Luego de cuatro años sin brindar información, el Banco Central de Venezuela (BCV) divulgó datos sobre la actividad económica que dan muestra del fuerte deterioro de la economía caribeña, que se contrajo un 53,4% en los últimos cinco años y cuya inflación habría cerrado 2018 con un aumento de 130.060%. Pese a la gravedad de los números, hay quienes consideran que se quedan cortos.
Más allá de la polémica y de las consideraciones políticas que cada actor le pueda atribuir, la realidad económica de Venezuela refleja una dura crisis no solo económica, sino humana.
Los datos oficiales publicados por el BCV dan cuenta del verdadero colapso sufrido por la economía bolivariana, que en los últimos cinco años contrajo a menos de la mitad su actividad.
Tras cuatro años sin divulgar indicadores, el BCV informó que el Producto Interior Bruto (PIB) de Venezuela se contrajo un 22,5% en el tercer trimestre de 2018 respecto a igual período de 2019, mientras que reportó que la inflación habría cerrado el año pasado en un nivel de 130.060%. Por más fuertes que puedan parecer esos números, hay quienes creen que se quedaron cortos y por ejemplo, la oposición calcula que la inflación habría llegado a 1,7 millones por ciento y el FMI calculó más de un millón por ciento. Independientemente del porcentaje concreto, cualquiera de los números da muestra de la destrucción del sistema de precios en Venezuela.
Las cifras divulgadas detallan que el sector petrolero se contrajo un 25,8% en el tercer trimestre de 2018 en términos interanuales, mientras que el no petrolero cayó un 22% en igual período, siendo las actividades de manufactura y construcción las más afectadas.
En el acumulado de los últimos cinco años, el PIB venezolano se desplomó un 53,4%, según los datos oficiales. La caída de la actividad económica tiene su reflejo en el ingreso de exportaciones de petróleo que el año pasado totalizaron unos US$ 29,810 millones, frente a los US$ 85.603 millones de 2013.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro atribuye los problemas a una “guerra económica” orquestada por Estados Unidos, pero opositores y economistas atribuyen las dificultades al modelo económico de control llevado adelante durante años por el Gobierno bolivariano. Según diversas estimaciones, la producción de crudo de Venezuela se sitúa ahora al nivel de hace 70 años a causa de la mala gestión de la petrolera estatal Pdvsa.
Pese a lo alarmante de las cifras, los datos son menos devastadores que los calculados por el FMI, que prevé que este año el PIB venezolano se contraiga un 25%, y que la hiperinflación llegue a los 10 millones por ciento.
A fines de 2018, el organismo había presionado a las autoridades del BCV a entregar datos sobre el desempeño de la economía y la balanza de pagos, y en aquel momento, se presentó una información parcial a la institución.