Mauricio Pelta: “Somos un banco universal, pero estamos muy enfocados en lo que es retail, banca minorista y pymes”

Mauricio Pelta, vicepresidente & Head of Retail de Scotiabank


Con 30 años en la industria financiera –sumando la etapa en Discount y, posteriormente, la de Scotiabank-, Mauricio Pelta ha recorrido diversas áreas del negocio bancario. Hoy vuelca toda esa experiencia en el objetivo de que Scotia sea el mejor banco retail digital de Uruguay.

Dice que el 2019 fue un año muy bueno y desafiante para la institución, y para este 2020 el foco está puesto en potenciar el desarrollo en retail, banca minorista y pymes.

Durante la charla hizo alusión a la apuesta digital que hace el banco, y también se refirió al impacto que puede tener en el negocio las modificaciones que puedan darse en la Ley de Inclusión Financiera, que aparecen en la ley de urgente consideración, entre otros temas.

Por Jorge Estellano y Oscar Cestau | @OCestau

Mauricio Pelta nació en Montevideo y vivió su niñez en Pocitos Nuevo, en la zona de Benito Blanco y Pereira de la Luz. Allí, dice, pasó los mejores años de su vida. Cuando habla de esa etapa los recuerdos afloran con emoción. “Estábamos en la calle desde la mañana a la noche sin problemas, con amigos del barrio, jugando al fútbol en la vereda, cerca del Club Banco República, al lado de la playa y de mi escuela… Yo fui a escuela y liceo públicos, así que me quedaba todo cerca. Tuve una infancia muy feliz”, rememora.

A los 12 años se mudó para Buceo y ahí se quedó hasta los 18, momento en que se fue a estudiar a Israel. Cuando se casó volvió a Pocitos, y posteriormente se mudó a Punta Gorda, donde reside actualmente.

Tras cursar escuela y liceo se fue a estudiar Administración de Empresas y Economía a la Universidad Hebrea de Jerusalén. A su regreso al país, después de tres años y medio, como aún los Master no existían aquí, ingresó a la Universidad de la República, para cursar la carrera de Contador Público. “La Universidad pública me hizo más fuerte”, dice al pasar.

A los 21 ingresó a Discount Bank, dando comienzo su recorrido por la industria bancaria.

“Mi padre era bancario, y seguramente eso influyó en mí y me direccioné hacia ahí sin estar convencido de que me gustara. Y la verdad es que la carrera me fascinó”, dice sobre sus comienzos.

A Discount Bank entró como junior en Operaciones en el mismo edificio en que hoy tiene su oficina en Scotiabank, frente a Plaza Zabala. Luego pasó por el sector de Análisis de Riesgos, posteriormente al back office de Tesorería, después a Tesorería -llegó a ser Tesorero del banco por muchos años-. Más adelante lo designaron en la dirección comercial del banco, momento en que tuvo bajo su control las áreas de Tesorería, Banca Privada, Corporate y Retail. En 2011 lo nombraron subgerente general, y un año después pasó a ocupar la Gerencia General hasta el 2015, cuando el banco fue adquirido por Scotiabank.

Precisamente, en su carácter de gerente general, participó de las operaciones de venta del banco de origen israelí a Scotiabank, proceso al que define como “súper dinámico, desafiante y formador”, y brinda algunos detalles. “Cuando me nombraron gerente general del Discount mi mandato era crecer, crecer y crecer. Y a los dos años de hacerlo, me dijeron: ‘Mauricio, ahora tenés que vender’. Te diría que los dos años más interesantes de todos fueron los de la venta del banco, donde crecí profesionalmente y como persona, donde aprendimos -junto con mi gran equipo- a manejar un banco en venta. Todo el equipo se juntó y fortaleció, y el banco creció en colocaciones y depósitos, lo que lo hizo mucho más atractivo para la compra por parte de Scotiabank”, reflexionó.

Destaca que desde el primer momento en que la noticia de la venta del banco se filtró, fue transparente con la prensa. “Reconocí que estábamos viendo opciones. Tuve promotores y detractores de esa decisión, pero un banco que cotiza en bolsa en otro país había hecho el anuncio y yo no podía no ser cristalino”.

¿Cuál fue el recorrido dentro de Scotiabank hasta hoy?

