Wall Street volvió a caer, pero analistas interpretan que es “una corrección” y “no un derrumbe”

Números rojos > EL ÍNDICE DOW JONES CERRÓ CON IMPORTANTES PÉRDIDAS

Todos los analistas consultados coincidieron en que era un fenómeno esperable, que se trata de una corrección a la baja en las acciones que habían marcado un record tras otro en los últimos meses. De todas formas, advirtieron que si la volatilidad se extiende, aumentaría la aversión al riesgo y con ello se fortalecería el dólar y se debilitarían los bonos uruguayos.

Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl e Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

Los mercados internacionales estaban por las nubes, mostrando un récord tras otro en sus principales indicadores, pese a que los datos sobre la salud de la economía global, no respaldaban ese optimismo. El propio Banco Central del Uruguay (BCU) advirtió en su última reunión de política monetaria que “el panorama internacional continúa mostrando un alto grado de incertidumbre política y muy altos niveles de valuación de activos financieros, en un marco de crecimiento moderado en el mundo desarrollado”. En tal sentido, alertaba que “no deben subestimarse los riesgos implícitos de esta exuberancia de los mercados financieros” ya que podría darse un ajuste en los precios de estos activos. “Se observa un leve crecimiento no exento de riesgos, ya que los desequilibrios macroeconómicos siguen presentes y no está claro el sendero de su resolución”, señalaba el comunicado (ver CRÓNICAS del 5 de enero).

La corrección a esa “exuberancia” parece haber llegado en los primeros días de febrero. Las acciones de la Bolsa de Nueva York registraron una fuerte pérdida el pasado viernes 2 de febrero y se derrumbaron el siguiente lunes 5 –el siguiente día hábil-. El índice industrial Dow Jones, y el índice S&P 500 registraron el primer día de la semana su mayor caída desde agosto de 2011 –cuando se debatía respecto a un posible default de la economía estadounidense-.  La baja del lunes fue incluso mayor a la registrada al inicio de la crisis financiera en setiembre de 2008. El resto de la semana se movió con gran volatilidad registrando pequeños aumentos y retrocesos, y ayer jueves volvió a mostrar una fuerte baja. El Dow Jones cayó más de 1.000 puntos retrocediendo un 4,15% respecto a la jornada anterior.

Aunque a primera vista pueda parecer contradictorio, el principal motivo de la caída de los mercados bursátiles fueron los sólidos datos económicos y las perspectivas de las utilidades de las empresas. El temor es que el empuje de los salarios lleve a un incremento del consumo, lo que aumentaría la demanda y empujaría al alza la inflación. Si ello ocurre –interpretan los mercados- la Reserva Federal (Fed) podría acelerar su cronograma de endurecimiento monetario, por  lo que optaron por deshacerse de acciones empresariales para invertir en Bonos del Tesoro.  La caída coincide con el juramento del cargo del nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, quien fue elegido por el presidente Donald Trump para sustituir a Janet Yellen.

De todas formas, cabe aclarar que el mercado se encontraba en máximos históricos, y sigue estando un 23,8% por encima del momento en que fue electo Trump.

En las Bolsas europeas también se impusieron fuertes ventas. Los descensos superaron el punto porcentual, salvo en el caso del Dax de Francfort, que recortó un 0,8%. El índice alemán perdió la semana pasada la barrera de los 13.000 puntos, según informó el portal web Expansión.

Ajuste de cuentas

En diálogo con CRÓNICAS, varios analistas financieros dieron sus valoraciones respecto a los motivos que llevaron a este viernes y lunes “negro”, e intentaron vaticinar qué es lo que podría suceder si la volatilidad se mantiene.

Carlos Saccone, experto en mercados financieros internacionales y productos de inversión, explicó que el mundo venía de “un mercado alcista” que ya tiene varios años y que particularmente en 2017 fue “absolutamente espectacular, excepcional, con algunos registros impresionantes de subas, y muchas bolsas del mundo alcanzando records históricos”. En ese sentido, evaluó que “ante tales subas es natural que ocurran correcciones”. “Entonces era algo muy esperado en general por la comunidad financiera y hasta saludable para el mercado, porque si seguía subiendo sin una corrección, cuando viniera la corrección iba a ser más violenta”, sostuvo.

