Castillo: “La oposición promete todo lo que no pudo hacer cuando fue gobierno”

Juan Castillo, senador del PCU – Frente Amplio


A diferencia de algunos sectores del Frente Amplio (FA), como es el caso del Partido Comunista (PCU), gran parte de la oposición pretendía que hubiera incremento cero en la Rendición de Cuentas para cuidar el resultado fiscal, según dijeron algunos dirigentes a CRÓNICAS la semana pasada. Sin embargo, para el senador Juan Castillo, los partidos opositores “arengan sobre la importancia de que el gobierno atienda las necesidades” sociales, pero al mismo tiempo “pretenden negar los recursos” para eso.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿El gobierno debió aumentar aún más el gasto en la Rendición de Cuentas?

-Sí. Cuando el Poder Ejecutivo nos trasladó un avance del proyecto de ley, los comunistas advertimos que algunos de los recursos parecían escasos, particularmente, en materia de salud y educación. Ahí nos pusimos a trabajar en el PCU para buscar la posibilidad de generar ingresos para las arcas del Estado, para lo cual marcamos dos vías.

Una de ellas implicaba ajustar algunos impuestos ya existentes como el del Patrimonio y el IRAE (Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas), para que los sectores de la economía que estuvieran generando buenos ingresos, aportaran algunas décimas más.

La segunda opción era, incluso compartiendo la necesidad de reducir el déficit fiscal, disminuirlo un poco menos de lo que había propuesto el gobierno, que era un 0,8% aproximadamente. Como cada décima del PIB equivale a unos 55 millones de dólares, tal vez reduciéndolo a 0,6% en vez de a 0,8%, esas dos décimas nos hubieran generado recursos para contemplar las necesidades que tenemos para la educación y la salud.

-Estas iniciativas se las presentaron personalmente al presidente Tabaré Vázquez, pero las descartó. ¿Cuál fue la explicación?

-Vázquez valoró como muy leal la propuesta de los comunistas, le pareció muy seria, pero en el mismo momento nos dijo que eso no estaba en la perspectiva del gobierno, entre otras cosas, por su compromiso electoral con la población de que no iba a aumentar los impuestos.

-¿Qué sensación le dejó la reunión con el mandatario?

-Una sensación de contradicción, porque fue una buena reunión, fraterna, hablando de igual a igual con el presidente de la República, pero desde el punto de vista de los contenidos, no logramos el objetivo.

-¿Cuidar el déficit fiscal no es importante para el PCU?

-La diferencia que tenemos con el gobierno es que para nosotros la prioridad es contemplar las demandas sociales de nuestra población, y no tanto reducir el déficit fiscal. Nosotros hubiésemos apostado a obtener los recursos necesarios para continuar avanzando en las transformaciones en la educación y en la salud. Es decir, hubiéramos puesto el énfasis en hacer una Rendición de Cuentas con claros objetivos políticos y no en la preocupación por los resultados técnicos.

-Eso quizás chocaría con la promesa del FA de llevar el déficit al 2,5%.

-Sí, pero es posible que no se cumpla con esa meta del 2,5% y se termine en 2,8% o en el 3%.

-O sea, no creerían negativo que eso pasara.

-No, porque si no lo pudiste cumplir en 2019 o 2020 y lo cumplís en 2021 o 2022, eso no te mueve la aguja. Sin embargo, sí podés generarles problemas a los sectores que tenían expectativas de mejorar sus condiciones de vida o su salario.

-En la otra vereda, gran parte de la oposición pretendía que hubiera incremento cero en la Rendición, por la necesidad de cuidar las cuentas públicas.

-La oposición hace su trabajo. Por un lado, arenga en sus salidas diarias al Interior del país o en las declaraciones de prensa sobre la importancia de que el gobierno dé respuestas y que atienda la necesidad de mejorar los salarios, de generar puestos de trabajo y oportunidades para la vivienda digna. Por otro lado, pretende negar los recursos que pueden hacer posible todo eso.

La oposición se opone a todo lo que dice el gobierno, y al mismo tiempo se sube al carro de todas las demandas sociales. En realidad, ahora promete públicamente todo lo que no pudo ni supo hacer cuando fue gobierno, pese a que tuvo una cantidad de décadas para hacerlo.

-Algunos sectores del FA buscan negociar con la oposición, justamente, para que no se oponga a todo. ¿Lo cree posible?

-Sí. Yo comparto esa postura porque es una concepción que tenemos muchos frenteamplistas, es decir, la necesidad de que el Parlamento sea un ámbito donde efectivamente nosotros podamos construir los consensos necesarios. Para eso, no hay otra forma que respetar a la oposición. Nosotros ahora que somos mayoría tenemos que tener por las minorías el mismo respeto que les demandábamos cuando la situación era la opuesta.

