En cambio, Oleggini expresó que China “tiene la capacidad y la fuerza política” para dar marcha atrás si comete un error estratégico respecto a su modelo (y permitir una mayor intervención en las empresas). A su vez, observó la situación desde un nuevo punto de vista: “Acá me pongo de lado del gobierno chino que, si mira a su principal contrincante (EEUU), las empresas están tomando un tamaño que están pasando a tener más poder que el propio gobierno” (ver recuadro).Al respecto, el investigador opinó que es ese el temor de China, es decir, que sus principales empresas “pasen a ser competidores” de su poder político.El miedo que tiene el gobierno chino es que sus principales empresas “pasen a ser competidores” de su poder político, según Oleggini.