Empecé en el 2015, y en los primeros tres meses hice las veces de un gerente de transición entre el negocio Discount y el de Scotia. Después pasé a ser el tesorero, posición en la que estuve por dos años rearmando el equipo, la estrategia de negocios, desafiando los modelos que teníamos. A partir del 2018, cuando se fue el anterior gerente general y Horacio Correge quedó en ese lugar, se abrió internacionalmente esta posición de vicepresidente de Retail. Competí y obtuve el cargo, en el que ya llevo dos años.

¿Cómo definiría la cultura de Scotiabank?

Scotia es un banco que pone a los clientes como centro de todas sus acciones, que tiene una vocación muy fuerte por dar un muy buen servicio, y en ese sentido, cada día tratamos de mejorar lo que hacemos. Todo el personal, desde el gerente general hacia abajo, está abocado a mejorar la experiencia de los clientes y la calidad de servicio del Scotia.

Nuestro objetivo principal es ser el mejor banco retail digital de Uruguay; estamos haciendo todo para atender a nuestros clientes de la mejor forma ya sea en las sucursales, o por medios digitales, 24 x 7, que se puedan autogestionar por el móvil, el iPad, la computadora, porque eso es lo que nos demandan. Hoy los clientes nos dicen ‘cuanto menos pueda ir al banco, mejor’, y nosotros queremos estar a la vanguardia en eso y ayudarlos a que realicen todas sus operaciones de manera digital.

Hace unos meses lanzamos la nueva APP, Scotia Móvil, actualizada, ya con diseños globales de Scotia. El look and feel es el de Scotiabank a nivel global: entrás a la aplicación del banco en cualquiera de los países en los que estamos y si abrís la app, todo es muy parecido; simplemente las funcionalidades varían según la región. Por ese camino estamos.

En el actual contexto, y teniendo en cuenta lo que se viene, ¿cuál es la estrategia del banco para el 2020?

Seguir creciendo. El 2019 fue muy bueno. Fue un año muy desafiante, con nubarrones en la economía -que todavía siguen y ponen algún signo de interrogación-, pero nos fue muy bien en nuestro negocio foco. Somos un banco universal, pero estamos muy enfocados en lo que es retail, banca minorista y pymes. En los productos de banca minorista estamos liderando el crecimiento en hipotecarios y en préstamos automotores.

Además, hemos mejorado nuestra propuesta de valor en tarjetas de crédito. Hasta hace un tiempo nuestras tarjetas de crédito eran interesantes, pero no llegaban a tener una propuesta de valor potente como nosotros pretendíamos en su momento. Hoy tenemos una propuesta mejorada, con presencia de Scotia por donde se camine, y los clientes lo reconocen y valoran.

Por el lado de los depósitos, si bien en la plaza no están creciendo, o lo están haciendo en forma muy lenta, también vamos a poner mucho foco en ese sentido.

Este año también vamos a seguir poniéndole foco a todo el negocio de pymes. Hemos trabajado en una estrategia muy importante de segmentación, para atender mejor a nuestros clientes, y este año seguiremos profundizándola.

¿Cuáles son las líneas más activas hoy en el negocio del banco?

Retail y pymes. El de pymes es un negocio muy relevante dentro del negocio del banco. Casi el 30% de nuestra cartera de préstamos es pymes, y dentro de pymes, el 50% es agro y el resto comercial. Nuestra presencia en el Interior, la vocación de servicio y conocimiento de todo el Uruguay nos da el apalancamiento y la experiencia para seguir siendo fuertes en este negocio, acompañando a los clientes en todos los momentos. Somos conscientes de que en los ciclos de la economía hay subas y bajas, y que cuando la economía no está bien algunos actores pueden retirarse del mercado. Nosotros, por el contrario, queremos estar siempre al lado de nuestros clientes, apoyándolos y asesorándolos en cada una de las etapas.

El nuevo gobierno anunció la posibilidad de flexibilizar regulaciones para atraer a empresarios del exterior, sobre todo apuntando a fondos argentinos. Más allá de que el negocio del banco está enfocado en residentes, ¿han notado un movimiento más intenso de capitales de la vecina orilla hacia Uruguay?

Hemos tenido consultas. Obviamente, en Punta del Este, que es un punto de encuentro natural de argentinos; pero también en zonas de frontera, como Colonia, Paysandú, Salto… Nuestro foco está en atender a los clientes uruguayos, así que en ese sentido no hemos tenido cambios en nuestra estructura de depósitos.

