Martín Secco, CEO de Grupo Marfrig
En toda la cadena de producción cárnica pesa la problemática de los costos, que sólo podrá ser minimizada con coraje político y aumento de la producción, asegura el CEO de Marfrig.
¿Cómo imagina al Grupo Marfrig, en general, en el mediano y largo plazo, y cumpliendo qué rol en el sector en que está inmerso en nuestro país?
Somos la segunda empresa de carne del mundo, localizada en el eje de las Américas. Queremos afirmar nuestro liderazgo en el sector frigorífico del Uruguay, donde decidimos instalarnos hace 12 años por considerarlo un país estratégico en la producción y comercialización de carnes. Esto implica seguir trabajando con nuestros proveedores en sus padrones de calidad y sanidad, con nuestros funcionarios capacitándonos todos en nuestra organización para los desafíos futuros, y con nuestros clientes para que continúen prefiriendo nuestros productos y marcas.
¿Qué tareas fundamentales debería encarar el próximo gobierno en forma prioritaria pensando en el desarrollo de la ganadería y del sector cárnico, en el camino de mejora del volumen de producción, apertura de mercados y también calidad de sus productos de exportación?
No quiero ser reiterativo ni pensar que estos problemas nos sean ajenos como organización. Tenemos en toda la cadena un problema de costos y sólo podrá ser minimizado con medidas que requieren coraje político y con aumento de nuestra producción.
Estamos estancados porque no resolvemos ninguna de las dos cosas y eso nos paraliza, tanto como sector, como país.
El próximo gobierno debe liderar este proceso para que los actores crean que esta apuesta a producir más es posible, que no serán penalizados o tributados por eso. Sólo así, y con tiempo, podremos alcanzar costos competitivos.
Un tema no menor, y que también hace a nuestra estructura de costos, son los aranceles que como país pagamos para colocar nuestra producción y servicios en nuestros mercados. Sobre la calidad, el desafío es totalmente del sector productivo.
¿Cuáles cree son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis, sin importar nivel ni sector de actividad, apuntando a un mayor desarrollo de su sociedad y de su economía en la próxima década?
No tengo dudas que nuestro principal desafío es la educación. Cuesta creer cómo los líderes políticos no logran acordar en una propuesta para un futuro gobierno ahora, sin saber ni que candidatos tendremos. Es increíble que un tema tan sensible quede atrapado por disputas ideológicas y políticas.
Si el país conduce este tema con madurez, se verá evolución en materia de seguridad, convivencia social, desarrollo y empleo. De lo contrario, nuestro futuro está seriamente comprometido. Tenemos ejemplos claros de que este camino es posible; sabemos los resultados, su costo y demás, pero no tenemos coraje de emprender ese camino.
Yo fui a la escuela pública, colegio laico y católico, universidad pública y privada, y mi sentimiento es que hemos aumentado la desigualdad de oportunidades para los jóvenes en un mundo que cada día condena más la falta de preparación para alcanzar oportunidades.