Andrea Roth: «en 2021 la pandemia estuvo tan vigente como en 2020 pero nos encontró más adaptados»

EDICIÓN ESPECIAL 2021

Andrea Roth, presidenta de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU)


Considera que mundo del comercio exterior está cada vez más desafiante, por lo que se hace imprescindible ser competitivos, innovadores, y buscar acuerdos comerciales. Añade que hay, además, mayores exigencias en materia de sostenibilidad, y que la mirada de destinos y clientes está puesta en cómo mejorar en aspectos vinculados a lo económico, lo social y lo ambiental.

¿Qué balance hace del sector exportador en 2021? ¿Se cumplieron las expectativas?

Cuando comenzamos el año pensamos que el 2020 era el año de la pandemia y que ésta lentamente iba a quedar atrás, que todo iba a volver a cierta normalidad. Sin embargo, en 2021 la pandemia estuvo tan vigente como en 2020 pero nos encontró más adaptados.

El objetivo era recuperarnos de la caída del 2020. Eso se alcanzó y se superó; en ese sentido podemos estar conformes. Pero el mundo está más desafiante que nunca, se hace extremadamente necesario ser competitivos e innovadores, utilizar de mejor manera la tecnología y buscar acuerdos comerciales para -al menos- empatar con nuestros competidores.

Los aumentos en los costos de los fletes internacionales y las dificultades para conseguir espacios en bodega y contenedores, sumado a la conflictividad que hemos vivido recientemente en el puerto de Montevideo, son temas que hicieron que este año realmente fuera complejo para los exportadores.

Desde la Unión de Exportadores, ante estas dificultades estuvimos buscando soluciones o alternativas, promoviendo el diálogo con todos los actores involucrados, tendiendo puentes y así continuaremos en 2022.  

Mirando al 2022, ¿qué expectativas tiene para el sector, y cuáles son los grandes desafíos por delante mirando el corto y mediano plazo?

Este año se logró una recuperación de las exportaciones frente a un año 2020 muy malo, pero esa recuperación no fue homogénea; algunos sectores registraron un crecimiento bastante fuerte y otros apenas avanzaron. El objetivo es superar esa etapa y pasar a otra de crecimiento sostenido.

Para diversificar la matriz exportadora y agregar más valor en lo que exportamos, necesitamos continuar trabajando en bajar costos de producción, en la digitalización de trámites, en la facilitación del comercio exterior y en un mejor acceso a mercados. Esos son los grandes temas que venimos desarrollando en los grupos de trabajo de la UEU en nuestra agenda de corto plazo, donde los exportadores aportan sus inquietudes y se plantean propuestas al gobierno.

Para el mediano plazo continuaremos trabajando en generar insumos para desarrollar -junto con el gobierno y todos los actores involucrados al comercio exterior- una estrategia nacional de exportaciones. Consideramos fundamental pensar juntos el país que queremos y definir los pasos a seguir para duplicar o aumentar sustancialmente las exportaciones en los próximos años.

¿Cuáles son los temas de preocupación de la UEU de cara al futuro?

Entendemos que el mundo va hacia mayores exigencias en materia de sostenibilidad. Hoy la mirada de varios de nuestros destinos y clientes está puesta en cómo mejorar en diferentes aspectos vinculados a lo económico, lo social y lo ambiental. En ese sentido, nos hemos puesto como objetivo ayudar a las empresas a prepararse mejor para ese escenario y por eso creamos la unidad Exportación Verde. En la misma línea creamos la unidad de género, que busca guiar a las empresas en la implementación de políticas de género dentro de las empresas y ayudar a las empresarias y emprendedoras en su proceso de internalización.

Por otro lado, un tema que también nos ocupa son las pymes, que son la mayoría de las empresas exportadoras pero que les cuesta mucho llegar a los mercados internacionales y luego mantenerse exportando. Para este tema también tenemos una unidad específica que está trabajando con mentores -exportadores de larga trayectoria- que aportan sus conocimientos para que las pymes seleccionadas por el programa puedan avanzar en su salida al mundo.

Está en marcha un estudio de factibilidad de un eventual TLC entre China y Uruguay. ¿Cómo evalúa lo hecho hasta ahora y qué implicancias puede tener para la economía uruguaya un tratado de estas características?

Hasta ahora ha habido una serie de consultas a empresas a través de las cámaras, entre ellas la UEU. Creo que en términos generales un TLC con China sería muy positivo porque las posibilidades que ofrece ese país son prácticamente infinitas para Uruguay. No solo hay que pensar en el menor costo que tendría exportar a China lo que hoy ya se exporta, sino en los sectores que podrían sumarse a la exportación, las inversiones que podrían llegar y la cooperación técnica, entre otros aspectos. Claro que habrá que tener en cuenta sectores sensibles y aplicar políticas específicas para ayudarlos en la transición.

¿Considera correctos los pasos dados por Uruguay o, en su opinión, debería haber buscado otro tipo de alianzas primero con otros bloques económicos?

Lo ideal era que el acuerdo Mercosur-Unión Europea hubiera cristalizado. Nos hubiera posicionado diferente como bloque, podríamos estar pensando en nuevos horizontes con esa carta de presentación. La realidad es que eso no se ha concretado, aunque esperamos que algún día se logre, y mientras tanto debemos buscar alternativas. China es nuestro principal socio comercial y la mitad de los aranceles que pagamos en el mundo se los lleva China; en ese sentido es natural pensar en un acuerdo comercial con ellos.

Con respecto a otros bloques y regiones también hay que avanzar, el mundo no nos espera. Entiendo que el gobierno va avanzando en conversaciones también con otros mercados.

¿Y el Mercosur qué? ¿Cuál es el futuro del bloque regional?

El Mercosur sigue siendo importante para muchas empresas exportadoras. Hay cerca de 400 empresas que exportan al Mercosur y, de esas, unas 250 que solamente le exportan al bloque regional. Generalmente se trata de empresas de corte industrial que no tienen opción de vender en otros mercados, ya sea por los costos de transporte, por temas culturales o porque son filiales internacionales que se instalaron en Uruguay justamente para vender al Mercosur. Entonces se requiere de lograr ciertos equilibrios.

En ese sentido, es necesario concretar nuevos acuerdos comerciales y mejorar nuestro acceso al mundo, pero sin descuidar al Mercosur. Ahí la clave estará en el diálogo y la negociación con los países integrantes del bloque de forma de lograr la flexibilización que había planteado Uruguay o avanzar en diferentes velocidades.

El futuro del bloque dependerá de esas conversaciones, de explicitar cuáles son las necesidades de cada país y cómo poder avanzar juntos, pero sin que sea una limitante para el crecimiento que cada país necesita lograr. Y Uruguay necesita exportar para crecer.