 A fines de enero, un informe del sector bancario de la consultora Deloitte, en base a información publicada por el Banco Central del Uruguay (BCU) señaló que los bancos privados cerraron 2019 con “cifras alentadoras”. Allí se indicó que hubo “un importante incremento del volumen de negocios, buena liquidez, morosidad controlada, crecimiento de patrimonio, y como consecuencia, fortalecimiento de su solvencia y un importante crecimiento real de sus ganancias”.

En otro capítulo, el análisis de Deloitte muestra que el patrimonio de la totalidad de bancos privados creció 6.8% en términos reales respecto al inicio del ejercicio. En 2018 el crecimiento había sido del 8.8%. Se añade que las utilidades netas después de impuestos de los bancos privados se situaron en el equivalente a US$ 340 millones, frente al equivalente a US$ 268 millones del ejercicio anterior. Esto representa un crecimiento real del 34.4% respecto al 2018.

Nos decía que el 2019 fue un buen año para el banco, pero lo fue para la industria en general, según el análisis que hizo Deloitte sobre los nueve bancos privados que hay en el país. ¿Cómo le fue a Scotiabank en el balance? ¿Dónde obtuvo los mejores resultados?

En general como banco nos fue muy bien el año pasado. Desde el punto de vista del negocio que yo lidero, retail y pymes, como decía antes, el balance es muy bueno. Y cuando hago referencia a retail y pymes no me refiero solamente a préstamos, sino que hago alusión a la atención global a un cliente, que va desde soluciones a sus necesidades de fondeo, de cash management, de la cuenta del día a día, y de financiamiento, hasta de sus herramientas digitales. Hemos lanzando productos novedosos, los cuales han sido muy bien recibidos por nuestros clientes.

El informe hace alusión también a una desaceleración del incremento de la morosidad. ¿Genera esto alguna expectativa respecto al crecimiento de la actividad de otorgamiento de créditos?

Definitivamente hemos visto una baja en la mora, o una morosidad estable, donde podemos observar variaciones dependiendo del segmento o del producto que analicemos. Nosotros, como banco, tenemos una concepción del riesgo muy fuerte y somos muy conscientes de cuándo prestamos, a quién y cómo lo hacemos. Tratamos de buscar la mejor solución para cada cliente; no es que tenemos un producto único y a todos los clientes le ofrecemos lo mismo, porque cada cliente puede tener necesidades diferentes en función de sus ingresos, egresos, y necesidades de inversión. Por ejemplo, algunos precisan más tiempo de gracia y otros menos, y nos adaptamos a las necesidades de los mismos. Conocemos a nuestros clientes, hacemos un análisis de riesgo exhaustivo de cada uno -acá haciendo referencia más a pymes que de retail, donde el análisis creditico y de riesgos, es más automatizados que para las empresas-.

Sí somos conscientes de que el PBI no está creciendo como esperábamos… A principios del año pasado todos creíamos que se incrementaría entre 1.5% y 2%, y vamos a estar cerrando en una cifra muy marginal. Eso puede incidir en los balances de las empresas y nosotros tenemos que estar alertas para poder asistirlas, asesorarlas y buscar la mejor solución para cada una de ellas.

¿Esa solidez del sistema es uno de los activos que hoy tiene el país frente a posibles shocks externos negativos?

Después de la crisis de 2002 el sistema quedó muy bien posicionado. El regulador es muy bueno, no tiene nada que envidiarles a los mejores del mundo, con gente muy capacitada y que entiende del negocio. Obviamente, siempre existe intercambio con el regulador, donde desde nuestro lado, ofrecemos nuestras opiniones cuando se trata de nuevas regulaciones, normativas sobre encajes, etc. Existe un ida y vuelta muy bueno y productivo.

Los bancos están muy sólidos, con niveles de capitalización muy fuertes, con una liquidez enorme -ya sea en encajes, en portafolios de inversión o en depósitos a la vista-, y la economía no tiene la capacidad de absorber todos los préstamos que podríamos dar de acuerdo con los depósitos que tenemos las entidades bancarias. El sistema está fuerte y va a seguir estándolo.

Ahora, esa gran liquidez afecta la rentabilidad…

Sí, y en un contexto de tasas bajas es aún más complicado.

¿Cómo le está yendo a Scotiabank en esta batalla que hay entre los bancos en el negocio de tarjetas de crédito?