En la misma línea, Gerardo Ameigenda, comentó que se trató de “un ajuste puramente técnico”. “El ajuste no viene de la mano de una crisis, ni mucho menos, es un ajuste puramente técnico. Todos los fundamentos de la economía americana siguen estando en los mismos niveles y se sigue creyendo que la economía norteamericana va a crecer, va a generar empleo, eso seguramente genere algo de inflación, que al fin y al cabo fue lo que perjudicó el retorno de corto plazo de la bolsa”, señaló.

Justamente por ese motivo, Ameigenda evaluó que estos ajustes “no tienen mucha lógica”. “Creemos que los fundamentos siguen así, y que en términos generales, las bolsas deberían tener un comportamiento positivo”.

Fundamentó que el ajuste se originó en “una noticia positiva” que fue el aumento de salarios, que se expandió un 2,9%, dos décimas por encima de lo previsto por el mercado. “Estamos hablando que una economía que está traccionando en temas de empleo y está traccionando en temas de salario y eso lo que tiene por detrás es la posibilidad que genera una inflación más elevada de lo que se esperaba al principio”, explicó. Esa posibilidad, hace que la Fed deba rever sus intervenciones en la política monetaria, quizás elevando los ajustes al alza previstos en su tasa de interés. “Si los ajustes se dan, si esto pasa y la inflación más alta y la Fed tiene que salir a subir tasas para contener un poco la inflación, la renta fija debería subir. Si sube la renta fija, la propia moneda americana debería fortalecerse”. Sin embargo, evaluó que no hay indicios de que ello vaya a ocurrir.

“El ajuste no viene de la mano de una crisis, ni mucho menos, es un ajuste puramente técnico” Gerardo Ameigenda

Por su parte, Agustín Gattas, gerente de Operaciones de Mercado de la Bolsa Electrónicas de Valores (Bevsa), sostuvo que es difícil saber lo que pueda suceder en los próximos días. “Como poder, pueden haber (nuevas bajas), claro que sí, pero también pueden haber subas”, señaló, explicando que “el mercado venía subiendo a ritmo importante,  demasiado, y con poca volatilidad”.

Gattas también coincidió en que los fundamentos de la economía estadounidense siguen siendo sólidos y que lo ocurrido en las bolsas estos últimos días “puede ser entendido como una corrección” y no como “un derrumbe”.

Por su parte, Ignacio Azpiroz, gerente de inversiones de Unión Capital, comentó que varios analistas internacionales estaban esperando esta corrección, ya que se venía de “valuaciones bastante importantes”. “Si tomamos en cuenta lo que es el ratio precio-utilidad, que es muy seguido en Estados Unidos, claramente estaba en niveles históricamente altos y muchos analistas ya estaban previendo una corrección del 10%, pero lo veían más como una corrección y no como un mercado a la baja”, explicó.

Azpiroz evaluó que “puede haber una corrección mayor, sí, pero estabilizándose”, insistiendo en que se trata de una corrección del mercado y no un indicio de un mercado bursátil a la baja. De todas formas, aclaró que la evolución final “va a depender mucho de las tasas”. “Los tesoros americanos (bonos) han tenido una suba bastante importante y eso puso un poco nervioso al mercado y fue lo que gatilló la corrección. En la medida que las tasas del tesoro se estabilicen, eso daría espacio para que baje un poco la volatilidad y empiece la recuperación”.

Golpe a golpe

En cuanto a los impactos que podrían tener a nivel internacional estas caídas, Azpiroz señaló que mientras se trate de una corrección, “sería algo muy pasajero y con poco impacto ya sea en el tipo de cambio o en la deuda soberana”. “¿Cuál ha sido el impacto real, o sea, lo que ya hemos visto? Lo hemos visto más por el lado de la deuda soberana (…) y no tanto en el tipo de cambio; en el tipo de cambio tanto en Uruguay como en la región, sobre todo Argentina y Brasil, si bien ha subido un poco, está en niveles también bastante bajos, incluso apreciándose con respecto a principios de año”, explicó.

“Si viniera un período de varios meses de alta volatilidad, ahí seguro: sube el dólar, bajan nuestros bonos, porque nuestra moneda y nuestros bonos – a los ojos de inversores globales – siguen siendo activos riesgosos” Carlos Saccone

De todas, formas, evaluó que si esta corrección se vuelve una caída más fuerte, se podría generar un aumento de la aversión al riesgo que “le pega primero a los emergentes”. “Es la doble Nelson, vía primero bonos y después tipo de cambio”.

