Pablo Moya: “Uruguay está muy caro en términos relativos y tiene un problema de competitividad muy fuerte”

Pablo Moya, socio de Oikos – Consultora Económico Financiera


Para Pablo Moya el cambio fundamental para lograr un crecimiento sostenido en nuestro país como el de hace varios años, requiere de un cambio radical en la formación de quienes serán los pilares de la economía: los trabajadores de las áreas técnicas.

Si bien la economía uruguaya creció un 1.6% durante el año 2018, acumulando su decimosexto año de crecimiento consecutivo, desde el punto de vista técnico el país se encuentra en recesión al acumular dos trimestres consecutivos de caída de la actividad. Todo esto sin perder en cuenta el contexto regional y que el país afronta un año electoral. ¿Cuáles son los desafíos en materia económica que tiene el Uruguay en ese escenario?

La economía está estancada. Las cifras de los últimos trimestres han sido de caída, pero más allá de tecnicismos, el nivel de crecimiento ha sido muy bajo. Creo que uno de los desafíos es ver cómo retoma vigor el nivel de actividad, para, en consecuencia, que eso genere más puestos de trabajo. Me parece que es uno de los factores más dinamizadores de la economía el nivel del gasto de las familias, el consumo privado. Creo que ese es el principal desafío de corto plazo que tiene el próximo gobierno.

Aún queda un año para el cambio de gobierno. ¿Qué puede hacer la actual administración para dejar el país en las mejores condiciones posible? ¿O hay que esperar al 2020 para ver, por ejemplo, una reforma del BPS, o cambios en la educación, las empresas públicas, una adecuación de la normativa laboral a los nuevos tiempos, o una regla fiscal, entre otros temas que son vitales para el país?

Que se generen condiciones estables de largo plazo, con estructuras sólidas, es lo que permite que en momentos de shocks negativos a nivel internacional afecte en menor medida. En el caso de Uruguay, tiene algunos pilares sólidos, como la fortaleza del sistema financiero, la reputación, el tener niveles de estructura de deuda bien calificados. Pero no ha realizado las reformas estructurales para poder incrementar, por ejemplo, la productividad del sector público y privado, que permitan que estos shocks negativos sean llevados de la mejor manera.

Todo eso requiere procesos muy largos. El primero es el proceso educativo. Recién ahora empezaron a haber egresados de tecnicaturas específicas, pero Uruguay tienen una producción muy baja de profesionales en áreas técnicas; sigue produciendo economistas, abogados, médicos.

¿Cuáles son las fortalezas que tiene el país para transitar este período?

El motor de crecimiento de Uruguay han sido las telecomunicaciones, y de ese sector es que están saliendo muchos técnicos. Pero esto igual requerirá un proceso largo de reformas estructurales que se van a materializar en el mediano y largo plazo.

¿Cuáles son las principales amenazas y de dónde provienen?

El contexto regional negativo ha impactado en algunos sectores importantes para el Uruguay, por ejemplo, el turístico. Pero también en la competencia que recibe desde los vecinos. Cuando nosotros nos ponemos caros, vemos que el sector de mercado de alimentos se satura de productos regionales e internacionales al mismo precio que los locales y con una calidad más baja.

Creo que el contexto regional -el estancamiento de Argentina y el muy bajo crecimiento de Brasil- está generando un problema al sector exportador y, sobre todo, al sector industrial. Más allá de que el resto del mundo no esté en problemas, Uruguay está muy caro en términos relativos y tiene un problema de competitividad muy fuerte.

¿Qué aspectos hay que corregir para volver a la senda de un crecimiento sólido?

Hay que hacer cambios estructurales. El primer cambio viene por el lado de los procesos educativos y de la gestión del Estado. No nos van a aislar del problema, pero sí mitigarán los efectos nocivos.

Ha habido un cambio muy fuerte a raíz de la crisis económico-financiera del 1999-2002. Si uno lo mira en retrospectiva, en realidad el desencadenante de la crisis de esa época empezó en el 99, y a raíz de eso hubo un cambio estructural muy fuerte en el sistema financiero. Para poder tener pilares fuertes en otros aspectos, creo que el educativo -sobre todo por la mejora en la productividad-, es de los más importantes. También la gestión de los recursos, de empresas públicas, pero esto ya requiere de una discusión más profunda. Las empresas públicas, como tales, deben tener un manejo eficiente de sus recursos generando resultados.