Nos está yendo muy bien. Quizás empezamos un poco más tarde que el resto de los bancos en el tema de promociones y descuentos, pero hoy estamos con propuestas muy fuertes y eso lo ves en Montevideo, Punta del Este y en el Interior, donde tenemos una presencia muy importante. Además de emitir Visa y Mastercard, somos emisores exclusivos en Uruguay de American Express, entonces este año pudimos llevar a cabo muchas campañas de Amex exclusivas para nuestros clientes. Hicimos el Uruguay Open, que lo “sponsoreó” Scotia conjuntamente con Amex. Lanzamos “los jueves de Amex”, donde el primer jueves de cada mes tenés promociones con 30% de descuento en diversos rubros -puede ser zapaterías, casas de deportes, joyerías, tiendas de electrodomésticos, etc- y nos diferencia de lo que está haciendo el resto del mercado. Impulsamos lo que se llama shop small, donde cerramos una calle por uno o dos días, tenemos presencia del banco, actividades para chicos y grandes y además todos los comercios tienen descuentos súper atractivos con Amex; lo hicimos en Colonia y también en la calle Arocena, justo el fin de semana del Uruguay Open, y fue espectacular. En síntesis, estamos muy bien, con una propuesta de valor muy interesante, y ellos se está viendo en la demanda y venta de tarjetas nuevas y por sobre todo en el consumo de nuestros clientes.

La forma que tienen los bancos de crecer en Uruguay, que tiene un mercado limitado, es a través de adquisiciones. ¿Están atentos a lo que pasa en la plaza y, llegado el momento, poder absorber alguna institución bancaria que esté a la venta?

El banco, en su división de banca internacional, tiene la vocación de crecer; nosotros también la tenemos. Y hay dos formas de hacerlo: orgánicamente o vía adquisiciones. Hoy no hay ninguna opción que estemos mirando, pero es algo a lo que el grupo siempre está atento. En este momento en el Uruguay estamos muy enfocados en crecer orgánicamente.


“Estamos terminando de digerir el borrador y considerando si hay mejoras para proponer”

El 1° de marzo una nueva administración tomará la conducción del gobierno. ¿Qué impacto puede tener esto en el negocio bancario? Sobre todo, teniendo en cuenta algunos cambios en la Ley de Inclusión Financiera que aparecen en la ley de urgente consideración.

Hay un borrador de ley de urgente consideración que todavía lo estamos analizando. Son 400 artículos, donde hay muchos que están dirigidos al tema de inclusión financiera y a la banca en general. Lo estamos mirando no solamente nosotros en la interna, sino con los colegas en el marco de la  asociación de bancos. Estamos terminando de digerir el borrador y considerando si hay mejoras para proponer.

¿Están manejando la posibilidad de hacerle planteos sobre el tema al nuevo gobierno?

Sí. Se está planteando acá un cambio de paradigma de lo que fueron los últimos años con la inclusión financiera obligatoria, donde los bancos, en aquel momento, también tuvimos comentarios, con algunos reparos. El gran desafío era cómo rentabilizar esos clientes que llegaban y tenían todos los servicios exonerados o gratis; y aprendimos mucho de eso. Vamos a ver qué pasa ahora, si sale el borrador tal cual está, quitando la obligatoriedad o habrá cambios.

De todos modos, creo, quizás más por intuición que por otra cosa, que una persona que se acostumbró a cobrar mediante una institución financiera, o una tarjeta prepaga, difícilmente vuelva atrás. Una persona que comenzó a pagar sus cuentas de manera digital, no volverá atrás. La inclusión financiera formalizó a mucha gente, entonces no creo que haya incentivos para retroceder.


“Nos desafían para llegar a otro nivel”

Entre los jugadores del sistema financiero el discurso cambió. Los ejecutivos bancarios ya no mencionan a las fintech -empresas tecnológicas de servicios financieros- como “rivales”, sino que ahora hablan de que estas pueden ser un buen complemento para el negocio. ¿Cuándo se dio ese cambio y se empezó a vislumbrar una complementariedad?

El cambio se dio cuando ambas partes nos dimos cuenta de que no teníamos que competir sino trabajar juntos y tener una estrategia ganadora de los dos lados. Personalmente, hoy a las fintech no las veo como un adversario ni una competencia. Nosotros trabajamos con varias empresas tecnológicas que se dedican a dar servicios financieros y estamos muy contentos porque la sinergia es muy buena y tienen una forma de trabajar súper ágil, con entregas en tiempo y forma. A la banca tradicional los disruptores de la fintech nos desafían para llegar a otro nivel.

¿Ahí está el principal aprendizaje que los bancos han sacado de las fintech?

