Julio César Lestido: “Si somos los malos, que no nos pidan trabajo”

Julio César Lestido, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios


El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) aseguró que existe una estigmatización hacia los empleadores y pidió respeto para los empresarios que, reafirmó, son igual de trabajadores que los demás. Asimismo se refirió al impacto de la recesión argentina en Uruguay y confirmó que los coletazos ya se sienten en las empresas. “En este contexto no se pueden dar las mismas condiciones que antes en materia salarial y no es un capricho”, sostuvo en la puerta de una nueva negociación por Consejos de Salarios.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-Más allá de la diversidad que presenta cada sector, ¿Cómo analiza el desarrollo de los Consejos de Salarios?

-Recién estamos comenzando las negociaciones, algunos pueden estar un poco más avanzados pero todavía es algo prematuro sacar conclusiones. Recién están en las primeras presentaciones de propuestas de ambas partes. Yo lo que quiero ser es prudente. Llamar a todos a la prudencia, porque las condiciones no son las mismas que en el pasado, y el futuro que tenemos a corto plazo no está dando una luz verde sino amarilla a roja. Pido prudencia para que todos puedan sentarse a dialogar. Acá la cuerda no se puede tirar más porque se rompe. Yo soy de la teoría de que para que le vaya bien a los trabajadores le tiene que ir bien a la empresa, eso está claro, no le puede ir bien a una parte y a la otra no, tienen que estar bien los dos.

No es la misma situación que en las últimas negociaciones, por lo que es prudente que todos seamos conscientes de la realidad que nos toca vivir. Si no vemos eso evidentemente las negociaciones van a ser difíciles. 

– En relación a esta realidad que no es igual a la de antes, usted alertó por retracción en las ventas y cierre de empresas, también la baja del empleo es un claro indicador de que las cosas no están tan bien para el sector privado. ¿Qué es lo que más le preocupa en este momento?

-Una de las cosas que más preocupa al empresario uruguayo es la posibilidad de mantener la empresa, hoy está siendo difícil. Tenemos un costo del Estado alto y eso repercute.

La semana pasada recorrí Artigas, Rivera y Tacuarembó. Está siendo muy difícil para los comerciantes de estos departamentos, sobre todo para Artigas y Rivera, que son más fronterizos. Siempre fue difícil pero ahora el desbalance es tan grande que uno se pregunta cómo hacen para estar. Nos volvimos con una preocupación enorme.

A pesar de esto el comerciante pide soluciones y trata de buscarlas pero se hace muy difícil. Los comerciantes comentaban que un producto uruguayo del lado brasilero sale cuatro veces más barato, ¿qué les puedo decir ante esto?

-¿Hay negociaciones con el gobierno para atacar este problema en las fronteras?

-Los comerciantes de la frontera han venido reclamando una política de frontera. Sé que no es fácil pero hay que buscar una solución.

Evidentemente se les hace insostenible; sé que se ha hablado, ellos están trabajando con los gobernantes, los comerciantes, que no hay que olvidar que son trabajadores; tendremos trabajos diferentes pero trabajar, trabajamos todos.  

-En el marco del último almuerzo de trabajo de ADM, usted resaltó justamente el rol del empresario como trabajador y dijo: “Nos quieren poner en la vereda de enfrente y somos tan uruguayos y tan trabajadores como todos los demás”. ¿Percibe una persecución  o una estigmatización hacia el empresario?

-No diría que una persecución pero sí hay una estigmatización hacia el empleador. Hay una imagen de que nosotros somos lo peor de la sociedad y es al revés. Mientras se nos vea como el enemigo que hay que atacar o la vaca que hay que ordeñar, y no se nos mire como el caballo que tira del carro, es muy difícil poder crear cosas.

Si sos mi enemigo es problemático que pueda pensar en que seas mi socio para crear cosas.

Tienen una imagen que no es así, como yo dije en ADM nosotros damos oportunidades, generamos trabajo, proponemos soluciones, somos solidarios, colaboramos y estamos permanentemente comprometidos con la sociedad; así es el empresariado uruguayo.

