trimestre del año, se constata un leve incremento de la desocupación respecto al cierre de 2024, explicado por el deterioro del empleo. Sin embargo, cabe señalar que esta caída tiene un comportamiento estacional que se repite al inicio de cada año, debido a la finalización de la temporada turística.
Calidad de la ocupación
Por último, al observar las condiciones de ocupación de las personas con empleo, en marzo se estimó que el 9,1% de los trabajadores se encuentra subempleado, es decir que trabaja menos de 40 horas a la semana y manifiesta su intención de hacerlo más. Por su parte, la proporción de trabajadores que no están registrados a la seguridad social se ubicó en 22,3%. Ambos indicadores han mostrado en los últimos dos años una relativa estabilidad, luego de haber registrado una importante caída luego de la pandemia de covid-19.