Representantes de asociaciones y consejos de uruguayos residentes en el exterior se reunirán en Montevideo entre el 18 y el 21 de noviembre para participar en el 11° Encuentro Mundial de Consejos Consultivos y el 6° Encuentro de Asociaciones de Uruguayos Residentes en el Exterior. La instancia, organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, propone consolidar los lazos y recoger sus aportes en materia social, cultural y económica.
En la antesala del evento, el canciller Mario Lubetkin destacó la importancia de mirar hacia las nuevas generaciones nacidas fuera del país. “Hay una muchachada joven de uruguayos que no nació acá y tiene una capacidad notable que no estamos aprovechando”, expresó en declaraciones a los medios días atrás, al señalar que la segunda generación “puede contribuir con nosotros” si se le brindan condiciones adecuadas para regresar, como vivienda o acceso al trabajo. Desde Cancillería, tras la consulta de CRÓNICAS, indicaron que se trata de “una línea y orientación de trabajo” a profundizar durante este período de gobierno.
Tras lo dicho por el canciller, el coordinador de la Oficina de Reconocimientos y Reválidas del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Gonzalo Oleggini, consideró que la idea es positiva, aunque requiere planificación. “Es importante poder lograr una manera de que esa gente vuelva al Uruguay a vivir y trabajar, pero lo que ha faltado es coordinación”, afirmó.
Según explicó, la llegada de uruguayos formados en el exterior plantea desafíos administrativos y laborales que aún no están articulados. “Hay que instrumentar un plan que comprenda todas las etapas, desde que la persona decide venir hasta su inserción. Hoy eso no está configurado en su conjunto”, señaló.
Oleggini advirtió que uno de los principales obstáculos sigue siendo el acceso al mercado laboral y la transparencia en los procesos. “Se percibe que en el exterior el ingreso al trabajo es más transparente y hay más oportunidades. En Uruguay, el sistema público y privado de inserción laboral, lamentablemente tiene obstáculos”, apuntó.
El valor de las reválidas
Desde su experiencia en el MEC, resaltó la relevancia de los mecanismos de reválida como herramienta clave para atraer profesionales calificados. “Si queremos traer personas capacitadas, seguramente tengan estudios. Y para que surtan efecto laboral en Uruguay, tienen que revalidar su título”, explicó. Según datos de su oficina, desde 2022 se procesaron cerca de 9.000 solicitudes y se otorgaron unas 7.000 resoluciones, reduciendo los plazos de años a pocos meses. A modo de ejemplo, graficó que “en el sector de la salud se realizaron resoluciones para más de 2.000 médicos y casi 500 especialistas que ya están insertos en el mercado laboral”.
Además, destacó el valor que implican estas reválidas. “Toda esa gente que revalidamos invirtió para estudiar aproximadamente 250 millones de dólares. Esto no genera un gasto para Uruguay y es un gran aporte para el desarrollo”, indicó.
Un plan integral
Consultado sobre la posibilidad de ofrecer incentivos específicos a quienes regresen, Oleggini reconoció que “se pone una situación compleja” respecto a los jóvenes que viven en el país. Agregó que “la lectura que se puede hacer cuando uno da subsidios a la vivienda o ayudas laborales, entre comillas, es que se está discriminando a quienes ya están en Uruguay y enfrentan las mismas dificultades”.
Por ello, subrayó la necesidad de definir un plan integral que articule todos los aspectos involucrados. “Hay que conocer el perfil de quienes podrían venir, qué necesita Uruguay y cómo se los puede insertar. De lo contrario, se corre el riesgo de generar frustración y que vuelvan a irse”, advirtió.
El especialista recordó que en 2022 se inició la elaboración de un Plan Nacional de Migración, con la participación de distintas instituciones y organizaciones, pero aseguró que “no ha tenido aplicación operativa”. En su visión, la experiencia de países como Alemania, Canadá o Australia puede servir de referencia para ordenar la política migratoria uruguaya.
Pese a las dificultades, Oleggini valoró el debate abierto por el canciller. “Me parece que lo planteó como un disparador, y eso es lo positivo. A partir de ahora hay que generar una estrategia, su aplicación y gestión”, concluyó.