Luego de crecer más de lo previsto en el primer trimestre del año, la economía uruguaya da señales de expansión en el segundo trimestre, de acuerdo a la mayoría de los indicadores adelantados de actividad, relevados por el informe de coyuntura de la firma Grant Thornton. No obstante, si bien se mantiene la tendencia positiva y de “dinamismo económico”, se entiende que puede haber una desaceleración de la actividad en la segunda mitad del año, y en 2026.
El informe de Grant Thornton señala que la economía local creció por encima de lo esperado en el primer trimestre del año, al registrar una expansión interanual 3,44% y de 0,54% en comparación con el último trimestre del 2024 en términos desestacionalizados. En tal sentido, se destacó la incidencia positiva coyuntural que implicó la puesta en funcionamiento de la refinería de Ancap, que había paralizado sus actividades durante el primer trimestre de 2024. Por el lado de la demanda, se registraron aumentos de todos los componentes, destacándose la Formación Bruta de Capital (inversión y variación de existencias) que aumentó 11,6% en comparación con el primer trimestre del año pasado.
En cuanto a las perspectivas a futuro, el informe asegura que se mantienen las expectativas de crecimiento tanto para este año como para el próximo, aunque con los analistas afinando el lápiz. Las expectativas del mercado relevadas por el Banco Central del Uruguay (BCU) siguen marcando un crecimiento esperado de 2,5% para este año, pero para 2026 tuvieron un ajuste a la baja, anticipando ahora una expansión de 2%.
Por su parte, los índices adelantados de actividad económica sugieren continuidad del nivel de actividad para el segundo trimestre del año, aunque también una posible disminución de la actividad a partir de la segunda mitad del 2025.
El documento hace referencia al indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) que elabora el BCU, que aumentó en abril un 1,3% en términos interanuales y 0,9% en relación al mes anterior. También se menciona el Índice Líder elaborado por el Centro de Estudios para la Realidad Económica y Social (Ceres), que tuvo variaciones positivas de 0,2% y 0,1%, en abril y mayo respectivamente, en sintonía con los meses anteriores. “Según el instituto Ceres, hacia fin de año se espera la disminución en la actividad económica producto de la incertidumbre de los mercados y que estará ligada al devenir de las relaciones internacionales”, señala el informe.
En cuanto a los indicadores energéticos, Grant Thornton destaca el aumento de la venta de combustibles en marzo, particularmente del gasoil (+17% interanual), lo que “puede ser explicado por la buena zafra de arroz que aumenta la demanda de combustible a fin de movilizar la cosecha”. Por su parte, las ventas de energía industrial mostraron una variación positiva y en el promedio del año móvil ya no se encuentra en terreno negativo. Asimismo, se observa un incremento del 7% en la venta de energía a comercios y servicios. “Estos incrementos son una clara señal de dinamismo económico durante el segundo trimestre del año”, destaca el informe.
Por otra parte, se destaca el crecimiento de las exportaciones, fundamentalmente por el repunte de las colocaciones de carne, y la industria manufacturera, que mostró una mejora en abril.
No obstante, tras un año de registros positivos, la recaudación de la DGI registró una baja en el mes de abril (-3,1%). Aún así, el informe destaca el aumento de los ingresos por IVA de febrero y marzo, como una señal del “dinamismo del comercio doméstico” durante ese período.
Otros datos
El informe de Grant Thornton destaca que el mercado laboral se mantiene firme, pero con “todas las expectativas” concentradas en la próxima ronda de negociaciones salariales. En materia de inflación, se destaca la reducción del dato general, así como de las expectativas del mercado.
En cuanto a la competitividad, se menciona que el Tipo de Cambio Real (TCR) global presentó leves variaciones positivas en los últimos tres meses, lo que implicó una mejora de la competitividad de los bienes uruguayos en el mundo. Esta suba se conforma por una caída del TCR extrarregional que fue compensada con creces por un aumento del TCR regional, que mide la competitividad con Argentina y Brasil.
Economía global y regional
Al analizar el escenario internacional, el informe detalla que la economía estadounidense se contrajo durante el primer trimestre del año impulsada por una balanza comercial negativa y bajos niveles de consumo. Sin embargo, las expectativas muestran un resurgimiento durante el segundo trimestre. Los mercados financieros han logrado recuperar el terreno perdido a causa de la guerra arancelaria. El dólar continúa depreciándose a nivel mundial. Con respecto a la Fed, se pronostican dos bajas de tasas este año y dos más el próximo.
China, en tanto, mostró una leve reducción de su crecimiento durante el primer trimestre del año al expandirse un 1,2% en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior, una cifra menor a la esperada por el mercado (1,4%). Los precios volvieron a mostrar una corrección a la baja, por lo que el gobierno decidió llevar a cabo un plan de expansión del crédito al consumo, con el propósito de reactivar al sector.
Por su parte, la economía europea registró un crecimiento interanual de 1,5% en el primer trimestre del año a impulso de la inversión y del comercio exterior. Desde la firma se entiende que, si bien aún es muy pronto para calcular los efectos, posiblemente el proteccionismo estadounidense jugó un rol importante en el crecimiento europeo. Por su parte, se recordó el recorte de tasas de interés de referencia del BCE, debido al descenso de la inflación general y subyacente, así como de las expectativas que ya se encuentran dentro del objetivo del 2% fijado por la entidad monetaria.
Por último, respecto a la región, para Brasil se destaca el crecimiento registrado en el primer trimestre, la apreciación del real, y la decisión del Banco Central de Brasil de aumentar la tasa Selic para combatir la inflación. En cuanto a Argentina, se resaltó el primer desembolso del FMI a través del cual el Gobierno pudo reducir un 3% la deuda pública, y también que en el plano fiscal se siguen registrando superávits primarios. A su vez, se menciona el descenso de la inflación por debajo del 2% mensual, una meta que se había impuesto el presidente argentino Javier Milei, y la reducción de la brecha cambiaria.