Saccone por su parte indicó que en un aumento de la volatilidad en EE.UU. contagia al mundo, tal y como sucedió esta semana.

De todas formas, descartó que los acontecimientos de esa semana en la principal economía del mundo vayan a impactar en Uruguay. “No me parece que vaya a dar un impacto, más que nada porque fue una corrección, no es algo que parezca que vaya a mantenerse”. De todas formas, advirtió que “si durara, si viniera un período de varios meses de alta volatilidad, ahí seguro: sube el dólar, bajan nuestros bonos, porque nuestra moneda y nuestros bonos – a los ojos de inversores globales – siguen siendo activos riesgosos”. Saccone aclaró que “activos riesgosos no son solo los valores uruguayos, (sino) obviamente todos los títulos de mercados emergentes, y lo no riesgoso para el inversor es el dólar y los Bonos del Tesoro americano”.

Por su parte, Gattas evaluó que la gran incertidumbre respecto a lo que ocurrirá está en si las tasas de interés siguen subiendo. “Acá el factor más que nada para el mercado local tiene que ver con la suba de tasas en el mercado internacional, la suba de rendimientos de la deuda de EE.UU. y con ello de las posibilidades que los agentes opten por comprar dólares en vez de vender dólares e ir a pesos”. “Si uno mira lo que venía ocurriendo, el dólar estaba planchado (…) y de hecho acá en enero las compras del BCU fueron record histórico. Fue operativa histórica en mercado de cambios. Lo que puede ocurrir es que no se necesite tanta intervención del BCU y que los propios agentes y la propia volatilidad del dólar motive a que pueda tener una cierta mayor volatilidad y no estar tan ofrecido el dólar y tan a la baja”, argumentó.

“Si uno mira lo que venía ocurriendo, el dólar estaba planchado (…) y en enero las compras del BCU fueron record histórico. Lo que puede ocurrir es que no se necesite tanta intervención del BCU” – Agustín Gattas

Ameigenda por su parte insistió en que para evaluar los posibles impactos es necesario saber qué sucederá con la inflación y un eventual endurecimiento de la política monetaria de la Fed. De  materializarse ese escenario, estimó que ello implicaría un mayor costo para la emisión de deuda de Uruguay, porque el pago de la deuda estadounidense es la base sobre la que se realizan las emisiones de los mercados emergentes, entre ellos nuestro país. “Si eso pasa creo que sí se va a encarecer un poco el financiamiento de los mercados emergentes y va a tener un impacto en países como el nuestro donde tenemos alto déficit fiscal (…) y en el cual necesitamos mucho del financiamiento extranjero (para) el financiamiento de deudas”.

Asimismo, opinó que –continuando con el supuesto de un mayor aumento de tasas por parte de la Fed- los flujos de capitales deberían  emigrar a activos en dólares lo que incidiría al alza de la divisa estadounidense.

A modo de resumen, Ameigenda insistió en que la caída de las bolsas fue simplemente “un ajuste” sin “demasiados fundamentos”. De todas formas, dijo que “siempre hay que estar atentos porque si los ajustes se vuelven permanentes uno tiene que empezar a tomar un poco más de recaudo”.

“En la medida que las tasas del tesoro se estabilicen, eso daría espacio para que baje un poco la volatilidad y empiece la recuperación” Ignacio Azpiroz

Por su parte, Saccone reflexionó respecto a la noticia de la baja de las bolsas quitándole dramatismo. “En general la subida tiene poca prensa. En la jerga financiera se dice que los mercados suben por la escalera y bajan por el ascensor, porque las bajadas son bruscas y las subidas son lentas. Entonces la subida tiene poca prensa, la bajada llama la atención. Pero hay que tener en cuenta que lo único que pasó fue que volvimos a niveles de fin de año pasado, o sea se perdieron las ganancias de enero. Eso fue lo que pasó”, concluyó.


