Según Pablo Labandera se deben eliminar trabas innecesarias para la mejora de la competitividad

EDICIÓN ESPECIAL 2019

Pablo Labandera, especialista en Derecho del Comercio Internacional y Derecho Aduanero, e integrante del consejo editorial de Empresas & Negocios


Más allá de la situación regional y global, existe la posibilidad de avanzar en temas que son independientes a la realidad internacional, y que están en la agenda de la nueva administración de gobierno.  

¿Cuáles son las expectativas que tiene para el sector logístico y portuario local en 2020, teniendo en cuenta, no solo el cambio de administración de gobierno, sino también la desaceleración regional y mundial de la economía, con el impacto que esto tiene en la actividad y el negocio?

Evidentemente, Uruguay –como país pequeño y tomador de decisiones y precios que es– no puede permanecer ajeno a la realidad internacional y regional, que al día de hoy aparece con un rasgo de incertidumbre muy grande. Ello, sin dudas, influirá en forma positiva o negativa sobre todo el sector, pero existen una serie de medidas que pueden ser adoptadas en forma independiente a la realidad internacional. La minoración de los costos en materia de comercio exterior, la facilitación de las operaciones eliminando trámites burocráticos innecesarios, la optimización de los procedimientos incluyendo mayor tecnología, son todas medidas que pueden aplicarse de manera inmediata. La nueva administración ya posee en su programa de gobierno la previsión de su utilización en varias áreas, por lo cual cabe esperar con ilusión que lo prometido se cumpla y, consiguientemente, se logre otorgar mayor competitividad a todas las empresas del sector

 ¿Cómo evalúa las propuestas realizadas en su plan de gobierno por parte de las autoridades recientemente electas en materia logística y de comercio exterior?

Las mismas constituyen un listado detallado, prospectivo y proactivo sobre la realidad del sector. Cabe esperar, como se mencionaba, que puedan consolidarse a corto y mediano plazo. Sin duda alguna, los dos instrumentos legales más importantes para lograrlo serán la ley de urgente consideración y la ley de presupuesto. Cabe esperar, a su vez, que durante esta administración se logre regular todo el sistema de transporte a través de una norma de rango legal.

En materia logística y portuaria, ¿cuáles son los temas más urgentes a resolver en el corto y mediano plazo en nuestro país?

A riesgo de ser repetitivo, la eliminación de trabas innecesarias –que al final del camino, siempre son dinero– la instauración de mecanismos de control seguro y eficiente para el trasiego de mercaderías, y la aprobación de instrumentos normativos y fiscales que colaboren con las empresas del sector, otorgándoles mayor competitividad. Y me refiero no solamente a la renuncia fiscal, sino también a los temas laborales, los conflictos colectivos y la seguridad jurídica en el ámbito aduanero.

¿Cuáles son las fortalezas que tiene el sector para afrontar ese contexto de turbulencias y guerras comerciales que mencionábamos en la primera pregunta?

Entiendo que nuestro país cuenta con algunas ventajas importantes, más allá de su ubicación geográfica. Pero entre ellas, la que cabe resaltar como diferencial, es la calidad de sus recursos humanos en materia logística.

¿Qué incidencia puede tener para el sector el proyecto de UPM2?

Para poder opinar sobre dicho proyecto, primero debería conocer todos los términos del acuerdo al que se arribó con la firma, y el mismo ha estado pautado por un secretismo y una falta de transparencia que despiertan suspicacias, de repente infundadas. Es de suponer que cuando el proyecto se vaya consolidando, seguramente genere externalidades positivas en todo el sector, pero entiendo que por ahora solo resta ser paciente y optimista.