Uruguay puede aprovechar perspectivas de aumento de la IED procedente de China

Inversiones del gigante asiático crecen en mercados de América Latina y África

Las proyecciones de largo plazo para la Inversión Extranjera Directa (IED) procedente de China, muestran que existe aún “un amplio margen de crecimiento”, según analiza un informe de BBVA Research, el área de investigación y análisis de la entidad financiera. Si bien la IED dirigida a Uruguay no ha alcanzado “valores relevantes”, a futuro existen grandes posibilidades de aprovechar estos capitales, por sus recursos naturales y humanos. El documento asegura que el país cuenta “con el fundamento indispensable para atraer estos flujos: la calidad de sus instituciones”.

Los países de América Latina y de África se han convertido en los últimos dos años en fuertes destinos de la IED procedente desde China. Esa tendencia se explica básicamente en que la mayoría de los países desarrollados reforzaron sus regulaciones o discriminaciones contra los flujos de fondos procedentes desde el gigante asiático.

“Es probable que este fenómeno de ‘Pivotar al Hemisferio Sur’ persista en un futuro próximo, ya que creemos que la competencia actual entre China y EEUU es estructural y no se revertirá en el corto plazo”, interpretan en el informe los expertos de BBVA Adriana Haring, Betty Huang y Juan Manuel Manías.

En 2016, EEUU y Canadá eran en conjunto el destino de un tercio de la IED total emitida desde China, mientras que en 2021 apenas alcanzó el 3,7%. El golpe dado por la pandemia y las regulaciones contra la inversión de China constituyen importantes determinantes de la reducción del flujo de inversiones. En particular, se advierte que las revisiones del Comité de Inversiones Extranjeras en EEUU se han convertido en el mayor obstáculo normativo para la inversión china. Estas limitaciones normativas han ralentizado sustancialmente el ritmo de las inversiones chinas en EEUU, especialmente en las áreas de infraestructura, tecnologías avanzadas, sanidad y materias primas.

Por su parte, si bien han aumentado los requisitos de selección, Europa se mantiene como uno de los destinos importantes para la IED china, debido en parte a que las autoridades europeas no han convertido sus mecanismos y reglamentos de control de la inversión extranjera en un juego puramente político como en EEUU.

En tanto, Asia sigue siendo el principal destino de las inversiones de China, pero también registró en 2021 un descenso tanto del valor total como de la cuota de mercado, debido, entre otros factores, al lento avance de la vacunación y las estrictas medidas de distanciamiento social y controles fronterizos.

Por el contrario, en 2021 la IED de China registró un aumento en América Latina y África, regiones donde el capital chino puede encontrar amplias oportunidades en los sectores de la energía, alimentación e infraestructura.

Perspectiva positiva

Luego de alcanzar un máximo en 2016, la IED global de China ha caído y se ha estancado. Se espera que el valor total registrado este año sea similar al de 2020 y 2021, debido a las estrictas condiciones monetarias mundiales y a la continuidad de la política china “cero covid”. Sin embargo, pese a estas pobres perspectivas de corto plazo, los expertos de BBVA afirman tener “buenas razones para pensar que retomará la senda de crecimiento en el largo plazo”.

En primer lugar, la participación de China en la IED mundial es “desproporcionadamente inferior a su cuota en el PIB mundial, lo que constituye una cuestión estructural que pesará a largo plazo”.

En segundo lugar, la guerra entre Rusia y Ucrania podría inyectar incentivos adicionales para que China continúe ampliando su cuota de IED. De hecho, debido a sus crecientes tensiones con EEUU, las autoridades chinas han desplegado medidas para asegurar el suministro de energía y alimentos en escenarios adversos. Asimismo, buscarán profundizar en su cooperación con países “amigos” y ricos en recursos, principalmente a través de la IED, para resolver estos problemas.

Otro factor impulsor de la IED de China podría estar asociado al proceso de reubicación de las cadenas de suministro. En la última etapa de la administración Trump, EEUU comenzó a perseguir la desvinculación de China en una serie de sectores. “Los aranceles punitivos, los embargos tecnológicos, así como las limitaciones de acceso al mercado, han creado más barreras para los productores chinos y han aumentado la ventaja competitiva de otros mercados emergentes”, señala el informe. Por ese motivo, las empresas chinas trasladan activamente parte de su capacidad de producción a otros mercados emergentes en forma de IED, con el fin de eludir las barreras comerciales de EEUU.

Ante este escenario, BBVA Research entiende que se abre una oportunidad para que Uruguay atraiga inversiones desde China. Se explica que el país tiene grandes posibilidades de aprovechar estos capitales, por sus recursos naturales y humanos, y destaca que se cuenta “con el fundamento indispensable para atraer estos flujos: la calidad de sus instituciones”.

En ese sentido, los autores entienden que queda planteado el desafío para establecer “un diseño inteligente de políticas para aprovechar e incorporar estas inversiones al desarrollo sustentable de la economía local”.


Uruguay a contracorriente

En América Latina, el aumento de la IED china fue liderado por la inversión en Brasil, con un total de US$ 12.400 millones, gracias a la gran colocación en el sector petrolero, seguido de Colombia (US$ 8.300 millones), Chile (US$ 2.200 millones) y México (US$ 1.800 millones).

Sin embargo, Uruguay mostró una tendencia en sentido inverso y la IED de origen chino nunca alcanzó valores relevantes. Desde 2012 el stock de IED china no supera el 0,3% del total de inversiones extranjeras en el país.

Al analizar por sectores, los proyectos están concentrados en la alimentación, la agricultura y la industria automotriz. En la actualidad operan 28 empresas de propiedad de origen chino en 12 sectores de la economía.