Volatilidad del mercado, comportamiento de manada, osos y toros

Consultado respecto a la volatilidad que suelen mostrar los mercados financieros (por ejemplo reaccionando de forma dual ante un mismo acontecimiento) Azpiroz explicó que en el mercado bursátil conviven por un lado los “Bearish” y del otro los “Bullish”, que vienen de la metáfora del oso (Bear) que aplasta y el toro (Bull) que empuja hacia arriba. Los primeros son más pesimistas y los segundos son más optimistas. Siempre hay dos bibliotecas y bueno, a veces hay que estar un poco en el medio más o menos como para, los extremos no son siempre buenos”.

El presidente del BCU ha criticado en alguna oportunidad que los mercados financieros reaccionan en manada ante cualquier noticia que sale en las pantallas de la agencia Bloomberg. Azpiroz señaló que en momentos de volatilidad es cuando más se suele ver ese comportamiento, y puso como ejemplo que a las caídas en EE.UU. le siguieron bajas en Europa y Asia. “Realmente cuando pasan estos episodios de correcciones fuertes -como fue esta que es un 7%- se da que la correlación aumenta”, señaló.

Por su parte, Gattas señaló que “hay distintos tipos de inversores y distintos tipos de estrategias”. “Quizá había unos inversores que estaban demasiado posicionados o apalancados a través de índices de volatilidad y lo que hicieron fue salir a vender para cerrar posición, entonces eso potencia un poco más los movimientos. Pero no necesariamente quiere decir que sea un comportamiento de manada”, sostuvo.

Sin embargo, Saccone valoró que “el comportamiento de horda es uno de los comportamientos más usuales dentro del mercado de acciones”, pero respecto a la volatilidad, indicó que “el año pasado fue de muy baja volatilidad”. “Fue uno de los años de más baja volatilidad. Las acciones solamente subían. La volatilidad repuntó ahora con estos movimientos, pero no había habido volatilidad recientemente”, sostuvo.

El experto recordó que “hace seis meses más o menos” que se estaba esperando la corrección. “Demoró más de lo previsto”, opinó.

Ameigenda por su parte, dijo que los mercados “tienen comportamientos de manada en el corto plazo”. Señaló que “generalmente el mercado reflexiona en el corto plazo con una noticia que sea diferente a las expectativas”. Explicó que en los mercados los precios se forman con expectativas, que al ser corregidas por la divulgación de algún indicador, luego generan un cambio en su valor. “Creo que la gran diferencia entre un comportamiento de manada y una crisis es el período al fin y al cabo, porque obviamente siempre un comportamiento de manada si es administrado en el corto  (plazo), es más bien un ajuste de expectativa, un ajuste de alguna variable que necesita el ajuste. Obviamente si tenemos bolsas cayendo durante semanas a niveles como el que pasó el viernes y lunes principalmente, eso ya tiene otros factores”.


Salarios más altos no empujarán inflación, según funcionario de la Fed

El crecimiento de los salarios en Estados Unidos  no necesariamente conducirá a una aceleración de la inflación, según declaró el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan. De esta forma, el funcionario contradice la especulación del mercado de que el crecimiento más acelerado en casi nueve años de los salarios estadounidenses llevará a mayores aumentos de precios, allanando el terreno para un mayor ajuste monetario de parte del Banco Central.

“Actualmente estamos enfrentando presiones de salarios en Estados Unidos debido a un mercado laboral ajustado”, dijo Kaplan, miembro que este año no tiene derecho a voto en el Comité de la Fed que establece la política monetaria, durante una conferencia en Francfort. “Estoy poco convencido de que esto necesariamente se traducirá en mayores precios, porque las empresas tienen mucho menos poder para fijar precios”, agregó, según consignó la agencia de noticias Reuters.

Entre los factores que limitan ese poder citó los avances tecnológicos que permiten a compañías más pequeñas ingresar en mercados concentrados.

Si bien Kaplan indicó que no espera que vaivenes en los mercados tengan repercusión en la economía y los describió como correcciones saludables, advirtió que la Fed debería seguir reduciendo su flexibilidad monetaria para evitar que se generen excesos.

“Si se pasa demasiado por alto el pleno empleo, la historia muestra que generalmente se generan otros excesos y desequilibrios”, evaluó el funcionario, agregando que “sería inteligente de nuestra parte remover la flexibilidad, aunque de manera paciente y gradual”.

El día anterior, el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, manifestó que tampoco cree que la actual solidez del mercado laboral estadounidense vaya a generar una aceleración de la inflación.