Me cuesta creer que Argentina va a impulsar las cosas que a Uruguay realmente le interesan en el Mercosur. Por ejemplo, las negociaciones externas con los países que le interesan a Uruguay, o la reforma del arancel externo común, o la eliminación de las barreras no arancelarias. No, Argentina en su presidencia pro témpore va a impulsar no condenar a Venezuela, como no lo condenó; va a impulsar el ingreso de Bolivia al Mercosur con todas las dudas que eso implica; y no creo que muestre una posición muy proactiva a la hora de sacar acuerdos comerciales.Entonces, los que se vienen son seis meses de incertidumbre en cuanto a lo que pueda pasar con el Mercosur. Imagino más status quo y menos acción.Necesitamos acciones concretas; después de 30 años el bloque sigue sin tener acciones concretas.Por eso yo hubiera querido, y reconozco que la pandemia nos jugó una mala pasada, que en la presidencia pro témpore de Uruguay nos quedemos con los seguros necesarios para poder seguir avanzando independientemente de Argentina, que son estos ejemplos que yo daba, además de un diálogo Mercosur-China abierto, que no se dio.Para Bartesaghi, después de 30 años “el bloque sigue sin tener acciones concretas”.