No es que todo lo que proponen los sectores minoritarios sea desechable, siempre hay que tener mucho respeto porque en algunas de esas propuestas tal vez podamos acordar y, aunque sea transitoria y estratégicamente, buscar una coincidencia que nos permita el mejor beneficio para nuestro pueblo.

-Este consenso del que habla se dio el martes pasado en la votación sobre el TLC con Chile, donde usted votó a favor, aunque estaba en contra. ¿Por qué?

-Los comunistas mantenemos coherencia y somos respetuosos de las mayorías siempre. Nuestra prioridad era que la discusión sobre un tema tan importante para la suerte de Uruguay se diera en los organismos del FA, para luego mantener una postura orgánica en correspondencia con las distintas representatividades de la fuerza política.

“Los frenteamplistas deberíamos entender que es más importante el objetivo de conquistar el gobierno, que el sector al que pertenezca el candidato”.

Tenemos una opinión contraria porque no creemos que tenga tantos efectos positivos firmar un TLC con Chile, ya que los contenidos de algunos artículos no han sido beneficiosos para los países de economía más chica. De todas formas, nosotros perdimos en la interna del FA, y una vez que se tomó la decisión en un Plenario Nacional, sentimos que debíamos mantener la lealtad, y por eso levantamos nuestra mano a favor y fundamentamos el voto con un discurso en contra.

-¿No era una opción, como hizo la senadora Constanza Moreira, no estar presente en el momento de la votación?

-No, no lo valoramos. Ella nos dijo el día anterior que iba a hacer eso y tiene el derecho a tomar esa decisión, pero a nosotros no nos pareció lo mejor, por coherencia y por lealtad con lo que habíamos dicho antes de que el Plenario del FA se expidiera.


“Si no lográramos el cuarto gobierno, todas las mejoras penderían de un hilo”

-¿El FA debe presentar un candidato de renovación?

-Sería bueno. ¿Vamos a mantener siempre los mismos candidatos hasta el último de sus días, o vamos a considerar que hay otros compañeros que reúnen las condiciones para liderar procesos políticos, de acuerdo con las necesidades que se marquen dentro del FA y con las características que tenga nuestro programa para llevar adelante?

-¿Usted qué piensa?

-Nosotros creemos que sí, por eso los distintos sectores del FA tenemos la responsabilidad de colocar nombres de compañeros que se ajusten a esa realidad y tener la amplitud necesaria a los efectos de no pensar que el único candidato puede ser alguien que integre mis filas.

El FA puede discutir alternativas, de hecho, hay más de media docena de nombres que se manejan como posibles candidatos. Al mismo tiempo que se habla de la posibilidad de que Danilo Astori o “Pepe” Mujica se postulen, también se está mencionando a Daniel Martínez, Carolina Cosse, Yamandú Orsi, Mario Bergara, Óscar Andrade.

Tenemos que tener garantizada la concepción unitaria del FA de que es más importante el objetivo de conquistar el gobierno y tener un programa que avance y que profundice los cambios, que el sector al que pertenezca la persona que pueda llevarlo adelante.

-¿Se refiere a que hay frenteamplistas que deberían entender eso?

-Sí, los frenteamplistas deberíamos entender eso. Hoy tenemos un enorme desafío en el cual no tenemos derecho a equivocarnos, que es generar todas las condiciones para un cuarto gobierno del FA. Estoy convencido de que si no lo lográramos, todas las conquistas y las mejoras en la distribución de la riqueza, en la política de derechos para los trabajadores y para nuestro pueblo, penderían de un hilo.

La derecha se ha encargado de decir que si es gobierno va a desmontar de a una todas esas legislaciones, desde la negociación colectiva para los trabajadores, hasta algunas políticas de derechos de igualdad de género y de igualdad de oportunidades que hemos construido.

-Habló de la posibilidad de que Mujica y Astori se presenten en las internas, repitiendo el escenario de 10 años atrás. ¿Qué piensa al respecto?

-Para mí es el escenario menos deseado, pero yo sería incapaz de decir que no es posible, o sea, cuando uno se larga al debate de encontrar una fórmula que lidere este proceso y que nos lleve a ganar, no hay que desechar a nadie. Esa opción, en principio, no es la que estoy pensando, pero si la mayoría de los frenteamplistas estima que esa es la fórmula del triunfo, no vamos a tener ninguna duda en salir a hacer campaña por los compañeros.

-¿Se animaría a arriesgar una fórmula?

-No, porque si los comunistas hiciéramos una propuesta de fórmula y la declaráramos públicamente, la condenaríamos al fracaso; de inmediato tratarían de enterrar esos nombres.