Salvador Ferrer: «El país transita una senda de recuperación importante, y es ejemplo a nivel mundial»

EDICIÓN ESPECIAL 2021

Salvador Ferrer, presidente del Banco República (BROU)


Hoy, que ya ha pasado lo peor en lo que respecta a las acciones que hubo que tomar para mantener la actividad económica y ser soporte para los clientes, la gestión apunta ahora al desarrollo de líneas más estratégicas de mediano y largo plazo. A su vez, remarca que el BROU y el resto de la banca están en condiciones de tener un comportamiento expansivo del crédito en la economía.

¿Qué balance hace del 2021? ¿Se cumplieron los objetivos planteados a comienzos de año, en un contexto enmarcado por la incertidumbre y los vaivenes económicos a nivel local y global?

El balance es positivo. El país transita una senda de recuperación importante, y es ejemplo a nivel mundial por el manejo efectivo de la pandemia, por lo que en primer lugar, como uruguayo, estoy orgulloso de esta situación.

En lo que tiene que ver con el rol del Banco Republica, despues de un primer año y pico de gestión muy orientada en lo que tenía que ver con refinanciaciones y expansion del credito para poder ayudar al mantenimiento de la actividad económica, hemos podido empezar a enfocarnos en algunas de las líneas más estratégicas de mediano y largo plazo.

Todavía no estamos satisfechos con lo que hemos logrado en materia de expansión del negocio desde el punto de vista comercial, pero entiendo que venimos sentando las bases para ese mejor posicionamiento que ambicionamos del banco país en todas las líneas de negocio.

En ese sentido, se ha trabajado intensamente y de forma muy satisfactoria por ejemplo en el reposicionamiento del negocio de tarjetas de crédito, mediante la Mastercard Recompensa, que en base a un programa de fidelidad original, y con beneficios especialmente orientados a nuestros clientes, nos ha permitido un crecimiento muy relevante del negocio. Como parte de las celebraciones por los primeros 125 años del banco país lanzamos campañas de financiamiento en lo que hace al crédito a personas, el préstamo sueños, extendiendo los plazos y bajando las tasas de interés para nuestros clientes.

En lo que hace al negocio corporativo, y también dejando atrás el fuerte crecimiento que el crédito a pymes implicó durante 2020 y parte de 2021 de la mano del SiGa, hemos trabajado en reposicionar al banco de cara a todos los negocios, con un foco muy especial en el sector agropecuario, que por razones naturales es nuestra principal fuente de negocios a nivel empresarial. También hemos bajado las tasas, en un escenario ya de por sí de tasas bajas a nivel internacional, que sin duda ha dinamizado el mercado, y estamos comenzando a tener una mejor llegada a clientes que no solían trabajar con el banco.

Por otra parte, se actualizaron las versiones de eBROU, nuestra banca en internet, tanto para personas como para empresas, contando hoy con una plataforma de primer nivel.

Mirando al 2022, ¿qué expectativas tiene para el negocio del BROU y cuáles son los grandes desafíos?

Hemos definido básicamente tres líneas de acción. A modo de resumen, pasan, por un lado, por la expansión de todas las líneas de negocio del banco; en segundo lugar, lo que tiene que ver con la transformación digital, desde el punto de vista del negocio básicamente y con foco en el desarrollo del sistema de pagos; y en tercer lugar, el rol característico del BROU como banco de desarrollo, más allá de la expansión comercial del negocio.

Lo primero, es un poco lo que refería antes, en cuanto a las expectativas de crecimiento en todos los negocios. Entendemos que tenemos oportunidad en todos los sectores, ya sea tanto a nivel empresarial o corporativo, como a nivel de personas o la banca de consumo.

Al mismo tiempo, tenemos bien presente nuestra responsabilidad como banco de desarrollo, y así como tuvimos en un primer momento mucho foco en el soporte económico a nuestros clientes en tiempos de pandemia, o el foco especial puesto en sectores específicos como el arrocero o lechero, entendemos que tenemos un rol importante a jugar, por ejemplo, en el apoyo de inversiones con financiamiento de largo plazo, como hemos anunciado, o dando soporte a los diferentes proyectos y desafíos que existen en materia de infraestructura. El BROU está preparado y en condiciones de ser un muy buen soporte de la expansión y el desarrollo económico.

Y no menos importante es lo que referíamos respecto al desarrollo de la estrategia digital. El mercado de pagos en particular tiene que seguir avanzando. Desde hace unos meses estamos procesando “transferencias instantáneas” entre bancos; es solo un ejemplo muy básico de las oportunidades de mejora en el servicio que tenemos que seguir ofreciendo a nuestros clientes para contribuir con una verdadera inclusión financiera.

¿Cuáles son las amenazas y los temas de preocupación teniendo en cuenta, precisamente el escenario planteado al comienzo, de incertidumbre y vaivenes económicos generados, sobre todo, por la pandemia?

Después de los tiempos difíciles que nos ha tocado enfrentar en pandemia, creo que las principales preocupaciones a nivel macroeconómico pasan por la sostenibilidad de la recuperación de la actividad económica, y el empleo. Todo indica que venimos bien y que para 2022 habremos recuperado los niveles de actividad y empleo prepandemia, aunque tenemos que recordar que veníamos de un quinquenio de pérdida de empleo, que hay que revertir. La inversión se recupera y crece por encima de niveles prepandemia. Tenemos, por un lado, sectores dinámicos que tiran del carro, asociados a lo que es nuestra base agroindustrial exportadora, o a lo que son las exportaciones de servicios no tradicionales, esto es las TICs y otras del estilo. Y en el otro extremo, sectores que fueron fuertemente afectados y todavía muestran rezagos como los que tienen que ver con el turismo, a los cuales con fronteras abiertas les empieza a volver la expectativa positiva de recuperación, pero que indudablemente han sufrido mucho.