Yo hablo desde donde estoy parado, estoy representando a más de 15.000 empresas que emplean a más de un millón de personas. La micro y pequeña empresa genera empleo y son las que forman el núcleo de la Cámara. Si somos los malos que no nos pidan trabajo.

Cada uno puede defender sus derechos, yo lo respeto, solo pido que el mismo respeto sea hacia nosotros.

-¿Hoy no está ese respeto?

-Lamentablemente creo que no.

-Usted decía que no se puede tirar más de la cuerda porque se rompe, ¿cree que el gobierno es consciente de esta situación límite?

 -Yo creo que el gobierno es consciente, pero ha asumido compromisos y me da la sensación de que está atrapado. No tengo dudas de que hay gente que es muy capaz y bien intencionada pero están atrapados en un sistema que los tiene encorsetados. El gobierno ha generado un nivel de gasto que hoy no camina.

-En 2017 una moneda local apreciada, el aumento del poder adquisitivo y un escenario regional favorable hicieron que el crecimiento fuera bueno para el comercio y los sectores vinculados al turismo, ¿qué se espera para el cierre de este año?

-Ya estamos viendo lo que pasa en Argentina que sin dudas repercute acá. Los especialistas han anunciado innumerables veces que los negocios empiezan a frenarse, las ventas empiezan a caer, la actividad se está desacelerando; nosotros lo vivimos en nuestras empresas.

Acabo de escuchar una propuesta del sector hotelero de Maldonado que buscan alternativas para prepararse para una situación que ven complicada. Tratan de adaptarse a una situación que va a tocar vivir y que no va a ser buena.

Ojalá vinieran todos y los hoteles del Este estuvieran todos colmados porque así se genera trabajo, y eso después se desparrama en la sociedad, hay consumo. Nadie puede pensar que nosotros queremos que les vaya mal pero la situación es así, y punto. En este contexto no se pueden dar las mismas condiciones que antes en materia salarial y no es un capricho, no se puede.

Hasta el 2014 crecieron el salario y la economía, después el salario siguió creciendo y hoy no da. Estamos viendo señales que se dan en el mercado por situaciones complejas que las empresas están viviendo.

Tenemos que dejar de pensar que son caprichos. La famosa lucha entre unos y otros se debería acabar, esa retórica es vieja.

-¿Cómo influye la situación argentina en las expectativas comerciales de Uruguay?

 -Las expectativas no son buenas. La Unión de Exportadores ya tuvo algunas paradas de pedidos de órdenes que iban hacia Argentina. Eso afecta al exportador que tenía una expectativa de ventas, eso que queda tampoco lo consume el mercado interno; ya está empezando a sentirse la repercusión de Argentina.

Además se percibe en la sensación de la gente. Todos preguntan por el dólar y Argentina, se genera un efecto dominó. No podemos pensar que vamos a seguir como si no pasara nada.

La flexibilidad laboral “es tan importante como bajar el costo del Estado”

-“No vamos a tener ningún tipo de inestabilidad económica”, aseguró la ministra de Industria, Carolina Cosse, al referirse a la incertidumbre provocada por la situación económica de la región y dijo que Uruguay estaba “blindado”. ¿Qué piensa de estos comentarios?

No escuché las declaraciones de la ministra Cosse. Uruguay está en una posición que le permite, con preocupación pero más tranquilidad, enfrentar la situación.

Yo creo que Uruguay, por ahora, tiene un nivel de reservas que le permite ir monitoreando el tema, pero las reservas se terminan en algún momento. Igualmente hay que tomar otras medidas. Cuando las cosas no van bien en nuestras casas tenemos que achicar el gasto, acá sucede exactamente lo mismo.

También creo que la ministra, con razón, quiere transmitir calma.

