Ahorrar hoy para disfrutar mañana

EDICIÓN ESPECIAL 40 ANIVERSARIO

GUILLERMO HEYER, GERENTE GENERAL DE METLIFE URUGUAY


El referente de la empresa de seguros se refirió a la importancia del ahorro en el marco de la reforma previsional que atraviesa Uruguay: “Cuanto mayor y con más complementariedad sean adoptados los seguros de vida y ahorro, más tranquilidad jubilatoria lograremos”, afirmó.

¿Los uruguayos han cobrado más conciencia de la importancia del ahorro y de estar asegurados ante imprevistos?

Sin dudas. Lo hemos comprobado con un incremento de las consultas de clientes y consumidores en general en el último año. Sin embargo, debo reconocer que a la gran mayoría le falta dar el paso concreto y decidirse por la contratación. No es un atribuible solamente al consumidor uruguayo; en la actualidad, solamente el 3% de la producción mundial de estos productos se encuentra en América Latina, donde el gasto per cápita en seguros en el último año alcanza apenas los 247 dólares. 

Los seguros de vida y ahorro son una manera certera de ahorrar y de darle algo más previsión al futuro, pero tanto en Uruguay como en Latinoamérica aún hay mucho camino por recorrer.

En un escenario incierto, el seguro se convierte en un aliado para estar protegidos ante las posibles adversidades.

En el caso de MetLife, su principal fortaleza radica en que la rentabilidad está garantizada: 4% anual en pesos y un 2% en dólares. De hecho, el promedio histórico de la última década redituó en un 10% en pesos y un 3,9% en dólares. 

Por último, destacaría que la flexibilidad es un elemento clave. En estos instrumentos es posible retirar fondos de manera parcial o total (al cabo de 10 años sin ningún gasto), pero manteniendo siempre su cobertura de seguro. Además, tanto lo destinado a ahorro como el capital asegurado puede modificarse, lo que representa un atributo clave del producto, que puede acompañar de manera versátil los diferentes momentos de la vida de los clientes.

¿Cree que será posible que en los próximos años los uruguayos adopten una mayor cultura aseguradora?

En nuestra cartera de asegurados, la edad promedio de nuestros clientes es de 47 años. No obstante, observamos que las consultas se ubican de manera bastante notorio en el segmento etario de menos de 40 años. En la medida en que los más jóvenes adopten estos instrumentos como parte fundamental de una buena planificación financiera, mayor cultura aseguradora iremos instalando.

En relación con esto último, incluso ya contamos con un producto que alcanza a las necesidades de los jóvenes desde los 18 años de edad (UL + 18).

Adicionalmente, considero de vital importancia la educación financiera y de seguros que las compañías del sector podamos ofrecerle a la sociedad.

Por último, me atrevo a invitar a una reflexión colectiva, en medio de los análisis y abordaje muy difundido sobre los interrogantes que hoy ya tenemos en cuanto a nuestra situación previsional: cuanto mayor y con más complementariedad sean adoptados los seguros de vida y ahorro, más tranquilidad jubilatoria lograremos.

¿Cómo imagina el mercado asegurador uruguayo en 40 años?

Es un difícil pronóstico, pero me atrevo a decir que si Uruguay se sigue destacando institucionalmente como la ha venido haciendo en los últimos ya varios años -incluso más allá de cambios de gobiernos y pandemia- la difusión y penetración de seguros se parecerá a los actuales estándares europeos, por ejemplo (entre 7 y 10% de primas / PBI; actualmente, Vida no llega al 1% de primas en relación con el PBI).

Por otra parte, jugando a compartir visiones futuristas, veo que el proceso de venta y adquisición será más digital y automatizado, pero el asesoramiento de las personas seguirá siendo relevante. La suscripción del negocio -análisis de riesgos- utilizará mucha inteligencia artificial y algoritmos que permitan perfilar con mucho detalle a los clientes.

Los seguros por “uso” serán más frecuentes en diferentes riesgos, pero no los veo desplazando a los tradicionales con tratos a largo plazo.

Adicionalmente, veo una expectativa de vida al menos cinco años mayor a la de hoy y con relativa mejor calidad, lo que vuelve a tornar clave el aspecto de acumular ahorros durante la etapa activa.