Y tenemos un contexto regional complejo, con vecinos que atraviesan diferentes tipos de dificultades, con quienes tenemos además problemas de competitividad importantes y que no van a ser quienes nos ayuden en estas circunstancias, lamentablemente.

En lo internacional, existe una expectativa positiva de mantenimiento de precios de commodities que es favorable para nuestros precios de exportación, pero una dificultad adicional para el abatimiento de la inflación, que es una prioridad de los objetivos de política del Banco Central, en un contexto internacional amenazado por una reversión de los tipos de tasas de interés excepcionalmente bajos.

Creo que por ahí pasan los principales temas a monitorear.

En lo empresarial, o lo que hace al banco en sí mismo, en un mundo tan dinámico, con avances tecnológicos permanentes, la preocupación pasa por mantener un posicionamiento adecuado de cara a las soluciones que podamos ofrecer a nuestros clientes. Desarrollo de soluciones, eventuales sociedades con fintechs son parte de los temas a tener en agenda.

En este Uruguay de hoy, ¿cuáles son las líneas de negocio que ve con mayor dinamismo para el negocio del banco?

Estoy convencido que Uruguay, como país, tiene una oportunidad de expansión del negocio tanto a nivel de personas y banca de consumo, como a nivel de la banca empresarial o corporativa. Los niveles de crédito a PBI del Uruguay han oscilado históricamente entre el 25% y el 30%, y son niveles relativamente bajos en comparaciones internacionales. En términos generales, el uruguayo promedio es relativamente conservador, no se endeuda porque si, lo que es muy sano, pero puede estar existiendo una subutilización del potencial empresarial, o la capacidad de consumo como contracara de esta situación. Por esta razón creo que hay potencial de crecimiento en todas las líneas de negocio. El escenario internacional y local de tasas bajas, y la recuperación económica, deberían ser alicientes adicionales al desarrollo del crédito. De todos modos, tengo que mencionar que no es hoy la expectativa de los analistas económicos la de ver un crecimiento importante de los niveles de crédito. Veremos. El BROU y la banca en general se encuentran perfectamente en condiciones de tener un comportamiento expansivo del crédito en la economía.

Por otra parte, algo en lo que venimos trabajando y creo va a ser por donde vamos a ver mayor dinamismo a nivel del negocio, es lo que tiene que ver con el avance de la digitalización. Me refiero a todo lo que hace al funcionamiento bancario, desde el “onboarding” digital de clientes, hasta la transaccionalidad operativa cada vez más por canales digitales, y en particular en el sistema de pagos, que confío sigamos viendo avances para ponernos a la altura de los mercados más dinámicos. Es parte de lo que esperamos poder contribuir en línea con lo que hemos llamado la verdadera inclusión financiera, y poder ofrecer a nuestros clientes soluciones de pago ágiles, baratas y accesibles, redefiniendo la experiencia de pagos.

¿Cómo ve a Uruguay posicionado en esta nueva economía, que parece ser de transición a nivel global, con incertidumbre en el mercado laboral?

Uruguay es referido en muchísimos aspectos, y en particular en estos tiempos pospandemia como un ejemplo a nivel mundial. La consolidación fiscal obtenida en tiempos complejos ha merecido el reconocimiento de las calificadoras de riesgo que descartan hoy la posibilidad de la pérdida del grado de inversión, que era una amenaza incluso en tiempos de prepandemia.

Desde el gobierno hay una visión muy clara sobre la relevancia de la apertura comercial al mundo. El economista Ignacio Munyo citaba recientemente en la presentación de cierre de año de Ceres a la apertura comercial como la “madre de todas las reformas” en el Uruguay, demostrando la correlación entre la apertura comercial y el desarrollo económico; y creo que tenemos mucho para ganar en ese camino aperturista. Por supuesto que hay sectores afectados y a atender, y la Cámara de Industrias en particular viene haciendo un muy buen trabajo al respecto, pero un país de base agroindustrial y exportador como el nuestro, con capacidad de producir alimentos para el mundo, tiene mucho para ganar en esa apertura comercial.

Y esto viene llevando a una muy positiva radicación de personas, y esperemos también de inversiones en el país, atraídos no solo por la seguridad política, jurídica e institucional, sino seguramente también por la calidad de vida y las posibilidades futuras de un país con potencial de crecimiento. Y en un país en crecimiento, el empleo y la actividad laboral tendrán que seguir mostrando resultados positivos.

¿Algo más que quiera agregar?

Creo que hemos hecho un buen repaso de la situación macroeconómica y las perspectivas del lado del banco. Pero me quedé pensando en temas de desafíos que me consultaba antes, y creo que a nivel país, algo que no mencionamos y está al tope de la lista de los desafíos estratégicos es la reforma previsional, que el país necesariamente tiene que encarar.

Entre los desafíos que al BROU específicamente se le presentan, uno significativo a tener presente es que el 40% del personal del banco es jubilable durante este periodo de cinco años, lo que representa un reto importante, no solo por el conocimiento que se pierde en años de experiencia del personal que se retira, sino por lo que en sí implica para cualquier empresa que tiene que enfrentar un recambio de tal magnitud. Lo estamos encarando y tratamos de ver desde el lado positivo, como una oportunidad de renovación de nuestra fuerza laboral, y vamos a estar ingresando en las próximas semanas algo más de 200 trabajadores, muy bien preparados y calificados, luego de un largo proceso de selección.