-En este contexto, ¿sería bueno profundizar en la política exterior? Apostar, por ejemplo, a más acuerdos internacionales…

 -La Cámara Nacional de Comercio y Servicios tiene 151 años y durante este tiempo siempre ha defendido la libertad de comercio. Es por esto que creemos que lo mejor es estar abiertos al mundo. Se dice que Uruguay paga algo más de US$ 100 millones al año en impuestos para poder introducir sus productos. No conozco un argumento fuerte que me diga que no haga un tratado comercial con un país o por qué no a un libre tratado. Yo pienso primero sí y después se ven los detalles técnicos. La posición de la Cámara es sí, señor, bienvenido sea negociar con el mundo.

-¿Qué tan importante es la flexibilidad laboral para paliar la situación actual de las empresas uruguayas?

-Hoy es muy importante, tan importante como bajar el costo del Estado. No solo por la coyuntura sino también por el mundo que se viene.

La economía venía bien y la tasa de empleo se disparó para abajo. ¿Por qué? Unos dicen que el impacto tecnológico está incidiendo  en las empresas, sí, puede ser; otro dice que hay un problema de capacitación, sí,  también pero hay un problema de flexibilidad laboral.

Hoy por hoy, yo hago de todo, si tengo que llevar mercadería la llevo, si tengo que tomar una decisión, la tomo. No puedo decir “soy chofer y de acá no me muevo”, en el mundo de hoy eso no existe; no defiendo el trabajo así.

La poca flexibilidad laboral que hay te lleva a que no tomes gente porque hoy precisas flexibilidad para poder adaptarse a las situaciones del mercado.

-En entrevista con CRÓNICAS, el presidente de la Cámara de Industrias (CIU), Gabriel Murara, hizo énfasis en cómo se desempeña el gobierno como mediador entre las gremiales empresariales y los sindicatos y aseguró que los empresarios siempre empiezan perdiendo el partido 0 a 1. ¿Tiene la misma percepción?

-Creo que sí se puede dar eso. Yo pido que se sea justo en el momento de arbitrar, cada uno tiene un rol para jugar, el tercero es el que tiene que dirimir y definir cuando hay una controversia. La sensación que hoy se tiene es que pasa eso, que, como dice Murara, entramos a la cancha perdiendo 0 a 1.


Ocupados

La ocupación del frigorífico Las Moras suma un antecedente más a favor de las gremiales empresariales en su lucha porque las ocupaciones no sean una extensión del derecho a huelga y proteger el derecho a la propiedad, en línea con lo que la organización internacional recomienda. Para Lestido atacar este tema es una prioridad. “Estamos convencidos y entendemos que lo que estamos reclamando frente a la OIT es justo”.

El presidente de la Cámara de Comercio calificó como “algo triste”. “Escapa a mi poder de razonamiento, me cuesta pensar que se actuó como se actuó; no tengo palabras”, sostuvo Lestido.

En este sentido, el presidente de la CNCS aseguró estar completamente de acuerdo con el presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, quien aseguró en la última edición de CRÓNICAS que las ocupaciones daban un mensaje muy grave a nivel internacional.

“El tipo no te compra, cierra y va para otro lado. Si usted viene a mi negocio y yo lo atiendo mal, se va para otro lado, es así”, ejemplificó y apuntó que recuperar la confianza es cada vez más difícil. “No nos damos cuenta de la situación y es muy difícil salir adelante”, reflexionó.

De otro modo, la forma de invertir en Uruguay es poniendo detalladamente las condiciones, que es lo que está haciendo UPM.


Sonría, lo estamos filmando

“Es un tema que nos preocupa”, asegura Lestido al referirse a la delincuencia que acecha día a día a los comerciantes.  “No venimos con propuestas ni con reproches”, indica el presidente de la CNCS que pone a disposición de Fuecys y de las autoridades el conocimiento de sus afiliados en el tema y la experiencia de los comerciantes. “Se distrae mucha inversión en este tema”, apuntó Lestido que pretende aportar su grano de arena, transmitir la inquietud y sentarse a trabajar al respecto para mejorar la situación.