La ciberdelincuencia y los fraudes en el sistema financiero han avanzado en los últimos años y los ciberdelincuentes se nutren, en la actualidad, de herramientas cada vez más avanzadas. Pese a ello, el rol del cliente sigue siendo fundamental y, con tan solo un poco de educación y atención ante estos hechos, son delitos que fácilmente se pueden prevenir.
Una persona recibe un mail de su banco en el que se le solicitan sus credenciales y, con total naturalidad, responde con su número de cédula y la contraseña de su cuenta. Otra persona recibe un mensaje de texto en el que se le comunica que con su tarjeta de débito obtendrá un descuento del 25% cargando nafta en determinada estación de servicio, ingresando en su cuenta bancaria en un link que se le adjuntó en el mismo mensaje. Esas personas, sin saberlo, fueron víctimas de una ciberestafa, en la que delincuentes obtuvieron acceso a su cuenta bancaria y lograron usurparle su dinero, sin grandes dificultades.
Según un informe de Datasec, elaborado en colaboración con Grupo Radar, en 2024 948.850 uruguayos fueron víctimas de intentos de fraude y uno de cada 20 uruguayos perdió dinero debido a este tipo de prácticas.
En la actualidad, las formas de fraude son variadas, pero todas tienen el mismo objetivo: que el cliente transfiera fondos a un tercero tras ser engañado o que brinde, directa o indirectamente, sus claves de acceso a su cuenta. A grandes rasgos, esas son las formas que utilizan los estafadores para apropiarse del dinero de las personas, variando la ingeniería social que utilizan. También hay modalidades de estafa que utilizan páginas falsas, que simulan con inteligencia artificial ser la página oficial de un banco, en el que los clientes ingresan sus credenciales y, de esa forma, al igual que en las otras modalidades, los delincuentes tienen libre acceso a las cuentas.
Las ciberestafas, en la actualidad, son moneda corriente. Eso es algo que pone en vilo a bancos, entidades financieras y a clientes, pues se trata de un fenómeno que avanza de manera vertiginosa y los ciberdelincuentes encuentran maneras cada vez más ingeniosas de engañar a las personas.
Pero que el lector no se alarme. Los bancos, conscientes de este fenómeno y su complejización y el avance que ha tenido el marco regulatorio en Uruguay en los últimos años, están para cuidarlo. Luego de un evento realizado por Banco Itaú en el que se abordó la temática y se brindó un amplio panorama acerca de las ciberestafas, consultado por Empresas & Negocios sobre este fenómeno, el director de Riesgos de Banco Itaú Uruguay, Fernando Barrán, explicó que la entidad destina a la prevención de fraudes y ciberseguridad aproximadamente US$ 5.000.000 por año, a lo que se le agregan los costos indirectos vinculados a la gestión de ese tipo de riesgos y estafas.
“La ciberseguridad representa un componente clave del presupuesto operativo y tiene impacto en sistemas, personal, atención al cliente y medidas correctivas. Cada incidente implica costos directos e indirectos, como la emisión de nuevas tarjetas, bloqueos preventivos, pérdida de ingresos por no uso del producto, y en algunos casos, la devolución de fondos. También afecta la relación con el cliente, que puede optar por otro banco si siente que su dinero no está seguro”, explicó Barrán.
Medidas para combatir delitos digitales
Los especialistas, para referirse a este fenómeno, dicen que lo que era suficiente ayer puede no serlo hoy. Esto, debido al vertiginoso avance que experimenta esta modalidad de delincuencia y de las variadas herramientas de las que se vale. Barrán, al respecto, destacó que han incorporado herramientas biométricas y sistemas basados en IA que validan datos y pueden ser relevantes para prevenir el fraude, sin afectar la experiencia y las necesidades de los clientes.
Estamos reforzando la comunicación a los usuarios del sistema financiero en prevención de fraudes y recientemente lanzamos una campaña de concientización en todos nuestros canales de difusión, además de en medios tradicionales y digitales”, concluyó el entrevistado.
Prevención y atención
Pese al aumento que ha tenido esta modalidad de robos, no es necesario entrar en pánico ni chequear constantemente la cuenta del banco, sospechando que un ciberdelincuente puede infiltrarse en cualquier momento. Estar atento ante posibles engaños es clave a la hora de prevenir ser víctima de un fraude de este estilo. Tener presente que un banco jamás le pedirá a un cliente las credenciales de su cuenta vía mail, mensaje de texto o Whatsapp, chequear el link al que se ingresa en el buscador web y que sea el original de su banco y no clickear en links y promociones dudosas, son elementos fundamentales a la hora de prevenir este tipo de delitos.