Definitivamente. Tiempos, innovación, hacernos pensar un poco más afuera de la caja, metodologías ágiles… No es que lanzás una aplicación y estás tres años para cambiarla porque no tuviste tiempo para mejorarla. Lanzamos un producto, escuchamos a los clientes y colaboradores del banco y a las dos semanas nos juntamos para evaluar lo que está bien o mal, relanzamos, vamos probando y mejorando constantemente.


Señas de identidad

Mauricio Pelta tiene 49 años, está casado y tiene dos hijas: Micaela de 12, y Agustina de 9.

Fuera de la actividad laboral, el ejecutivo tiene varias actividades o hobbies de los que disfruta. Viajar es uno de ellos. “Me encanta viajar en familia. El año pasado estuvimos tres semanas en Israel… Tratamos de hacer una vez por año un viaje largo, y después están las vacaciones en Uruguay”, cuenta en la charla.

El deporte ocupa otro lugar importante en su vida, aunque su intensidad ha disminuido en los últimos tiempos. “Yo era muy deportista, y digo era porque ahora hago menos. Cuando chico jugaba bastante al fútbol, al básquetbol y hacía natación -incluso estuve en la Selección Nacional de Natación-, pero hace unos años, por un tema en la espalda tuve que dejar. Ahora hago spinning, funcional, y todos los días camino entre 10 y 12 kilómetros. A las 6 de la mañana estoy en la rambla en verano, y en invierno a las 6:30 en el club”.

¿A qué imagen de su infancia le sacaría una foto y la colgaría en su casa?

En la plaza, jugando al fútbol con los amigos del barrio.

¿Mate, té o café?

Siempre fui del té, pero hace cuatro años, por insistencia de mi esposa, empecé con el mate y ahora me encanta. Hasta tengo uno en mi oficina, y cuando tengo un tiempito libre me lo preparo. No puedo decir que sea matero, porque arranqué a los 40 y pico, pero lo disfruto mucho.

¿Una comida?

Me gustan mucho los pescados y las pastas, pero si tengo que elegir, opto por el risotto funghi que hace mi señora; no lo cambio por nada.

¿Una bebida?

Agua con gas y limón.

¿Usa Twitter, Facebook, Instagram o alguna otra red social?

Sí, soy de usarlas. En todas soy más observador que participante. Mi primera fuente de información por las mañanas es Twitter, después leo los diarios. Instagram no uso mucho, no tengo aún el hábito.

¿Hincha de…?

De Peñarol, a muerte.

¿Un jugador de Peñarol?

Fernando Morena. Fui al estadio el día que le hizo los siete goles a Huracán Buceo. Estaba en la Amsterdam, con mi padre.

¿Lectura, TV o cine?

Era muy lector, pero ahora con el tema de Netflix y el iPad, es más complicado. Me estoy obligando a leer un libro cada tres meses y lo estoy logrando, pero me cuesta.

¿Tiene alguna frase de cabecera?

Sí, tengo dos. Una es que “no fracasás hasta que dejás de intentarlo”. La tengo impresa en mi escritorio y de vez en cuando la miro. La otra es “no te olvides de tus objetivos de largo plazo durante tus problemas de corto plazo”. A veces te quedás enganchado con los problemas pequeños o momentáneos, pero estos no te deberían quitar el foco de cuál es tu objetivo principal y para cuyo logro no tenés que desviarte de la estrategia definida.

¿Quién le dejó mayores enseñanzas a lo largo de su vida?

Ahí siempre voy a la familia. Mi abuela vino de Europa; yo era muy amigo de ella, y me dejó un montón de enseñanzas. Después, mi padre, que por suerte vive. En cuanto a la ética y a la honestidad, mi modelo y espejo es mi padre. Lo que te inculcan en la familia, es el camino para el resto de tu vida.

¿Un lugar de Uruguay?

Me encanta Punta del Este, pero también me gusta Montevideo en enero, cuando no hay nadie. Ahora estoy viajando mucho al Interior, y ahí estoy descubriendo lugares increíbles. Y en el mundo tengo mis dos lugares: Nueva York y Tel Aviv.

¿Qué características lo definen?

Soy abierto. Siempre que alguien me busca, me encuentra, en el buen sentido. Si alguien quiere un consejo, una recomendación, una charla, cualquier funcionario sabe que cuenta conmigo. Me llama o me manda un mail, y si no es ese día es al otro que nos vemos.

También soy directo, no ando con vueltas, si tengo que decirte algo, lo hago.

Soy muy curioso, pregunto y desafío mucho… estoy constantemente tratando de aprender y buscando la forma de mejorar en general.