Contexto económico para las empresas uruguayas: situación y perspectivas al finalizar 2022

EDICIÓN ESPECIAL 2022

Darío Andrioli, socio director de Carle & Andrioli

Para la planificación de las empresas es relevante el contexto en que desarrolla su actividad y en particular el marco económico. En 2022 el escenario económico global fue cambiante y complejo, impactado por eventos extraordinarios como nuevas medidas de reducción de la movilidad por la pandemia en China, la guerra en Ucrania y las altas tasas de inflación mundial.

Recuperación de la actividad económica

Nuestra economía terminará el año 2022 con un crecimiento de más de 5%, impulsada por el dinamismo del primer semestre y con un incremento que permite ubicar la actividad por encima de niveles prepandemia. El crecimiento del producto es superior a las expectativas de los agentes económicos al comenzar el año (mediana de estimación de 3.2%) y también es mayor al aumento de actividad de la economía del mundo y de la región (esperado entre 3% y 3.5%).

Sectores como la construcción, comercio, hoteles y restaurantes, así como transporte contribuyeron para el incremento del nivel de actividad del año. En particular, la construcción en los tres primeros trimestres de 2022 creció 9%, por lo que acumula tres años de aumento importante de producto, impulsado por las obras de UPM, del Ferrocarril Central y las viviendas de interés social.

El sector comercio, hoteles y restaurantes, fuertemente impactado por la pandemia, en el período enero/setiembre de 2022 creció también 9%, aunque la Cámara de Comercio y Servicios no está observando aumento de ventas en términos reales en los últimos meses. Además, este año, servicios como transporte y salud presentan aumentos importantes de su actividad.

Por su parte, el producto agropecuario que el año pasado se incrementó 5%, en los primeros nueve meses 2022 creció algo más de 3%.  Este desempeño productivo ha sido determinado por mayores áreas y productividades agrícolas, mientras que la pecuaria registra menor remisión de leche a plantas (2%) y baja de la faena de ganado (8%).

En lo que respecta a la industria, el pasado año recuperó la caída de 2020 y en 2022 crece pero a ritmo más lento (2% en primeros nueve meses). Mantiene el uso de la capacidad instalada en el orden de 65% y el sector identifica dificultades como una menor demanda y baja de rentabilidad.

El producto del tercer trimestre, si bien creció 3.7% respecto a igual período de 2021, mostró un estancamiento respecto al trimestre anterior desestacionalizado, por lo que se moderan las expectativas de crecimiento. La mediana de la encuesta de expectativas del BCU muestra una estimación de incremento del PIB de 3% para 2023 y de 2.5% para 2024.

Competitividad-precio afectada

El año que finaliza está caracterizado por trayectorias en sentido contrario de los dos principales precios de la economía: una inflación alta y un descenso significativo de la cotización del dólar. A noviembre, el índice de los precios al consumo muestra un aumento de 8.5% en los últimos doce meses, mientras que el dólar cayó más de 10%.

Este desempeño determinó que Uruguay cierre el año con una pérdida de competitividad-precio importante. En los diez primeros meses de 2022 el tipo de cambio efectivo real con los países extraregión cayó 18% e incluso con algunos destinos importantes de nuestras exportaciones de bienes y servicios, como China y Europa, más de 20%.

Esta evolución de precios del año genera aumentos de costos en dólares y dificultad para competir en sectores como servicios, turismo, proyectos inmobiliarios y agroindustria.

Además, respecto a otro socio comercial como Argentina, la relación cambiaria desventajosa impacta en el comercio de los departamentos fronterizos, en el turismo emisivo con ese destino y en una menor llegada de turistas a nuestro país.

Si bien en la capacidad de competir de las empresas uruguayas inciden otros factores, la situación de competitividad-precio al finalizar el año es compleja y genera preocupación y solicitudes de la Unión de Exportadores y de la Cámara de Industrias.

Finaliza 2022 con una tasa alta de inflación, aunque se ha ido moderando en los últimos dos meses. Para el próximo año la mediana de incremento del IPC esperado por los empresarios (encuesta INE) es de 9%, mientras que las instituciones y profesionales consultados por el BCU estiman una inflación algo menor (mediana de 7.5%), con ambas estimaciones por encima del rango meta establecido.

Algunos cambios para financiamiento de las empresas

En general, con la recuperación de la economía se incrementó la demanda de crédito y también aumentó la oferta de financiamiento por parte de los bancos. A su vez, se consolidaron algunas tendencias, como la mejora del cumplimiento de pago de las empresas y la extensión de los plazos de los créditos.

La novedad vino por el encarecimiento del crédito, ya que en los últimos meses se observó un aumento de los intereses de los créditos bancarios a las empresas, acompañando el incremento internacional de las tasas.

Otro aspecto observado en el año es que cada vez más los bancos utilizan evaluaciones ambientales, sociales y de gobernanza a la hora de otorgar créditos y el Banco Central (BCU) anunció recientemente una hoja de ruta de sostenibilidad y la integración del riesgo climático en el monitoreo del sistema financiero. La primera emisión de un bono indexado a indicadores de cambio climático por parte del gobierno uruguayo puede tener efecto orientativo para el financiamiento del sector privado.

En el año continuaron activos por parte de las empresas el uso del sistema de garantía a empresas (SiGa) y de los beneficios tributarios de las inversiones (Comap) como fuente parcial de financiamiento. Al terminar el año se produjeron algunos cambios en los criterios básicos de funcionamiento de Comap: topes en algunos valores de inversiones -como automóviles eléctricos- y modificaciones en indicadores de descentralización y empleabilidad.

Respecto a otras fuentes alternativas de financiamiento, a pesar de los anuncios no se logró activar el mercado de capitales, el crowfunding no se ha desarrollado aún, mientras que continúan creciendo los inversores ángeles. Estas fuentes no tradicionales, en la medida que se desarrollen efectivamente, pueden brindar oportunidad para el financiamiento de las empresas.

Desafíos y oportunidades  en los factores de la demanda

Luego de un bajo crecimiento de 2% en 2021, el consumo de los hogares aumentó casi 7% en los primeros nueve meses de 2022. Es de destacar que ese aumento de consumo se destinó a gastos y compras por viajes a Argentina, que incidió en el aumento de importaciones de servicios. La futura trayectoria del consumo estará determinada por la recuperación de la caída del salario real de los dos años anteriores y de la mejora del desempleo que se mantiene en el orden del 8%.

Por su parte, en lo que va del año las inversiones muestran un incremento de 13%, con el impulso de las obras de infraestructura relacionadas a la segunda planta de UPM y de las inversiones agropecuarias, que en la zafra 2021/22 aumentaron 55%. Sin dudas la finalización de las obras de UPM y la menor rentabilidad en el agro e industria constituyen desafíos para el dinamismo de las inversiones en activo fijo.

Las exportaciones de bienes y servicios, otro componente clave de la demanda, hasta setiembre crecieron casi 20%, mientras que en los últimos dos meses las exportaciones de bienes han bajado. Se presentan desafíos respecto a los servicios de turismo por la situación cambiaria con Argentina y en relación a la exportación de bienes por el deterioro del marco externo para 2023.

*Darío Andrioli: Contador Público. Diploma Program Management Development, Esade Barcelona.   Socio Director de Carle & Andrioli, firma miembro de Geneva Group International Global Alliance.Mentor de Endeavor y profesor de Universidad ORT.